Monte Grande, 5 de agosto (AUNO).- El colectivo de ambientalistas Unidos por Laguna de Rocha denunciaron que “no hay voluntad política para preservar” ese humedal ubicado en el distrito de Esteban Echeverria y declarado reserva natural en febrero de este año.
Tras más de 15 años de lucha vecinal, la Laguna de Rocha fue declarada reserva natural, pero de las 1400 hectáreas que tiene el terreno, la mitad quedó protegida, y de este total unas 64 hectáreas que fueron cedidas por el gobierno nacional a Racing Club y Boca Juniors, en 2009 y 2011, respectivamente, para el desarrollo de actividades deportivas y recreativas.
Uno de los integrantes del colectivo ambientalista, Martín Farina, destacó a AUNO que las 700 hectáreas restantes estaban en manos de empresarios privados y que para incorporarlas como “reserva” las autoridades bonaerenses tendrían que “expropiar” el terreno, cosa que era “imposible de llevar a cabo para una provincia en quiebra”.
La laguna se encuentra oculta en la localidad de El Jagüel, una de las entradas es el cruce de las calles Chimondegui y Mainer. Desde ahí, sólo se ven pastizales, campos verdes hasta el horizonte, un bosque que aparece a medida que uno se adentra en el terreno y los juncos y el barro como arena movediza señalan el comienzo de una laguna con varios espejos de agua poco profunda y con peces, “no aptos para la pesca”.
Uno de los inconvenientes más graves se presenta en la zona lindera a la reserva, en el Barrio Malvinas, donde hay un basural cuyo olor es nauseabundo y que ocupa más de dos cuadras de largo. Allí, algunas familias de los asentamientos cercanos van con sus hijos a escarbar en la basura.
“A nivel municipal se ha trabajado en detrimento de la laguna. No sólo se reducen las tierras sino que cada vez hay más basura”, aseguró Farina en diálogo con esta agencia.
Sin embargo, destacaron como “algo muy positivo” la inauguración, la semana pasada, de una planta de tratamiento cloacal que se ve desde la laguna, a cargo del intendente echeverriano, Fernando Gray, a quien invitaron a la celebrar la “corpachada” pero no asistió. La planta permite cumplir una norma de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) que indica que todos los desechos tratados deben terminar en la rectificación del río Matanza, cosa que antes no sucedía porque los residuos eran depositados en la laguna.
Según el activista, otra cosa de suma importancia que falta en el humedal y que es condición fundamental de una reserva natural es la “implementación de un plan de manejo” donde se marquen senderos, se designe un lugar de recreación para los vecinos, se establezcan guardabosques que cuiden el lugar y se delimiten sectores para investigaciones biológicas y antropológicas.
En marco de los festejos en honor a la Pachamama, los integrantes de la agrupación realizaron una ceremonia de ofrenda de alimentos, como lo hacen todos los años, alrededor de un árbol Tala de más de 180 años en el centro del predio. Ahí aprovecharon la ocasión para contarles a unos 60 vecinos la situación en la que se encuentra el humedal. La idea es difundir que existe una laguna en Esteban Echeverría y que “hay que cuidarla”, porque la “mayoría de los vecinos no saben” de su existencia.
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