“Fue el golpe popular de la insatisfacción”

Así denominó el sociólogo Nicolás Casullo a las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre de 2001, durante una entrevista con AUNO. Además: los muertos del conurbano por la represión policial y en los enfrentamientos durante los saqueos. La consulta popular que realizò en 2001 el Frenapo, que mostró la situación de carencia en la que vivìa gran parte de los argentinos. Y un pasaje por la cobertura periodística de entonces.

A seis años de las movilizaciones sociales del 19 y el 20 de diciembre de 2001, el sociólogo y escritor Nicolás Casullo analizó en diálogo con AUNO que esas jornadas fueron producto de “un planteo antipolítico de la centroderecha” y consideró que no pudo haber sido el foco de inicio de un movimiento de izquierda organizado. También analizó que durante aquellas horas que mantuvieron en vilo a la sociedad, hubo “una intencionalidad completa de desgaste” por parte de la oposición a la Alianza, que pudo haber dirigido la oleada de saqueos que siguió al cacerolazo en Plaza de Mayo.

Es autor de libros como “París 68. Las escrituras, el recuerdo y el olvido”, donde refleja su vivencia directa del Mayo Francés, “La comunicación, una democracia difícil” y “El debate modernidad -posmodernidad”, entre otros. Casullo sabe de años de lucha si recuerda su exilio durante la última dictadura militar argentina que lo llevó a Cuba en 1974, luego a Venezuela y a México, para regresar a su territorio en 1983 junto con la democracia.
— ¿Podría definir el 19 y el 20 de diciembre de 2001 como una insurrección o una movilización popular?
— Fue una movilizaciòn y una protesta popular que se dio básicamente en Buenos Aires como resultado de tres elementos: el corralito de (el ex ministro de Economía Domingo) Cavallo, el desgaste de De la Rúa que era cada vez más evidente desde noviembre y diciembre, y los sectores y variables de izquierda más organizados sin que esto me lleve a coincidir con el principio de rebelión de largo alcance que anunciaba la llegada de fuerzas de izquierda neoanárquicas organizadas. Los ahorristas no protestaban contra el modelo vigente sino contra el deficiente manejo del modelo de la convertibilidad, contra lo ilegítimo incautar el dinero de la gente. En este sentido, no creo que haya sido una insurrección. Fue una protesta generalizada a la que se le sumaron los saqueos, espontáneos u organizados. Fue el “golpe de la gente” como titularon los medios, un golpe popular de la insatisfacción que, con la equivocada respuesta del gobierno del estado de sitio que exacerbó la violencia, terminó con el triste y patético gobierno de De la Rúa.
— ¿Coincide con la hipótesis de complot que sostiene que los grupos de oposición al gobierno vigente habrían organizado las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre para derrocar la Presidencia de Fernando De la Rúa?
— Creo que podría situarse una intencionalidad completa de desgaste del gobierno observable en los saqueos que pudieron haber sido espontáneos pero también dirigidos, pero fue el copamiento de la clase media en el mundo simbólico de Plaza de Mayo el que terminó con el gobierno de De la Rúa.
— Y respecto de los elementos simbólicos, ¿puede señalarse que se hayan instalado algunos nuevos en la sociedad o consolidado otros ya vigentes, a partir de diciembre de 2001?
— En realidad se trata de un planteo antipolítico básicamente de centroderecha que no ha generado nuevos símbolos hasta la aparición del piqueterismo y del asambleísmo. Estuvo protagonizado por grupos que seguían creyendo en el modelo menemista, lo que se refleja en los resultados comiciales del 2003 cuando el electorado votó a la derecha.
— Entonces ¿los grupos de centroderecha de 2001 que usted menciona siguen instalados actualmente?
— Los movimientos de derecha siguen instalados en la Argentina, como se evidencia en el 61 por ciento de los votos que recibió (Mauricio) Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
— ¿La ideología antipolítica que señala es la que se refleja en la consigna “que se vayan todos”?
— Exactamente, pero yo creo que hay que tener cuidado cuando los sectores medios dicen “que se vayan todos” porque me remite a los golpes militares que estos grupos apoyaron para la retirada de los políticos del gobierno.
— ¿Considera que las clases medias tenían definido el proyecto político que deseaban al pedir que se fueran los que ocupaban la Casa Rosada en ese momento?
— No tenían la menor idea de un plan político nuevo, pero se trató de una protesta legítima desde el punto de vista económico situada en el campo del corralito. Queda claro que no fue de corte de izquierda sino producto de una historia de diez años de desarme de la derecha, por lo que era imposible el surgimiento de improviso de fuerzas de izquierda neoanárquicas organizadas.

** Las víctimas del 19 y 20 en el conurbano sur*
** Frente a la crisis, el pueblo se organizaba*
** La cobertura periodística en AUNO de aquellos días*
MNL-AFD
AUNO-20-12-07
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