La respuesta a un reclamo histórico

Periodistas con responsabilidad editorial en distintos medios nacionales y que pasaron por AUNO dieron su punto de vista respecto del proyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual, enviado al Congreso. Hubo divergencias sobre algunos puntos. También advertencias sobre cómo podría ser “operada” por el lobby empresario durante el tratamiento legislativo.

“Es una manera de democratizar el espectro de servicios audiovisuales.” En eso coincidieron periodistas con responsabilidad editorial en diversos medios nacionales respecto del proyecto de ley de Servicio de Comunicación Audiovisual que ayer fue enviado al Congreso por la presidenta Cristina Kirchner con la intención de suplantar la vieja ley de Radiodifusión 22.285, sancionada durante la última dictadura. De todas maneras, mostraron algunas divergencias en cuanto a los puntos a analizar con minuciosidad, como los que se refieren a las comisiones de control, la regulación de la pauta oficial y el apoyo que le dará el Estado a las asociaciones civiles o medios alternativos.

Es el caso del editor de Telam, Jorge Benedetti, que indicó que hará falta una inteligente intervención de las comisiones controladoras “para que la pluralidad sea real y no ‘ideal’”. Para argumentarlo, advirtió que los grupos “Clarín y Telefónica tienen sus organizaciones sociales y pueden cooptar alguna licencia por ese costado”. Por eso, remarcó que “hará falta un fuerte apoyo del Estado a los medios alternativos, las ONG y las universidades”.

Al respecto, la responsable del Observatorio de Medios, Político, Social y Cultural de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), Lidia Fagale, insistió en que “no hay democracia informativa sin democracia económica”. Por lo que sin la existencia de una concesión de créditos por parte del gobierno de turno “no se resolverá totalmente la democratización de la comunicación”. Por ejemplo, puntualizó la necesidad de garantizar el acceso a los recursos tecnológicos que debería tener cualquier organización social. Un punto que no está explicitado en el proyecto de ley.

Así como tampoco la distribución equitativa de la pauta oficial, que según Fagale es “un reclamo histórico” de los medios locales, regionales, cooperativos y comunitarios. Hay puntos grises que seguramente serán tratados en ambas cámaras legislativas, donde se “analizará el proyecto más detalladamente y con minuciosidad”, según Daniel Casal, jefe de Economía de la agencia Noticias Argentinas (NA).

“Será un debate duro porque todo hay muchos intereses de por medio”, consideró Benedetti coincidiendo con todos los consultados, que a grandes rasgos hablaron de “una lucha económica de fondo”.

Sin embargo, en su mayoría resaltaron los aspectos positivos de la iniciativa. Para el responsable de la sección Sociedad del diario Página/12, Andrés Osojnik, la propuesta permitirá “corregir” el actual mapa de medios “oligopólico y monopólico, que impide el pluralismo mediático de la sociedad”. Una pelea que desde hace 26 años llevan adelante muchos integrantes “de los ámbitos académicos, vinculados a los medios alternativos, y todos aquellos sectores que buscan un sistema de comunicación distinto y más plural” para la sociedad.

“Estoy realmente de acuerdo con la norma. Me perece que efectivamente es la posibilidad democratizar el espectro de servicios audiovisuales”, resaltó Casal que prefirió no cuestionar las diferentes posturas periodísticas que tomaron algunos diarios y trabajadores de prensa. Aunque sí se mostró en desacuerdo con quienes “son más papistas que el papa”, en referencia a las plumas editoriales de los grandes grupos multimediáticos.

Quien sí criticó duramente esas posturas fue Fagale, que consideró a los opositores “como integrantes de un juego político y de su lógica”, del mismo modo que consideró “como carente de rigurosidad la misma lógica del oficialismo: “Todo se da sobre la base de una disputa política, como el tratamiento de la ley antes o después del 10 de diciembre”.

Respecto de la crítica que recibe la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de parte del sector comercial, Osojnik aseguró que quienes lo hacen “pretenden mantener el statu quo”. Del sistema y también de sus negocios. “Es lamentable que la oposición critique iniciativa a favor de la concentración mediática”. Y esto es real, porque apoyando ese sistema se evita el pluralismo de voces, que tiene como punto fundamental la medida.

Como piedra fundante, la iniciativa propone la distribución en tercios de las licencias: uno para las empresas comerciales, otro para el Estado y uno más para asociaciones civiles. “Seguramente, si esto en algún momento llega a aplicarse vamos a tener esa sensación extraña que se vivió cuando se transmitieron los 10 partidos de Primera División”, apuntó el editor de Telam. “Me parece que es una buena oportunidad para ofrecer un servicio un poco distinto y mejor”, coincidió Casal.

De todas maneras, el periodista de NA dejó en claro que respecto a la programación le parece “más que saludable que el Estado aplique normativas sobre los contenidos”. Ya que eso en definitiva es lo que se cuestionó a los grandes medios.

“Ahora seguramente vamos a asistir al montaje escénico donde pareciera que la ley permite al gobierno tal o cual cosa –advirtió Benedetti—. Pero no es así, hay una comisión con representantes de Ejecutivo y de las tres fuerzas más importantes de legislativo que regularán el uso de las licencias. Pero dentro de dos años si gana la derecha también va a tener la potestad de administrarlas.”

MC-NS-AFD
AUNO-28-08-09
aauno@yahoo.com.ar

  • Quienes estén interesados en obtener el texto del proyecto enviado al Congreso, pueden hacer click aquí.

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