Con la vuelta a clases, la mochila la cargan lxs niñxs y las madres

Históricamente son en su mayoría mujeres las que garantizan que a sus hijos no les falte nada para ir al colegio, pero ¿a qué se debe una división de tareas tan dispareja? AUNO dialogó con tres mamás de contextos económicos y familiares diferentes, con hijos en etapas escolares diversas.

El ciclo lectivo comenzó esta semana en algunas provincias del país, y con ello el inicio de una rutina que no impacta en todos los miembros de la familia por igual. Con la vuelta a las aulas después del verano se detectan patrones en la forma de repartirse las tareas de escolaridad de los niños y niñas, y un estudio comprobó que suelen recaer con más fuerza en los hombros de las mamás.

Las madres son las encargadas de realizar la mayoría de las actividades que tienen que ver con la escuela. La diferencia más sustancial entre las actividades, repartidas entre hombres y mujeres, está en el diálogo con la escuela mediante el cuaderno de comunicaciones o WhatsApp: el estudio demostró que el 91 por ciento de las madres se encargan de esta tarea, mientras que los padres lo hacen en un 39 por ciento.

El estudio encontró resultados similares cuando se trata de la vestimenta de las chicas y chicos con la compra de guardapolvos y uniformes: en un 85 por ciento es más una responsabilidad de las madres, mientras que sólo un 25 por ciento de los hombres se encarga de esa tarea.

Las mamás, al frente

Camila Maidana tiene 23 años, trabaja desde su casa, es madre de un nene de 4 años y está separada del papá de su hijo. “Yo me hago cargo de absolutamente todo, cualquier actividad que tenga que preparar mi hijo en casa y llevarlo me encargo yo para que sea de una manera óptima y organizada”, contó Maidana sobre la división de actividades del jardín.

El arreglo entre ellos en parte es económico, porque si bien él no carga la mochila de las tareas, pone su parte de otra forma: “El colegio lo está pagando él este año, pero yo me hago cargo del resto. No me sirve, pero tampoco me sirve que se hagan las cosas a su manera, a último momento, así que trato de tomar lo mejor que puedo”, comentó.

El mismo resultado se ve en una realidad muy distinta como es la de Valeria Gómez, de 43 años y madre de una hija de 15 que va a un colegio bilingüe. “Todo lo que se refiere al colegio, tanto los libros como el uniforme y la comida me encargo yo. El papá no se encarga de nada”, contó sobre cómo se divide las tareas con su marido al ser él quien trabaja y ella la que se queda en la casa.

En este punto también sobresale la responsabilidad de las viandas, ya que en un 86 por ciento es tarea de las madres y en un 45 de los padres, según datos del informe de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la consultora Voices!.

Al igual que en el caso de Maidana y su ex pareja, el marido de Gómez se encarga sobre todo de la parte económica, pero no se desentiende del todo: “Lo que hace es pagar la cuota, pero sí va a los actos importantes y está presente en esas cosas”.

Como se ve, tener o no trabajo, y la realidad económica sí pueden jugar en cómo se dividen las tareas, pero en estos dos casos con familias e ingresos diferentes, los resultados son bastante similares. María José Carreras, de 43 años, empleada, casada y con un hijo de 17 años también se carga al hombro la mayoría de las actividades. “Mi marido no participa porque sabe que yo voy a resolver todo, entonces quizás actúo mal yo. Tendría que hacerlo participar más, y quizás actuaría de otra manera, pero ya está, es el último año”, explicó.

Su hijo va a un colegio público, y la división de responsabilidades no va en lo económico, por lo que no sale en favor de ella de ninguna manera. Ambos trabajan la misma cantidad de horas en la misma franja horaria y a la misma distancia de su hogar, pero de alguna manera se dio por sentado que ella se encargaba de la escuela.

La tarea en la que más participan los padres es en el traslado a la escuela: en un 73 por ciento se encargan las madres frente a un 60 del padre. A pesar de ser la responsabilidad de la que más se encargan, no quiere decir que no sean capaces de involucrarse más.

¿Dónde están los padres?

Las tres madres entrevistadas destacaron que en la puerta del colegio y en los grupos de comunicación se ven sobre todo mujeres, y que podrían delegar tareas en los padres porque los ven capaces de realizarlas. “Se nota que si yo no estuviera, él podría hacer las cosas a la perfección, no es que no sucederían. Ahí hay un acomodo raro, yo me hago cargo de que las cosas, porque también me interesa que se hagan de una manera”, subrayó Maidana.

Esto lo reflejó también Gómez: “Lo siento capaz de tener la responsabilidad y creo que lo haría bien. Quizás no lo hago tan partícipe, porque entiendo que a él su trabajo le lleva mucho tiempo y realmente no tiene el espacio para hacerlo”, explicó.

“Creo que mi marido es capaz de hacer las tareas que hago, pero no las hace porque prioriza su trabajo. Sí hace alguna tarea si yo no puedo hacerla y se lo pido”, comentó Carreras.

Estas realidades reflejan bastante los resultados del estudio, y demuestran que más allá de los contextos tanto económicos como familiares siempre terminan siendo las mujeres las que cargan con la mayoría de actividades. Ya sea por falta de tiempo o por el trabajo, aunque siempre se puede encontrar una razón para los arreglos, no se delegan tareas escolares a los papás.

Aunque hay casos de mamás que tienen más tiempo, porque los hombres son los que trabajan, ésta no es una realidad generalizada dado que en la actualidad las mujeres también tienen empleos pero aún así tienen que hacerse los tiempos para encargarse de cumplir las necesidades de sus hijos en el colegio.

Los contextos ya no son los mayores justificativos para explicar por qué las mujeres tienen más responsabilidades, por lo que es importante demostrar que más allá de todo, los hombres siguen contando con que de alguna manera las mujeres encontrarán la forma.

AUNO-28-2-23
CR-SAM

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