La planta de reciclaje en Santa Catalina no es un hecho, pero sí una posibilidad

En el marco de la polémica desatada por la instalación de una planta de residuos en la zona, la Municipalidad no descartó que el proyecto se concrete en la reserva natural. El distrito tiene una alta producción de desechos y los funcionarios insisten en darle una solución. Autoridades de la UNLP afirmaron que una parte de ese terreno que les pertenece «no se va a vender». Sobre la otra, no aseguraron nada. Una discusión que sigue abierta.

Las versiones sobre la instalación de una planta de tratamiento de residuos en la reserva ecológica de Santa Catalina son incesantes. Al principio, cuando organismos sociales y políticos la habían revelado, los funcionarios municipales lo negaron. Pero hoy no la descartan. En diálogo con AUNO admitieron que el proyecto se realizaría en el marco de una política provincial tratamiento de los desechos urbanos. Y aunque la decisión final no está tomada, no niegan que podría ser en Santa Catalina. La oposición aprobó un pedido de informes. Y desde la Universidad de La Plata (UNLP), la propietaria del predio, afirman que “al menos un sector” del predio no será destinado a ese proyecto.

En diálogo con esta agencia, el director de Gestión Ambiental e Higiene Urbana lomense, Héctor Corrado, eludió responder con precisiones sobre las acciones evalúa el Ejecutivo comunal para combatir el exceso de desechos sólidos que produce el distrito, un problema que compete a todo el Conurbano. Eso sí, no descartó la posibilidad de la instalación de una planta de reciclaje en la reserva, aunque remarcó que “todavía hay especialistas analizando las propuestas para determinar cómo impactaría en el ecosistema y cómo podrían financiarse”.

En este sentido, el funcionario manifestó la “obligación” que tiene el distrito de tratar la problemática de los residuos sólidos urbanos (RSU) ya que así lo determina la normativa provincial. La ley 13.592 de la Legislatura bonaerense fija el deber de realizar una “gestión integral” de estos desechos, que consiste en “dar a los residuos producidos en una zona el destino y tratamiento adecuados, de una manera ambientalmente sustentable, técnica y económicamente factible y socialmente aceptable”.

Por su parte, el secretario de Medio Ambiente local, Pablo de Rosa, insistió a este medio con que “no se quiere hacer ningún basural” y ratificó la “intención del distrito de plantear la organización de los RSU en el contexto nacional”. También precisó que el proyecto fue apoyado por la Secretaría que está a cargo de Romina Picolotti, quien de hecho hizo referencia a él durante su última visita al distrito. Y

Con esos argumentos, el funcionario confirmó que “todavía se está estudiando dónde se ubicará” la planta y dejó en claro que el trabajo “lo hará una empresa privada” porque la Municipalidad no cuenta con el presupuesto necesario para realizarlo.

Varios medios locales y provinciales –-inclusive esta agencia—, además de organizaciones sociales y políticas hicieron referencia a esta problemática. Al respecto, De Rosa señaló la existencia de “intereses negativos en contra el gobierno” de Jorge Rossi como causa de los dimes y diretes que tienen como blanco a la reserva de Santa Catalina, siendo que “aún no está estipulado el lugar de la instalación”.

ANUNCIAR Y LUEGO DESMENTIR
En septiembre de 2007, durante una reunión del Consorcio de Municipios del Conurbano Sur (Comcosur), el intendente Jorge Rossi afirmó estar “cerrando un acuerdo con la Universidad Nacional de La Plata, que va a ceder 30 hectáreas que tiene en Lomas para instalar una planta de tratamiento con una alta tecnología, similar a la utilizada en Canadá”, según difundió la secretaría de prensa local en su gacetilla 6132.

Los medios se hicieron eco del tema. Y frente a estas declaraciones, Corrado no dio precisiones sobre el lugar en que estará, reiteró que el distrito está preocupado por poner en marcha una “política ambiental congruente a las necesidades del distrito”, pero presistió con que “los vecinos tienen que quedarse tranquilos porque el intendente no tomará ninguna decisión que afecte su calidad de vida”.

En la misma tónica, negó que el predio en cuestión se utilice para “enterrar basura” y difundió los últimos relevamientos que realizó su dependencia sobre el estado de las tierras, que dan cuenta de que en la zona aledaña a la laguna de la reserva no hay basurales a cielo abierto ni desechos que pudieran arrojar clandestinamente camiones de empresas de la zona. Estas aseveraciones contradicen las denuncias que los ambientalistas Julio Cesar Medina y Alberto De Magistris realizaron públicamente. (ver Advierten que la instalación de una planta de residuos podría provocar un desastre ecológico /article/advierten-que-la-instalacion-de-una-planta-de-resi/ )

Sin embargo, el análisis de la cartera de Corrado sí detecta un camino de tierra realizado en el interior de la laguna, un elemento que corrompe el estado natural de la reserva. Pero el funcionario explicó que no obtuvo información de los orígenes, los responsables ni la fecha exacta de su construcción.

De todos modos, la información oficial es casi contradictoria. Mientras estos funcionarios no descartan la instalación de la planta en Santa Catalina, otros lisa y llanamente la desmienten. Este es el caso del coordinador del área municipal de la reserva, Cristian Green, quien aseguró que no le “consta que existiera tal proyecto” y que las únicas carencias que tiene el predio de 17 hectáreas donde se realizan visitas didácticas a chicos son la falta de seguridad las 24 horas y el mal estado de los sanitarios.

