“Los asesinatos, guerras civiles y aniquilamiento de los pueblos originarios no fueron una cuestión de época, porque en la Revolución de Mayo ya hubo pensadores con ideas contrapuestas”, reflexionó el historiador y escritor Osvaldo Bayer durante una disertación organizada por estudiantes del ex Colegio Nacional de Adrogué, en Almirante Brown.
Organizado por el centro de estudiantes “Los chicos del 41” del Instituto Superior de Formación Docente (ISFD), ex Nacional Adrogué, el eje de la disertación fue el “Nacimiento y tragedia de la democracia Argentina”, tema en el que Bayer hizo un recorrido histórico por los hechos trágicos que marcaron a Argentina desde Revolución de Mayo, pasando por la Campaña del Desierto impulsada por el general Julio Argentino Roca hasta el último golpe militar de 1976, pasando también por el Cordobazo, el Rosariazo, la masacre de Ezeiza, la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, los últimos dos ocurridos durante la presidencia del radical Hipólito Yrigoyen.
Para poner el tema sobre la mesa antes de dejarle la palabra al invitado principal, Pedro Rincón, uno de los creadores de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre en Almirante Brown, consideró “central entender cuáles son las potencialidades y los límites y las tragedias de la democracia nacional, como la desaparición de Julio López”.
Por eso, en una pantalla se proyectó un video con imágenes de las marchas que se realizaron en todo el país para exigir la aparición con vida del testigo clave que permitió encarcelar al represor Miguel Etchecolatz, a tres años de su desaparición.
“Por lo menos queremos que esas imágenes nos dejen pensando. No hay que olvidarse que tenemos un desaparecido en democracia ¿Qué pasó con Julio López? ¿Qué tiene que ver nuestra democracia con eso? Ese es un interrogante que debe ser tema prioritario de la agenda”, propuso Rincón, quien también integró el centro de estudiantes de instituto terciario.
Y continuaron las preguntas: “¿Qué nos pasó a los argentinos en 200 años que no fuimos capaces de cumplir al menos uno de los principios de esos patriotas de Mayo?”, cuestionó Bayer ante una sala casi llena de jóvenes y adultos. Es que muchos presidentes, gobernadores y “próceres” violaron los preceptos de la Asamblea del Año XIII, aquellos que debían caracterizar al Estado argentino, como la abolición de la inquisición y la práctica de la tortura, la libertad de vientres de las esclavas y la exención a los indígenas de la obligación de pagar tributo.
Sin embargo, pese a que los hombres de Mayo levantaron la figura de Tupac Amaru como un símbolo y tuvieron una política pacífica con respecto a los pueblos originarios, en 1879 el general Julio Argentino Roca restableció la esclavitud en Argentina abolida por la Asamblea y escribió tras la Campaña del Desierto: “Hemos terminado para siempre con los salvajes. Los bárbaros que inundan las fértiles llanuras han sido destruidos”, leyó el historiador con impotencia. “Y nosotros los argentinos le ponemos a todas las calles principales ‘General Roca’ y dejamos de lado a San Martín”, se lamentó.
Luego, el escritor de 82 años recordó el fusilamiento en 1828 del federalista Manuel Dorrego por orden de Juan Lavalle, aunque esa práctica ya había sido abolida, y el asesinato de Facundo Quiroga en 1853. “Teniendo en cuenta los principios de Mayo, no se pueden justificar esas matanzas”, resaltó el escritor de la Patagonia rebelde.
En la misma línea, en 1902 Roca aprueba La ley de Residencia, “la más cruel de la legislación argentina”, que habilitó al gobierno a expulsar a inmigrantes sin juicio previo y fue utilizada para reprimir la organización sindical de los trabajadores, expulsando principalmente anarquistas y socialistas.
“Los primeros inmigrantes españoles e italianos vivían hacinados en las habitaciones de los famosos conventillos. Y luego, un grupo de mujeres es reprimido por Ramón Falcón durante la ‘Huelga de los conventillos’”, señaló Bayer.
Para construir una realidad más justa, es necesario que los acontecimientos que tiñeron de sangre la historia del país no queden en el olvido. Y a eso apunta Bayer en sus libros, porque “hay que aprender de los hechos políticos y sociales para fortalecer la democracia”, abogó el intelectual que tuvo que abandonar el país en 1974 por figurar en las listas de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).
Así, las prácticas antidemocráticas se repitieron sistemáticamente a lo largo de la historia. Por eso, en diálogo con AUNO, Bayer subrayó que “es importante que los jóvenes sepan lo que ocurrió en nuestra historia, porque hubo muchas personas que lucharon y dieron su vida por un país distinto”.
Sin embargo, “siempre fuimos atacados por la muerte, la cárcel y las torturas”, reflexionó el escritor y consideró que “los jóvenes tienen que fundamentar un país diferente, aprendiendo de toda esta historia que hemos vivido”.
Durante la charla participaron también los creadores de la reciente liga Argentina por los Derechos del Hombre de Almirante Brown y el Espacio Carta Abierta de la zona sur del Gran Buenos Aires.
SES-MLC-AFD
AUNO-02-10-09
aauno@yanoo.com.ar