Lomas de Zamora, noviembre 1° (AUNO).- Luego de cinco días de expectativas para los familiares y amigos de Melisa Tuffner por escuchar los alegatos finales y la esperada sentencia, el juicio oral contra el femicida Oscar Sosa se extendió una semana más.
Durante la audiencia de ayer en los Tribunales de Lomas de Zamora estaba prevista la lectura de los alegatos de clausura de las dos partes, pero los jueces postergaron esta instancia para el martes que viene y la condena del asesino de la joven de 22 años se conocerá recién en dos semanas.
Durante la jornada declararon los especialistas que realizaron las pericias psicológica y psiquiátrica y revelaron que Sosa es “narcisista”, “antisocial”, con características “psicopáticas” y predisposición a actitudes “descontroladas”.
Sosa, desde atrás del escritorio de la defensa, permaneció inmutable y aparentemente ajeno a lo que sucedía mientras los profesionales desentrañaron los matices de la personalidad y la psiquis de una persona, como mínimo, temible.
La psicóloga de la oficina pericial de Lomas de Zamora, Debora Ayzaguer, expuso que, luego de reiteradas entrevistas y tests, pudo determinar que el acusado tiene “rasgos de personalidad narcisista” que le hacen “sobrevalorar y sobredimensionar” todos sus aspectos positivos y descartar los negativos.
Además, Sosa tiene una “conducta antisocial”, que hace que no perciba las normas o que le apetezca transgredirlas y en ese caso actúa como si hacer eso fuera “lo correcto”, lo que “está bien”, e incluso tiene un discurso por momentos religioso en el que usa la imagen de Dios como guía, caracterizó la perito.
El psiquiatra Carlos Guillermo Voss apeló para fundamentar su pericia a la historia de vida del acusado, que fue abandonado por su madre de bebé y vivió en distintas casas de familiares toda su infancia, y por eso aseguró que desarrolló “características psicopáticas”.
Voss también identificó en Sosa una “labilidad” o “falta de estabilidad emocional” y una manera de ser en la que tiene predisposición a conductas “descontroladas” y “desviadas de la norma”, además de un trastorno para relacionarse con la gente.
Ambos profesionales coincidieron en que tiene y tuvo plena consciencia de la criminalidad de sus acciones al matar a Melisa Tuffner de una puñalada en la sien, el 19 de julio de 2015 cuando, según asegura la familia, intentaba abusar de la chica.
No se lo condenará por femicidio, como exigió la familia, sino por homicidio simple, a pesar de las declaraciones de los peritos y de los 13 testigos que se presentaron en la primera audiencia el jueves pasado, entre los que estaban su exesposa, que lo denunció por violencia de género y su prima que lo denunció por abusar de su hija, sobrina del imputado.
El fiscal de la causa, Pablo Pando, explicó a AUNO que, a pesar de que se analizó la posibilidad de acusarlo de homicidio agravado o femicidio, no fue posible porque “no se pudo demostrar que Melisa haya muerto por su condición de mujer”. Las únicas pruebas materiales que lo incriminan son videos de cámaras de seguridad en los que se ve a Sosa siguiendo a Melisa segundos antes del crimen.
Pando, de todas maneras, se mantiene con las expectativas altas y aseguró que espera lograr la condena del imputado por la mayor cantidad de años posibles, que por homicidio simple son 25.
“Creo que las pruebas que se han presentado al tribunal demuestran no solamente la forma en la que murió Melisa Tuffner sino también que no existe posibilidad de que la haya matado otra persona que no sea el imputado”, afirmó, aunque reconoció que la Fiscalía no puede tener pretensiones más allá de las posibilidades que ofrece la carátula del crimen.
La prolongación del juicio decepcionó bastante a los familiares y amigos de Melisa, que esperaban dar por finalizada hoy una espera angustiante de dos años para obtener justicia, pero celebraron que los jueces se tomen el tiempo para analizar con detenimiento la causa con la expectativa de poder obtener la pena máxima que exigen que se le dé al asesino.
La mamá de Melisa, Hebe Cuenca, confía en que Sosa “va a quedar preso”, y espera que eso sirva para que “no lastime más a nadie”.
Cuenca resaltó que la defensa del asesino no tiene ninguna prueba a su favor ni ningún testigo de su parte —hoy, de hecho, debía declarar su hermana pero finalmente no accedió a presentarse frente al tribunal—, pero remarcó su disconformidad con la carátula de homicidio simple, que debería haberse cambiado a la de femicidio.
Sosa tiene un historial criminal importante, con una detención por hurto en 2000 y dos denuncias relacionadas a la violencia de género que se relacionan directamente con el crimen de Melisa y el peritaje psicológico y psiquiátrico.
La madre de la chica asesinada contó que en la audiencia anterior la prima de Sosa declaró que él abusó de la hija de ella cuando la nena tenía nueve años.
“Dormían en la misma habitación porque lógicamente se criaron juntos, uno qué se iba a imaginar que el primo se iba a abusar de su hija. La chica ahora tiene alrededor de 20 años. Él le tapó la boca a la nena para que no dijera nada, y la amenazó con que si contaba algo iba a matar a los padres. No llegó a penetrarla porque la llevaron a un médico y estaba intacta, pero sí la manoseó por todos lados. Él en ese momento tenía veinte y pico de años”, recordó.
La segunda exesposa del acusado y madre de dos de sus hijos lo denunció por violencia de género y le contó a los Tuffner que “muchas veces la amenazó en la parada de colectivo con un cuchillo, la golpeaba”, aunque Cuenca aclara que no lo declaró en el inicio del juicio oral la semana pasada.
El dato llama la atención por la coincidencia con la muerte de Melisa, que tuvo muerte cerebral a causa de la cuchillada que le dio Sosa en la sien, pero no pudo ser analizado legalmente porque la mujer lo omitió en su declaración.
El reclamo de Cuenca es que el femicida “quede preso de por vida” porque mató a una mujer y “estaba muy consciente cuando lo hizo”, y si sale lo puede volver a hacer.
“Al estar preso tiene la opción de estar vivo; él no le dio ninguna opción a mi hija en el momento en que hizo lo que hizo. Ojalá que nunca salga. Él ya es así, no va a cambiar, por algo se abusaba de las mujeres y de las nenas, y a todas las mujeres que se encontraba de alguna manera las perseguía o acosaba, o incluso las amenazaba. Y llegó a esto. Le tocó a Mel, pero pudo haber sido cualquiera”, sostuvo.
Los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Garlata, del Tribunal Oral Criminal nº8, anunciaron que la lectura de los alegatos de clausura de las partes pasa para el martes próximo a las 11 en los Tribunales de Lomas, para darles tiempo a revisar y analizar con más detenimiento todas las declaraciones y las pruebas aportadas por la fiscalía.
AUNO-01-11-2017
MIJ-MDY