Green aclaró, además, que no se podría instalar en un área protegida ninguna instalación que afectase la flora y la fauna del lugar, de modo que en primera instancia debería realizarse un estudio de impacto ambiental. Según precisó, este procedimiento es el que llevó a cabo la empresa Aysa en el tendido de red para abastecer a la localidad de Lavallol, para lo que se dispusieron en el lugar de “tuberías que no demandaron talar árboles ni afectaron a la biodiversidad local”.

Según el coordinador, “habría que ver cuáles son las características tecnológicas de la planta de reciclaje pero podría significar la tala de especies arbóreas y la eliminación de pájaros”.

LA POSTURA DE LA UNLP
La directora del Instituto Fitotécnico de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, María del Carmen Molina, desmintió la hipótesis de que la parte del predio que les pertenece sea vendida para la instalación de una planta de tratamiento de residuos.

En diálogo con AUNO, Molina afirmó que “ninguna de las cosas que se están diciendo son ciertas” y que por este motivo el instituto está analizando la posibilidad de realizar una movilización para repudiar los rumores.

En este sentido, la ingeniera agrónoma consideró que “debe haber intereses particulares” en la difusión de comentarios de esta índole y apuntó a Julio Medina, quien desarrolló la función de secretario de medio ambiente durante el mandato del ex presidente Eduardo Duhalde.

Así y todo, Molina admitió que “hay alguna probabilidad de que una parte del terreno sea vendido”, aunque negó que la zona sea la que está bajo su dirección y se defendió asegurando que en caso de que eso ocurriera “antes tendría que salir la licitación, ya que debe hacerse de forma transparente”.

PEDIDO DE INFORME AL EJECUTIVO
El bloque de concejales del ARI lomense presentó un pedido de informe al Ejecutivo local sobre el proyecto de instalación de la planta de reciclaje, el lugar exacto de contratación, los fondos a utilizar y las posibles consecuencias en el medio ambiente.

“No vamos a permitir que se instale en la reserva de Santa Catalina nada que afecte a su fauna y flora. Somos muchos los que la defendemos”, enfatizó a este medio el concejal Rosendo Pedernera, autor del pedido legislativo.

Se trata del segundo pedido de este tipo que encabezan los legisladores de ese sector: en septiembre de 2007, luego de las declaraciones de Rossi en el marco de la reunión del Comcosur en la que adelantaba la posibilidad de un acuerdo con la UNLP para instalar la planta de reciclaje en Santa Catalina, el bloque presentó una demanda similar a la actual. El Ejecutivo, hasta el momento, no dio explicaciones.

Más allá del control nacional del territorio y de la administración a cargo de la UNLP, la “responsabilidad política primaria la tiene la Municipalidad”, reclamó. Y catalogó de “efecto publicitario” a la campaña del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que pretende “destruir basurales en siete minutos”, en referencia al lanzamiento del programa “Generación 3R: reduce, reutiliza, recicla” apoyado por el distrito.

Según entendió el concejal, la reserva es “el único pulmón verde” de Lomas de Zamora pero esta condición “no habilita” que se utilice para la instalación de un centro de tratamientos de RSU. Además, explicó que “no todo puede reciclarse” por lo que una política ecológica efectiva debería acompañarse con una profundización en la educación de la población que ayudase a reducir el “packashing” de los desechos cotidianos.

LA ZONA DE CONFLICTO
El lugar de la posible instalación de la planta de reciclaje en la reserva de Santa Catalina es uno de los dos sectores que divide la avenida Juan XXIII, delimitado por la Ruta Provincial 4 (Camino de Cintura), las vías del ferrocarril Sarmiento que unen Tigre y Haedo, y que se extiende sobre Villa Albertina en un total de aproximado de 300 hectáreas.

En esta zona se encuentra la laguna que da nombre al predio. El espejo de agua propiamente dicho abarca 25 hectáreas y junto con los bañados representa 90 del total, el 14 por ciento del territorio de Santa Catalina. Lindante con Juan XXIII, una porción de este sector está cedido a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) para la ubicación del complejo de facultades. Además, se encuentran el edificio de “Tiro Federal” y un campo deportivo de la universidad.

La extensión integral del área, reconocida por su historia y su biodiversidad, es de 650 hectáreas, de las que 180 corresponden a los pastizales bajos, 70 al bosque mixto, 4 al de talas y 40 más a la vegetación herbórea.

El predio de Santa Catalina presenta más de 170 especies de aves y 60 especies de mariposas, unas 17 de mamíferos, 10 de peces, 7 de reptiles y una cantidad superior a 60 familias de invertebrados.

Unas 17 hectáreas del territorio están reunidas en la reserva ecológica y parque didáctico de jurisdicción municipal, cuyos límites son las calles Los Aromos y Garibaldi, el Instituto Fitotécnico de la UNLP y las vías ferroviarias. Por su parte, la zona boscosa perteneciente al organismo de estudios de la universidad platense presenta 40 hectáreas verdes y abarca las instalaciones del Rectorado de la UNLZ y su Facultad de Ciencias Agrarias, sobre Ruta 4.

En este mismo sector puede encontrarse la reserva micológica “Carlos Spegazzini” que se extiende 60 hectáreas de la zona boscosa y reúne 400 especies de hongos.

CP-MNL-AFD
AUNO-27-06-08
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