La contracara del anuncio

Entre los aplausos y las sonrisas que acompañaron el anuncio de la devolución tarifaria a los clubes de barrio, se esconde la burocracia que obstaculiza el acceso a los beneficios y los números que todavía no cierran. Desilusión por lo anunciado y expectativa por lo que vendrá.

Matías León Gómez

Lomas de Zamora, junio 06 (AUNO).- “Todos los clubes estábamos esperando estas medidas porque si no nos iban a cortar la luz, el gas, el agua a todos”, dice Iris Pardal, presidenta del club Juventud Unida de Llavallol, aliviada por la devolución de una tarifa eléctrica que todavía no pagó.

La institución, que fue la imagen mediática de la grave situación que atraviesan los clubes de barrio por los aumentos de los servicios, pasó de pagar 2.900 pesos mensuales a recibir una tarifa de 8 mil pesos. Con la devolución del cuarenta por ciento en retroactivo, ahora pagarán 5.700 pesos.

“Ustedes saben que los clubes de barrio organizamos eventos para mejoras, para las pelotas o las camisetas. Íbamos a tener que usar esa plata para los servicios y no para los chicos, como debe ser”, explica Pardal y aclara que “la puerta de los clubes no se puede cerrar”.

– Hay distintas realidades, por eso no es tan fácil la instrumentación. – ¿Saben qué pasa? Nosotros tenemos una realidad que no podemos esperar, porque a mí el recibo de agua me vence ahora el 1° y son 8 mil pesos. Explícame cómo hago.

La acalorada conversación la protagonizaron el secretario de Deportes, Carlos Mac Allister, con Miguel, presidente del Club Rosedal de Temperley. Los asesores del dirigente pedían tranquilidad y todo finalizó con un intercambio de números telefónicos para solucionar el problema en los próximos días.

“Para darte la tarifa social, el tercer ítem que te piden es el número de CUIT, y los clubes de barrio, en un 80 por ciento, no lo tiene y ellos lo saben”, explica Miguel en diálogo con AUNO.“(Mac Allister) Me dice que en tres meses se va a solucionar el registro para tener la tarifa social, pero los clubes no pueden esperar tres meses. Es imposible pagarlo”, sentencia.

Al club Rosedal le aumentaron el agua de 1.600 a 8 mil pesos y no encuentra manera de solventarlo. “No podemos poner ese aumento en las cuotas sociales porque no te lo pagan. Los padres del club están en la misma situación, muchos se quedaron sin trabajo también, es una conjunción de cosas”, describe.

“Tendrían que ser más accesibles con la tarifa social y no lo son”, expresa con desilusión el directivo porque “esperaba algo más,que hablen del agua y los demás servicios, y solo se habló de la luz. Esto no va a alcanzar de ninguna manera”.

El futuro, que por el momento sorteó la institución elegida para el anuncio presidencial, el club Rosales, al parecer, no lo tendrá fácil. “A este ritmo no sé cómo vamos a hacer. Tendremos que hacer rifas o alguna situación para juntar dinero y poder pagarlo”, contó.

AUNO 06-06-2016
MLG-AFG

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