La irregularidad frustró el objetivo del ascenso

El ‘Albirrojo’ no logró repetir la buena primera ronda y el acceso al Reducido se le escurrió entre los dedos al caer como local ante un equipo que la próxima temporada lo encontrará en la Primera D.

Agustín Szafranko

Lanús, mayo 28 (AUNO).- Con 55 puntos y un insípido séptimo puesto en la tabla de posiciones de la Primera C, Talleres de Remedios de Escalada no logró cumplir el objetivo del ascenso a la B Metropolitana, a pesar de que la dirigencia del club del Sur del Gran Buenos Aires había logrado conformar un plantel de jerarquía y con muchas ambiciones.

En el inicio de la campaña, los dirigentes se habían inclinado por ratificar en el cargo al entrenador Rodrigo Bilbao, más allá de su poco feliz cierre de temporada en 2012-2013.

Sin embargo, convencidos en el proyecto, reforzaron el equipo con 11 futbolistas, de los cuales la mayoría formó parte del habitual once titular, como los experimentadísimos Alejandro Orfila, Fernando Castro y Mariano Campodónico.

La primera ronda del certamen entusiasmó al pueblo ‘albirrojo’: 30 puntos con un plantel recién formado y la solidez como local representaban síntomas positivos para el club del Sur del Gran Buenos Aires que había pautado como objetivo principal el ascenso a la B Metro.

A su vez, el desempeño en la Copa Argentina los llevó hasta la Cuarta Fase Inicial Metropolitana, en la que cayó a manos de Defensores de Cambaceres por penales (0-0; 4-1) luego de haber dejado en el camino a Cañuelas, Excursionistas y San Telmo en las instancias previas.

No obstante, cuando parecía que el equipo encontraba su punto de maduración, el ‘Albirrojo’ comenzó de manera impensada la segunda vuelta del torneo al sumar apenas once puntos en los primeros nueve partidos de 2014.

Así, sin encontrar mayores respuestas a la debacle, Bilbao acordó su salida con la dirigencia tras la derrota ante Excursionistas como visitante (0-1).

Su sucesor se definió rápidamente: Alberto Pascutti firmó su contrato a los dos días de la salida de su predecesor y debutó en la fecha siguiente con un triunfo como local ante Deportivo Luján por la 29ª fecha (1-0).

Sin embargo, el inflador anímico del ‘Beto’ tardó en surtir efecto, ya que debieron pasar tres cotejos para que el ‘Tallarín’ volviera a sumar de a tres unidades.

Luego de cortar la seguidilla sin sonrisas en su cancha ante Sacachispas (2-0), Talleres puso en evidencia su irregularidad al no ganar como local hasta el final, algo a lo que se había acostumbrado en el torneo, aunque tampoco volvió perder ningún juego como visitante, condición en la que apenas consiguió 17 de sus 55 puntos.

Con altibajos, peleó hasta la última fecha por un lugar en el Cuadrangular Final por el segundo ascenso, al cual no consiguió clasificar tras perder frente a Ituzaingó (0-1), un rival que cayó a la Primera D.

De este modo, a pesar de que se habían dado todos los resultados que necesitaba para meterse en en el playoff, Talleres se quedó con las manos vacías y jugará otra temporada en la siempre complicada Primera C.

El campeonato fue ambiguo para el ‘Tallarín’, dado que el estadio de Timote y Manuel Castro se convirtió en una fortaleza: el conjunto de Escalada logró allí once victorias y cinco empates, con apenas tres derrotas. Totalmente opuesto fue su andar lejos de casa, donde apenas cosechó cuatro triunfos y cinco igualdades y sufrió diez caídas.

El conjunto de Escalada se destacó por su solidez defensiva y terminó con la valla menos vencida con apenas 26 goles encajados a lo largo del torneo. No pudo potenciar esa virtud con goles a favor, dado que apenas gritó 35 tantos para ser el 13º equipo más efectivo de la categoría.

Se trató de una temporada turbulenta para el club del Sur del Gran Buenos Aires y la espera hasta diciembre para pelear por el ascenso a la Primera B Metropolitana no conformó a los jugadores ni a la dirigencia.

AUNO-28-05-14
AS-MFV

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