Lomas de Zamora, enero 26 (AUNO).– Los trabajadores del Centro de Recepción, Evaluación y Ubicación (CREU) provincial, ubicado en Lomas de Zamora, realizaron una jornada de lucha y una radio abierta el martes pasado para visibilizar el conflicto que existe dentro del centro y denunciar el vaciamiento en el área de niñez por parte del gobierno de María Eugenia Vidal. También advirtieron que por la falta de personal se produjo la fuga de nueve menores el viernes pasado.
Alrededor de las 7.30 los trabajadores nucleados en ATE se reunieron en la puerta del centro ubicado en Larroque y 12 de octubre para dar difusión al conflicto que están atravesando luego de el gobierno bonaerense dispusiera “arbitrariamente” el traslado de 17 trabajadores a otras dependencias.
Además advirtieron sobre la “falta de políticas” en niñez y el “vaciamiento” que se está llevando a cabo en el área con el fin de instalar un sistema penitenciario y carcelario en los centro de menores.
“Contamos con la presencia de varias organizaciones sociales que nos apoyan en este conflicto y nos dieron su solidaridad para poder afrontar los golpes duros que estamos recibiendo. Esta jornada de lucha nos fortalece y nos da aire para seguir de pie”, enfatizó el delegado Alejandro Fernández, y contó que, por el momento, el traslado de los trabajadores “está en un impasse debido a las presentaciones legales colectivas e individuales que se realizaron”.
Según los expedientes que pudieron ver los trabajadores, en donde se dispone el traslado de los mismos, “no se tiene en cuenta” el trabajo que se hace en el CREU y “sólo tienen en cuenta la cantidad de gente necesaria para atender las necesidades básicas de los chicos, tal como servir la comida y nada más”. “La idea es que se vayan 17 compañeros y que no haya ni un solo reemplazo, se quiere equiparar para abajo”, enfatizó.
Asimismo, Fernández advirtió que “se están recortando las políticas de niñez y no es una medida inocente”, ya que el gobierno provincial “no quiere ninguna política de contención para los pibes” y sostuvo que la decisión de remover a los trabajadores es porque en el CREU lomense “se trabaja con una perspectiva diferente” y a través de medidas de fuerza “se pudo conservar un número decente de trabajadores”.
Fuga de menores
Los trabajadores del CREU de Lomas de Zamora desde hace un tiempo reclaman la falta de personal lo que complica el trabajo con los 70 menores que se encuentran en el lugar. En este contexto, nueve menores se fugaron el viernes por la noche y aún son buscados por las autoridades.
La Fiscalía acusó a los trabajadores de complicidad con la fuga, a lo cual, Fernández replicó: “Esa acusación de complicidad se cae a los dos minutos porque venimos denunciando la falta de personal y ese día se dejó asentado a las autoridades que faltaba personal y una situación así podía pasar”.
El coordinador Manuel Roldán se encontraba ese día de guardia y contó su versión de los hechos: “Ese día por la falta de personal y de insumo se determinó que no estaban las condiciones para trabajar en el módulo 1 y 3. Sin embargo, nos hicimos cargo porque estamos para garantizar los derechos de los menores”.
“Durante la noche, estaba yo solo en el módulo 3, fui a ver si mi compañero tenía novedades, dejé el módulo cerrado como es debido pero los menores habían conseguido unas llaves y en ese momento abrieron las habitaciones, rompieron las puertas para salir y se fugaron. Fueron nueve pibes de un total de 20 que hay en el módulo”, agregó.
Luego, aclaró: “No se fueron como panchos por su casa llevaron a cabo una fuga sumamente exitosa. Al haber falta de personal, yo haciéndome cargo del módulo sólo, vieron su oportunidad. Una vez que tomaron la terraza, el perímetro del centro no es como en un penal y el personal policial que custodia no los vio o dicen no haberlos vistos”.
Bajo la misma línea, Roldán advirtió que la falta de personal, insumos e infraestructura “entorpece el trabajo en todo momento” y denunció que los jóvenes “tienen que estar un mes o dos meses hasta que se evalúa a dónde tienen que ir”, pero muchos están dos años allí cumpliendo la preventiva, por lo que “la falta de tipificación no permite que haya talleres adecuados o que no haya talleres porque se suma la falta de insumos y herramientas”.
“El sistema no alienta a que el pibe cumpla su condena. Al tener un día sin nada que hacer, y así todos los días, suceden estas cosas”, advirtió y puntualizó que “la única recreación que tienen es salir al patio, jugar al ping pong, mirar televisión o escuchar música”.
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