La disposición de la sala no daba indicios de lo que ocurriría luego. El escenario por un lado, las mesas y las sillas por otro: un típico show de café concert. Y para eso iban preparadas las sesenta personas que asistieron al espectáculo: para ver sin ser vistos, para ser sujetos pasivos de un mundo que empezaría y terminaría arriba de las tablas. Los que no conocían a Teatro Kabeza se encontraron con algo muy distinto.
“Salimos al escenario con una impronta y hay que resolverla; nunca sabemos cómo va a terminar”, cuenta Darío Segura, intérprete del personaje “Ramirito” y coordinador de Teatro Kabeza. El grupo funciona hace cinco años y desde hace uno y medio que se presenta todos los viernes a las 23 en el teatro Las Nobles Bestias, de Temperley.
El primer personaje de la noche de jueves en el Teatro Ceta de Lomas de Zamora fue “el doctor Enzo Tenzo”. Abrió el espectáculo –y lo que fue la primera fecha del ciclo itinerante de humor #Prisma con un monólogo sobre las cosas que “acaban”, comenzó a hacer preguntas a las personas del público y paseó por las mesas bebiendo de los vasos ajenos, ante la gracia y el estupor general.
Aquellos que eran interpelados por el actor –al principio- se incomodaban. “Todo acaba. ¿Por qué? ¿Por qué?”, clamaba Tenzo. Encaró a una persona que estaba delante de todo y le consultó, con todo su histrionismo: “¿Por qué? ¡Vamos, preguntame ¿por qué?!” El hombre respondió con un hilo de voz. Ante la repregunta del actor, contestó: “¿Por qué?”, con la cara colorada por las sesenta miradas que lo seguían. Esta escena se repetiría durante la noche, con distintas tópicas y con diferentes personas.
“El público hace la mitad del número y eso genera sorpresa e imprevisión”, explica Rosa Salomón, intérprete del personaje “Lucrecia Vichenza”, que hizo bailar a parte del público con una coreografía enseñada en el momento. “Uno sabe a dónde quiere conducir al público y tiene que hacerse cargo de las propuestas que puedan surgir en la improvisación”, asegura.
Además de sentirse –y ser- parte de la obra, el público pudo disfrutar de un sutil humor político, abordado desde la ironía y la sátira. Así, ante una referencia al sindicalismo, a las obras sociales, a viejos y nuevos políticos lomenses y de la provincia de Buenos Aires, el público reía y aplaudía en reconocimiento a un rasgo identitario muy propio del Teatro Kabeza: la pertenencia al Conurbano.
“Teatro Kabeza es un encuentro recontra popular. Es un grupo de gente que se junta a hacer teatro desde lo lúdico, lo absurdo y lo poético. El Teatro Kabeza es Teatro Kabeza, como su nombre lo indica”, cuenta “el Chino” José Pablo Suárez, quien interpretó esa noche el papel de la vicedirectora escolar “Irene Cañete”.
El estilo del espectáculo se originó cuando los artistas implementaban “Clown en las plazas” donde requerían “la participación del público”. Allí, cuenta Segura, “hay que prestar atención al público y a todo lo que sería lo callejero: si llueve, si sopla el viento, si hay uno rubio, otro morocho, o uno pelado. Esa capacidad de atención te la da la calle”. Y así ocurrió durante el espectáculo: ningún comentario del público pasó sin que los actores lo utilizaran como un recurso para crecer con la improvisación.
El ciclo de humor Prisma continuará los jueves de julio a las 21 en el Teatro Ceta con las presentaciones de “Chiche Bombón”; “Papas Bravas” y “Conurbano Maldito + El gran cuento”. Para realizar reservas, los interesados podrán comunicarse al 4244-9778.
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JL- SAM