El arco político de Argentina atraviesa «un conflicto de identidad», con un peronismo convulsionado por las causas contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género y tráfico de influencias, mientras el oficialismo mira con atención la caída de la imagen positiva de Javier Milei en las encuestas. Así lo analizaron investigadores y consultores en un panel organizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
En un debate abierto al público, la docente de esa casa de estudios y directora de la consultora Analogías, Marina Acosta; la abogada, periodista y especialista en opinión pública, Julieta Waisgold; y el director de Proyección, Santiago Giorgetta, reflexionaron el pasado jueves 15 de agosto sobre la situación de los partidos políticos de cara a las elecciones legislativas del año próximo.
Al analizar la situación de la oposición, Acosta ponderó a la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, como «los líderes que tiene la oposición«, en un contexto en el que la imagen del ex presidente Fernández es golpeada por las denuncias en su contra y el ex candidato presidencial Sergio Massa no aparece en la agenda pública. «De quien más se espera es de ella», señaló.
Giorgetta explicó que cuando los opositores no justicialistas ni de izquierda “van en contra de las políticas del oficialismo, sienten que se vuelven peronistas y eso no les gusta”. «¿La Unión Cívica Radical (UCR) puede ser catalogada como oposición?”, cuestionó en ese sentido. “Hay una oposición que no puede llamarse así», subrayó.
A su turno, Waisgold argumentó que la opinión pública ve al centro como “algo marginal” y en ese sentido, enfatizó que “hay que pensar qué ofrecen» las alternativas a La Libertad Avanza (LLA) y si esas propuestas «llevan a algún lado”.
El peronismo, en un lugar incómodo
Acosta explicó que el justicialismo «entró en crisis» a partir de la derrota en las elecciones legislativas de 2021. En esos comicios, Juntos por el Cambio (JxC) ganó en 12 provincias de las 23 que conforman el país y en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el Frente de Todos (FdT) triunfó en apenas 9 distritos.
De esa manera, el ex presidente Mauricio Macri consolidó más del 42 por ciento de los votos y el peronismo, un poco más del 34 por ciento.
A pesar de los resultados electorales, el FdT se quedó con 35 bancas en el Senado, mientras que JxC obtuvo 33. Lo mismo pasó en la Cámara de Diputados: 118 para el justicialismo y 116 para la oposición.
Acosta precisió que el peronismo «tiene más del 35 por ciento de imagen positiva» en la opinión pública, aunque reconoció que atraviesa un momento «muy complejo» por las denuncias al ex presidente Fernández por violencia de género contra la ex primera dama Fabiola Yañez y por corrupción en la causa conocida como Nación Seguros.
«La sociedad es sensible a este tipo de casos», advirtió la directora de la consultora Analogías. Para Acosta, las investigaciones contra Fernández llegan «en un momento de mucha debilidad para el peronismo», aunque analizó que ese dirigente fue uno de los responsables del deterioro del partido y por ese motivo, el espacio «es sancionado públicamente».
Giorgetta, por su parte, aseguró que esta oposición «tiene chances» de ganar bancas en las elecciones del año próximo, pero eso dependerá si saben «tomar las oportunidades».
Para el director de la consutora Proyección, ganará el espacio que «esté menos dispero y más unido», porque la alianza que ocurrió en 2023 entre el PRO y LLA «se va a romper» para el año próximo.
Caras y propuestas viejas
Con Horacio Rodríguez Larreta alejado del partido que lo llevó a ser jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2015- 2023) y Patricia Bullrich en el equipo del oficialismo, Macri intenta rearmar el PRO.
«Es algo nuevo con caras viejas”, consideró Giorgetta, a lo que Acosta agregó: «No se sabe si está adentro o afuera (de una alianza con Milei)».
Waisgold explicó que «el discurso del PRO es el mismo que llevó a Macri a ser jefe de Gobierno de Ciudad de Buenos Aires» en 2007. En su carrera presidencial, el dirigente apuntó al antikirchnerismo, pero Milei logró «agrupar todo», porque “su prédica iba dirigida contra la casta”, concluyó.
La llegada y caída del libertario
Giorgetta advirtió que “la imagen del Gobierno muestra una caída de tres meses consecutivos», ya que sus electores «están enojados ni se sienten identificados”. “Lo que sucedió fue que votaron para castigar a la política, y ahora se dan cuenta que el castigo era para ellos”, argumentó el consultor.
Quienes eligieron a Milei, “no era un loco”, sumó Waisgold, y continuó: “No escuchaban sus propuestas, sólo veían lo nuevo, lo distinto”.
AUNO-30-08-2024
ANV-MB
