Freno en la ampliación de la Escuela 502

A ocho meses del inició de la remodelación de un establecimiento educativo para estudiantes con discapacidad motora en Monte Grande, la firma constructora paralizó las tareas en octubre pasado, y aduce no haber recibido los aportes del Estado provincial. En tanto, desde el Consejo Escolar del distrito admiten que los fondos asignados a estas obras están retrasados.

El patio, como casi la mitad de la escuela especial 502 para personas con discapacidad motora de Esteban Echeverría está inutilizable a causa de las obras de refacción que se realizaban en un anexo y que desde hace dos meses están casi paradas. Al menos así se desprende de la visita que realizó este viernes AUNO a la entidad educativa, ubicada en Mariano Acosta y Gabriel Mistral, en Monte Grande, donde se evidencia un desorden general, tal como si las tareas fueran a proseguir en breve, pero sin los albañiles. Es que en ese lugar se encuentran las aulas a medio construir.

El conflicto es con Urbatec, la firma a la cual se le encargó terminar el replanteo de unas instalaciones que la entidad educativa anexionó —y que antes pertenecían a otra escuela especial, la 501—. El proyecto consistía en dotar de un baño más, un comedor, cuatro aulas, dos talleres y dos gabinetes adicionales. Allí, con las refacciones terminadas, sus cerca de cien alumnos de todos los niveles y sus docentes cabrían cómodamente.

Las mejoras fueron licitadas originalmente el 14 de abril de 2007, pero el proceso fue revocado porque la firma ganadora no cumplió con lo pactado. Finalmente, en octubre del mismo año, la licitación de la obra fue reabierta y Urbatec resultó elegida.

Desde entonces, según informó uno de los arquitectos responsables de la constructora Gonzalo Serra, la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) “sólo entregó el cheque que corresponde al anticipo de obra”, por lo que le restaría abonar “tres certificados más ya ejecutados”. Cada certificado es un comprobante que requiere el organismo para liberar el pago. Al mismo tiempo, afirmó que la obra “no está parada” y conjeturó que la ausencia de empleados durante el pasado viernes, se debió a una casualidad. Sin embargo, las docentes refutaron esa versión.

Por su parte, desde el Consejo Escolar local, su presidente, Pablo Montserrat, señaló: “Así son los tiempo burocráticos de la DGCyE”. No los justificó, pero es la realidad con la que tenemos que lidiar”. Según el titular de esa dependencia, el Consejo “cumplió todos los pasos” para reclamar la retribución que requiere la empresa.

En tanto, la directora respaldó las posturas del Consejo y de la empresa, que a su juicio, “se desempeña con prolijidad”. Sin embargo, lamentó que los alumnos no puedan circular con sus sillas por el patio abierto debido “al calor que hizo en noviembre”.

AUNO 05-12-08
GD-LDC
Locales@auno.org.ar

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