Hallazgo arqueológico en Olavarría: encuentran piezas de hasta 3500 años de antigüedad

Como resultado del trabajo de investigadores de la Universidad del Centro y el Conicet, fue hallado un yacimiento arqueológico en las Sierras Bayas. Encontraron piezas de piedra, fragmentos de cerámica y huesos de guanaco, un animal extinguido en la zona.

Martín Silles

Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Centro (UNC) y del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) descubrió en un predio ubicado en las Sierras Bayas, en la localidad bonaerense de Olavarría, un yacimiento arqueológico con restos de utensilios pertenecientes a poblaciones que habitaron ese territorio entre 3400 y 500 años antes del presente.

Entre los hallazgos más importantes se destacan los restos de animales, entre ellos, de guanacos –una especie que ya no habita esa región—, venados de las pampas y ñandúes. También se encontraron piezas de piedra como puntas de proyectil, herramientas para raspar cueros y percutores, fragmentos de cerámica, pigmentos minerales y materiales pertenecientes a distintos momentos históricos.

El predio se denomina El Puente y está ubicado en un espacio que es explotado por la empresa Cementos Avellaneda SA.

El hallazgo se produjo durante la primera quincena de febrero de 2010, como parte de la investigación que realizan Pablo Messineo y Cristian Kaufman, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNCm quienes realizaron excavaciones en el sitio denominado El Puente, ubicado en un predio que es explotado por la empresa Cementos Avellaneda SA.

Se trata de la excavación minuciosa en un sector de 8 metros cuadrados, que correspondería sólo a una mínima parte del sitio arqueológico, que podría presentar mayores dimensiones. “En la zona hay muchos sitios como este, pero hasta ahora no se realizaron trabajos de búsqueda”, señaló Kaufman..

El investigador, en diálogo con AUNO, explicó que se trata de “un lugar multipropósito, es decir, que se utilizaba para realizar distintas actividades, en diferentes momentos, por parte de habitantes originarios”.

“Es probable la presencia de ocupaciones de mayor antigüedad, anteriores a 3500 años, debido a la posición estratigráfica de los hallazgos, aunque estas hipótesis tendrán que ser corroboradas con dataciones de carbono 14”, agregó Kaufman.

A unos 500 metros de ese lugar, en un sitio conocido como La Calera, se produjo en 2005 un primer rescate arqueológico, que permitió encontrar una gran cantidad de especies de animales, artefactos líticos y cerámica. De acuerdo con los elementos hallados, Calera habría sido habitado en distintos momentos entre 3400 y 1700 años antes del presente.

Los estudios efectuados hasta el momento indican que Calera, que funcionó como un lugar donde se llevaron a cabo tareas relacionadas con eventos rituales. En el lugar se encontraron elementos de cerámica decorada.

En cambio, El Puente funcionó de manera diferente ya que allí se habrían realizado actividades cotidianas de las poblaciones originarias, relacionadas con la confección de artefactos de piedra y el procesamiento de animales para su posterior consumo.

El área de Sierras Bayas constituyó un lugar de gran importancia para los indígenas que habitaron la región pampeana porque allí hay importantes fuentes de rocas y minerales necesarios para la confección de sus herramientas.

Estas rocas sólo se encuentran en los sistemas de sierras de Tandilia –al que pertenecen las Sierras Bayas— y Ventania, por lo que grupos de aborígenes tenían que trasladarse a estos lugares para abastecerse de este recurso. Según precisó Kaufman, algunos de los minerales que utilizaban los habitantes de la zona eran “cuarcita, calcedonia y dolomita”.

Las investigaciones que se realizarán a partir de estos hallazgos permitirán entender diferentes aspectos de la forma de vida de las sociedades indígenas que habitaron esta región en momentos previos a la conquista española y ampliar la información existente sobre estas sociedades.

Kaufman evitó precisar cuáles eran las etnias que habitaron el lugar ya que “nos resulta difícil saber cuáles eran los pueblos que vivieron o se trasladaron allí, ya que eran comunidades nómade, que tenían una tradición interserrana”.

“En El Puente —explicó— se desarrollaban tareas cotidianas como elaborar alimentos y comer. En Calera, en cambio, se desarrollaban actividades rituales: allí se encontró mucha densidad de materiales, incluso fragmentos de piezas de cerámica decorada”.

Sobre la conservación de los elementos encontrados, el especialista explicó que “por ahora se está almacenando en lugares apropiados y bajo las normas de mantenimiento adecuadas aunque no sabemos si en el futuro van a ser exhibidas en un museo o un espacio habilitado para ese propósito”..

AUNO 12-04-10 MS EV

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