El temor a perder el trabajo

Obreros metalúrgicos denuncian que la empresa que construye el Gasoducto de Bolivia «incumple» un acuerdo de regularización laboral que contempla a 80 personas. «Si el escenario mundial no cambia hay peligro de que se produzcan despidos a principios del 2009», pronosticaron los empleados, para quienes la compañía «está en condiciones de enfrentarse a la crisis» sin efectuar cesantías.

Bajo la consigna “no a los despidos, sumate a nosotros”, los trabajadores de una empresa productora de caños para gasoductos, ubicada en Valentín Alsina, Lanús, denunciaron a las autoridades de la compañía que construye el Gasoducto de Bolivia por “incumplimiento” de un acta firmada a principio de año que estipulaba la efectivización de 40 obreros para julio de 2008 y preveía discutir la situación laboral de otros 40, en septiembre pasado. Ante esta situación que también repudia los “contratos eventuales”, los metalúrgicos auguran y temen despidos para principios de 2009.

El “incumplimiento” del convenio fue denunciado en el Ministerio de Trabajo bonaerense, y se aguardan las indicaciones a seguir. Sin embargo, éste no es el único motivo que inquieta a los empleados de Tenaris. El fantasma de los despidos constituye una constante para los metalúrgicos de Valentín Alsina, ya que durante los últimos meses del año pasado, episodios similares fueron denunciados por los trabajadores.

“Vivimos a la expectativa y cuidando cada una de las acciones y comportamientos, que nos condicionan a la hora de trabajar en equipo o de cubrirnos entre compañeros por miedo a cualquier llamado de atención”, comentó un empleado que prefirió reservar su nombre. “A fin de año siempre hay algunas bajas (de personal) y nunca se sabe cuándo le puede tocar a uno.”

A fin de “terminar con un sistema de contratación precario e inestable”, tal como definió a los contratos eventuales el delegado de la de la planta, José Villa, el acta acordada por las autoridades de la empresa Tenaris y los empleados —respaldados por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM)— a principios de 2008 “pretendía efectivizar a los 80 trabajadores que hace tiempo reclaman finalizar con los contratos abiertos”. Pero la compañía sólo regularizó la situación de 19 de ellos que trabajan en el lugar hace tres años y medio, consignó el delegado.

De los 250 empleados que tiene la planta de Lanús, “65 continúan relacionados con la empresa bajo la metodología de contratos eventuales”, informó Villa, “realizan tareas iguales a las del personal efectivo y la antigüedad de la mayoría oscila entre el año o año y medio”. Según el obrero, esta forma de contratación sin tiempo definido “aparece cuando el trabajo aumenta”.

La mayoría de estos más de 60 contratos fueron firmados a mediados de 2006 debido a la demanda productiva para realizar labores en el mercado interno y al mismo tiempo capacitarlos para la obra proyectada del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), más conocida como Gasoducto de Bolivia, que no se concretó.

Un obrero, que prefirió reservar su nombre porque está sujeto a la modalidad de contrato abierto, aseguró a esta agencia que esta situación de inestabilidad los tiene preocupados por su futuro y sin posibilidades de proyectar nada. “Todos tenemos familia y la psicosis y desconfianza permanente es angustiante”, agregó.

Hace dos años que trabaja para la metalúrgica, realizando “las mismas tareas que hace un efectivo”, pero con la diferencia de que son “la moneda de cambio ante cualquier inconveniente”. Según él, Tenaris efectúa estos contratos “con una fecha de inicio pero no de finalización”, es decir que cuando la cantidad de trabajo decrece “te hacen renunciar, bajo la promesa de que te volverán a llamar” cuando la producción lo demande.

Luego de reclamos y negociaciones, en octubre de 2007, los obreros lograron frenar más de 70 despidos de empleados relacionados con la fábrica a través de contratos eventuales y abiertos. Pese a al logro, las bajas se concretaron igual, sólo que un poco más tarde, cuando 33 metalúrgicos fueron relevados de sus puestos de trabajo los primeros días de enero de 2008.

Villa pronosticó que “si el escenario mundial no cambia hay peligro de despidos para principios del año entrante”, aunque aseguró que pese a la crisis financiera y económica que apabulla al mundo, Tenaris “es lo suficientemente fuerte y poderosa como para mantener la dotación” de 250 empleados. Por ese motivo, exigen el pase a planta permanente de los 65 obreros que hace más de un año esperan regularizar su situación.

Según Villa, el acta firmada entre los directivos de Tenaris y los trabajadores “estipulaba efectivizar a 40 obreros para julio pasado, paro sólo se regularizó a menos de la mitad”. Además, el acuerdo preveía que en septiembre, se revisaría la situación de otros 40 contratos abiertos, “pero eso nunca se cumplió”.

Durante los últimos meses, los empleados mantuvieron reuniones con los directivos en las que, denunciaron, “evadían respuestas y mezclaban el tema con otras discusiones que tenían que ver con cuestiones operativas” de la empresa.

RCI-AFD-LDC
AUNO-05-12-08
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