El ensayista, escritor y, sobre todo, ese gran fumigador de la historiografía política oficial Ernesto Goldar falleció hoy a raíz de un infarto en la Capital Federal, informó su esposa Silvia Landini.
En la línea de pensadores nacionales como Arturo Jauretche, José Hernández Arregui, Fernín Chávez, entre otros, Goldar nació en Buenos Aires en 1940.
Publico libros tales como Jauretche, John William Cooke y el peronismo revolucionario, Los argentinos y la guerra civil española, y obras poéticas Feria en San Telmo, Instinto de conversación y En voz desmayada y baja.
Premiados varias veces, fue también periodista, docente universitario y conferencista, asesor cinematográfico y socio honorario de la Sociedad Argentina de Escritores (SAE) y de la Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina (SADE).
Recibió el premio Oesterheld, distinción que se entrega cada año a personas y proyectos vinculados al pensamiento nacional y popular.
“La cultura oficial se apropia de las palabras para mitificar el sentido. Ciertas expresiones son permitidas solamente cuando se las connota de vacuidad, infiriéndole representaciones que aparentemente significan poco (o mucho) siempre que proyecten valores consagrados como abstracciones fáciles destinadas a un uso impreciso”, escribió en ‘Una semántica para la independencia’.
También había escrito en su texto ‘La Nación es una construcción original’ que “el pensamiento nacional fustiga las falsificaciones de la historia; así, el revisionismo tiene por objeto establecer la verdad del pasado para hacer verdad la vida presente. José María Rosa, Jorge Abelardo Ramos, Rodolfo Puiggrós y los historiadores revisionistas, enfatizan que ‘la Historia es prisionera de la política’ y descubren ‘en muchos héroes, bandidos, y en muchos bandidos, héroes’”.
AUNO 18-07-11
HRC