A 26 años del estreno de esa obra, se presentó el sábado último en el Teatro Maipú, “El diario privado de Adán y Eva” protagonizada por dos grandes referentes del universo teatral: China Zorrilla y Carlos Perciavalle, quienes volvieron a escena con un musical lleno de humor y picardía.
“Hoy tuvimos un público estupendo, de entrada lo miré a Carlitos y le dije ‘qué buen público’. Habíamos dicho cuatro frases y el público mostró su agrado como diciendo ‘van bien’, entonces, actúas mucho mejor, porque es un rebote”, explicó China en diálogo con la Agencia Auno.
Emocionada, Zorrilla reflexionó: “Yo he tenido suerte en mi vida desde que nací, con los padres y la infancia que tuve, y con lo bien que me va todavía a los 86 años. Puedo parecer vieja, enferma y arruinada, lo único que importa es que pueda estar en un teatro, cuando subo al escenario me olvido de todo y soy feliz”.
La obra es teatro leído con un humor simple y directo, pero al mismo tiempo pícaro y emocionante, donde los actores hablan de la creación, de la pareja, del paraíso, del pecado original y de cómo el primer hombre y la primera mujer fueron expulsados del Paraíso para vivir en otro, juntos.
“No es una obra fácil, tiene un humor muy fino, es muy cómica pero no es de carcajada, es un disfrute de oír un texto tan gracioso, acá prima el humor”, señaló China, que representa de manera significativa a Eva.
Exclamó: “¡Hay que hacer un diálogo entre Adán y Eva a esta altura del partido!, y agregó: “Con las cosas que uno oye en los escenarios, acá tenés la oportunidad de decir muchas barbaridades, pero no se dicen, hay mucho sugerido y de picardía”.
Perciavalle y Zorrilla le ponen vida a la pieza de Twain con canciones elaboradas por la propia China porque ambos actores cantan en el escenario acompañados en vivo por el pianista Martín Piegari, de tan sólo 20 años.
Por su parte, el productor ejecutivo de la obra, Daniel Elsei, dijo que “realmente, en esta obra se apuesta a la vida; teníamos ganas de hacerla hace rato porque es algo que ellos hicieron hace mucho” y destacó que “para Carlos (Perciavalle) esto fue una renovación para dejar los monólogos y hacer una obra de teatro que es una maravilla”.
Con una sala repleta y tras un emotivo final, ambos fueron ovacionados y cerraron el espectáculo con una canción a todo ritmo y color. “La vida es una y hay que disfrutarla porque vale la pena”, concluyó Perciavalle cuando caía el telón.
La obra vuelve al Teatro Nacional de la Ciudad de Buenos Aires, hasta el 25 de mayo. Después arranca la gira por Mar del Plata, Córdoba, Paraná y Rosario. También “hay propuestas para Uruguay, España y Chile; la idea es que esto tenga continuidad”, remarcó el productor ejecutivo.
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