Especialistas recomiendan cómo prevenir infecciones respiratorias en niños

Mantener a los niños en ambientes ventilados, libres de humo de tabaco, y una adecuada lactancia materna son, además de las vacunas, la clave para prevenir las enfermedades respiratorias pediátricas que aparecen con el otoño y el invierno y pueden derivar en internaciones.

(AUNO/Ciencia) Cumplir con una adecuada lactancia materna y mantener a los niños alejados del humo del cigarrillo son, además de la vacunación, las medidas más eficaces para prevenir las infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB), como la bronquiolitis, la neumonía y la bronquitis, según lo sugiere un grupo de especialistas en pediatría y vías respiratorias.

Las infecciones respiratorias agudas bajas constituyen en esta época la primera causa de consulta al médico en menores de dos años, al punto que el 30 por ciento de esas consultas corresponden a casos de síndrome bronquial obstructivo.

Según los especialistas del Consejo Asesor para la Prevención de Infecciones Respiratorias Agudas Bajas en la Infancia, los principales causantes de esas patologías son el Virus Sincicial Respiratorio (VCR), los virus de la influenza y bacterias como el neumococo.

Néstor Vain, profesor adjunto de Pediatría de la Facultad de Medicina de la UBA, afirmó que “uno de los grupos de riesgo más alto en relación al contagio son los bebés prematuros” y sostuvo que el virus que causa “el mayor porcentaje de infecciones es el VCR”.

“En los casos de los prematuros, los pediatras y neonatólogos estamos más alertas para prevenir las infecciones respiratorias, y a las medidas de higiene habituales, le sumamos la vacunación contra la influenza y el neumococo y, cuando está indicado, la aplicación de anticuerpos monoclonales contra el VSR”, explicó Vain.

El especialista destacó que la medida de prevención “más importante es la lactancia materna exclusiva en los primeros meses de vida del bebé, y evitar la exposición a cualquier tipo de humo, especialmente el de tabaco.

También recomendó “evitar el contacto de personas enfermas con los niños pequeños”, ya que “los adultos que tienen como síntoma un estado catarral pueden ser portadores del Virus Sincicial Respiratorio”. Este virus, en menores de 5 años, puede desencadenar bronquiolitis o neumonías.

“Por eso, si algún adulto está con tos o resfrío, debe pasar el menor tiempo posible con el bebé. Y cuando lo tenga en brazos, debe lavarse previamente las manos y, si es posible, usar un barbijo, o cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar”, sugirió Vain.

Entre las recomendaciones que permiten evitar contagios, el especialista mencionó: “No utilizar desodorantes de ambiente, ventilar las habitaciones y evitar condiciones de hacinamiento, evitar el paso de mano en mano del bebé cuando lo visitan familiares y que los niños no compartan vasos o cubiertos”.

La pediatra Patricia Climent, del Hospital de Niños de La Plata Sor María Ludovica, destacó además que “debe cuidarse el estado nutricional de las mamás que amamantan”. “Es fundamental que reciban una alimentación rica en calorías, proteínas (carne, huevos) calcio, hierro y vitaminas”, sostuvo.

“El amamantamiento tiene prioridades inmunológicas únicas que protegen al niños contra infecciones respiratorias, diarreas y otitis. Los chicos que son amamantados tienen un riesgo mucho más bajo de internación que los que reciben alimentación con biberón”, enfatizó Climent, que es jefa del Consultorio de Seguimiento de Recién nacidos de Alto Riesgo del hospital plantense.

Por otra parte, por la gripe o influenza, se duplicaron en los dos últimos años las internaciones en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez: mientras en 2005, del total de chicos hospitalizados por infección respiratoria aguda el 6 por ciento tenía gripe, en 2007 la tasa fue del 12 por ciento.

En Argentina, la vacuna antigripal está recomendada en niños con enfermedades pulmonares, cardiovasculares, asmáticos, diabéticos, con insuficiencia renal o inmunodeprimidos.

EV

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