Lomas de Zamora, mayo 20 (AUNO).- “Estar en el agua es libertad”, expresó a AUNO Nicolás Verón, nadador y estudiante de Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, quien participó del documental Aguas Abiertas (2015).
Dirigido por Marcia Paradiso, el film trata de la vida de los nadadores que poseen una discapacidad y cómo son sus entregas a la natación, en primera instancia, en la pileta del Club Atlético Monte Grande y, luego, en la inmensidad del Paraná. Podrá verse el 2 de julio en el club.
Fue estrenado a mediados del año pasado en el cine Gaumont y galardonado en Uruguay (Festival Tenemos que ver, en 2015) y en la Argentina (Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos, en 2016). Además, fue proyectado en España y en la India.
Los ejes del audiovisual son el sacrificio, la voluntad y la garra que ponen los nadadores en conjunto con los profesores y que son alentados por su familia desde la orilla de la pileta o del agua dulce.
Aparte de estudiar en la casa de altos estudios, Verón es un nadador que tiene una discapacidad motriz y un historial grande de participaciones en espacios cerrados y abiertos, como en torneos en la Liga de Discapacidad —en piletas y en el mar— y en la Maratón Acuática Ramallo 2013, reflejada hacia el final de Aguas abiertas.
“A los 500 metros no daba más y el profesor me alentaba para que siguiera, porque es un kilómetro de distancia. Fue muy bueno llegar, una alegría inmensa”, contó el nadador, al recordar sus sensaciones tras terminar la maratón en el imponente Río Paraná.
-¿Cómo fue el origen de meterte al agua?
-Fue gracias a mi entrenador Marcelo y mis amigos que nadaban. Primero, fue en una pileta en el Club Atlético Monte Grande y a los pocos meses estaba metido en un río. Somos un grupo de amigos que nada en la Liga de Capacidad Diferente. También, participo de torneos en el mar de San Clemente, en el río y en piletas.
-¿Qué es nadar?
-Estar en el agua es libertad. Podés hacer lo que vos quieras y aparte te olvidás de todo. Estás sólo nadando.
-Contame un poco del documental.
-Se empezó a filmar en el club en 2012. Yo entré un año después, casi al final. Fue hermoso nadar en Ramallo. Nunca pensé que iba a estar ahí. Es hondo y ancho (el Paraná). Nadás contra la corriente, si no te lleva. Vas con un profesor, un guardavida en un kayak y la Prefectura está a lo lejos.
-¿Cuáles fueron tus sensaciones tras llegar a la meta?
-Una alegría inmensa. A los 500 metros no daba más y el profesor me alentaba para que siguiera, porque es un kilómetro de distancia. Fue muy bueno llegar.
-¿Cómo es la pista acuática?
-Es en el río y cada 500 metros hay una marca (una boya grande). Hay maratones de 500 metros; de 1, 4 y 8 kilómetros. Yo hice de 1 kilómetro. En cada llegada hay puntos de referencia.
-Tu debut en el río fue en Ramallo, contame esa experiencia.
-Lo más lindo es nadar en el Paraná. Al principio tenía miedo de entrar. Se dio y disfruté que lo pude hacer. También hay nadadores convencionales. Es una maratón.
-¿Hay diferencia entre un nadador convencional y vos?
-Sí, la hay. En la velocidad. Yo no puedo nadar todos los estilos. Pero, en el sentido de la garra y la actitud, nos parecemos bastante.
-¿Cómo combinás la facultad y la natación?
-Lo principal es que me vaya bien y seguir con la natación. Soy ingresante de este año de Periodismo. Se me complica (la competencia deportiva) con los horarios de estudio. Mi objetivo es que me vaya bien en la facultad y seguir en el agua.
AUNO-20-05-2016
ALR-MDY
