El 24 de marzo de 1976 y la Universidad de Lomas de Zamora

Por Julio Raffo*

La Universidad Nacional de Lomas de Zamora tuvo como característica, desde el momento mismo de su creación, la capacidad de participación estudiantil -docente y no docente- en los grandes debates de la época, en la propuesta de aportes concretos a la comunidad local y regional para la comprensión y solución de algunos de sus problemas y en la vida y defensa de una concepción de universidad en la cual sus protagonistas asumían la tarea de aprender, enseñar y organizar la actividad académica, como parte de una gran militancia nacional.

Por ello fue agredida por la llamada “Misión Ivanissevich” primero, en los oscuros días de la “Triple A”, y por la Dictadura Militar a partir del 24 de marzo de 1976.
Desgraciadamente muchos son los nombres de sus mártires perseguidos, asesinados y desaparecidos. Hansen, Molina, “Moncho”, Ocerín son algunos de los nombres de quienes entregaron la vida como consecuencia de su vocación de pertenencia y defensa de la UNLZ. Muchos fueron también los presos y perseguidos en el marco del Terrorismo de Estado.
Pero lo maravilloso es que, aún en aquellas condiciones, hubo quienes continuaron cultivando aquella vocación universitaria original y que, gracias a esa continuidad, hoy impregna su historia. Para detenerme sólo en el profundo símbolo que surge del hacer de un puñado de alumnos y docentes comprometidos de la Facultad de Sociales menciono a la Biblioteca Autónoma de Periodismo “#8220;bap- , nacida en el marco de la dictadura para resistirle. No sólo consiguió hacerlo sino que la ha sobrevivido hasta nuestros días.
En el marco de la restauración de la Memoria de los argentinos respecto del Terrorismo de Estado, propiciada hoy en forma indisoluble por los organismos de Derechos Humanos y el Gobierno Nacional, la UNLZ está presente con el recuerdo de sus mártires, sus perseguidos, y la coherencia de sus resistentes.

(*) Ex Rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora

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