Lomas de Zamora, octubre 23 (AUNO).- Un proyecto de 25 años que se inició con el regreso de Lanús a Primera División en 1992 alcanzará mañana un pico de esplendor sin precedentes cuando hinchas, dirigentes y jugadores lleguen al Monumental como uno de los cuatro mejores de la Copa Libertadores.
Virtudes en el medio, muchas. Casualidades, ninguna. Lanús vive un momento único, con un proceso futbolístico afianzado como pocos en la Argentina, un estilo de juego ambicioso y un trabajo institucional coherente que lo sustenta y mantiene desde hace un cuarto de siglo.
Un presente inimaginable en la década del ‘80, cuando el “Granate” estaba atrapado en el fútbol de ascenso y contaba con un precario estadio de madera sin sistema de iluminación, por lo que tenía que recurrir a canchas como la de Independiente o Banfield (cuando aún no era su clásico) para poder jugar de noche.
Un largo proceso de buenas gestiones dirigenciales sacaron a la institución del letargo, para poco a poco ponerla de pie y llevarla a lugares inimaginables; a crecer en infraestructura y desde lo deportivo.
Lanús lleva 25 temporadas consecutivas en Primera y 13 años ininterrumpidos en competencias internacionales, algo que lo ha llevado a ganarse el respeto de todos los clubes, en especial de los llamados ‘5 grandes’, quienes lo sufrieron en más de una ocasión.
Quizás el caso más emblemático sea justamente su rival de mañana, ya que el claro contraste que existe en el historial entre estos dos clubes desde 1992 asombra y despierta la atención de más de uno, en especial de los que peinan canas.
Hasta 1991, River y Lanús se habían enfrentado en 72 ocasiones, con una diferencia aplastante en favor del “Millonario”, que contaba con 50 victorias contra apenas 4 del “Granate”.
Pero a partir de 1992, la historia comenzó a cambiar a favor del conjunto del Sur del Gran Buenos Aires, que hasta ahora consiguió 20 triunfos contra 17 del equipo de Núñez.
Entre las victorias más significativas de Lanús se encuentran el 2 a 1 en la última fecha del Clausura 2011, que condenó a River a la dramática que luego culminó con su descenso a la B Nacional.
Otro partido muy recordado fue el 3 a 1 que en el mismo escenario por la vuelta de los Octavos de Final de la Copa Sudamericana 2013, campeonato que terminaría en sus manos con Guillermo Barros Schelotto como entrenador.
Ya más cercano en el tiempo se encuentra el 3 a 0 por la Supercopa Argentina de este año en el Estadio Ciudad de La Plata, donde el equipo de Lanús formó con nueve de los once titulares que mañana saldrán a la cancha.
A lo largo de estos últimos 25 años, Lanús obtuvo dos campeonatos internacionales (Conmebol 1996 y Sudamericana 2013) y cuatro locales, tres de los cuales consiguió en los últimos dos años con Jorge Almirón como DT (Torneo de Transición 2016, Copa Bicentenario 2016 y la Supercopa en febrero, que se sumaron al Clausura 2007 obtenido por Ramón Cabrero).
Pareciera ser que la Copa Libertadores, que ayer era un anhelo que se vislumbraba desde lejos, hoy es una posibilidad. La dirigencia ha hecho un gran esfuerzo en mantener a los principales jugadores y al propio entrenador hasta diciembre, para intentar ponerle un broche de oro a un proceso histórico en el club.
Esta semifinal agarra al “Grana” en un excelente momento, consolidado desde lo futbolístico por una notable mejoría de juego que lo llevó a reponerse de un mal arranque de semestre y conseguir cinco victorias al hilo.
Respecto al equipo de Marcelo Gallardo, la ventaja notoria pasa por la cantidad de recursos con los que cuenta: un plantel amplio en nombres como en jerarquía. Sin embargo, eso no le ha posibilitado aún conseguir un once de memoria.
Este es un problema por el cual Lanús no pasó, ya que si bien su plantel es corto, su base titular ha sido siempre la misma a lo largo del año; a excepción de algún cambio específico por lesión.
Para el partido en el Monumental, Almirón tendrá a disposición, y tras recuperarse de distintas lesiones, a los defensores Marcelo Herrera y Diego Braghieri, y a los delanteros Marcelino Moreno y Germán Denis. De estos, solo Braghieri será titular, mientras que el resto tendrá que esperar en el banco de suplentes.
Los once confirmados por el propio DT en conferencia de prensa esta mañana son Esteban Andrada; José Luis Gómez, Rolando García Guerreño, Diego Braghieri y Maximiliano Velázquez; Román Martínez, Iván Marcone y Nicolás Pasquini; Alejandro Silva, José Sand y Lautaro Acosta.
La oportunidad parece ser única e irrepetible. La chance de que el “club de barrio más grande del mundo” pase a la historia grande del continente está a solo cuatro pasos de distancia. Del otro lado espera el Real Madrid y quien sabe cuántas aventuras más. Por ahora, el primer objetivo es “monumental” pero no imposible. El sueño puede hacerse realidad.
MC-AFD
AUNO-23-10-17