Lomas de Zamora, 16 octubre (AUNO).-“Primero se cuida al voluntariado y después a la víctima para poder ayudar”, aseguró Carlos Zaballa, abogado y miembro del Directorio de la Comisión de Cascos Blancos, en el marco de una charla sobre el valor del voluntariado y la asistencia humanitaria que realizó ayer el organismo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
La charla, que se replicará en quince días en la Facultad de Ingeniería, contó con la participación de Pablo Gardiol, coordinador General de Logística de Cascos Blancos, y Lorena Rivero, consultora de la Comisión del organismo.
Cascos Blancos es un organismo, perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina, que tiene el fin de brindar ayuda a las víctimas de desastres naturales y conflictos bélicos a nivel local como internacional.
Los voluntarios asisten en inundaciones, terremotos y aludes que ocurren en la Argentina o en otras latitudes como así también brindan ayuda humanitaria a países en guerra, como la región fronteriza de Gaza. Para llevar adelante estas tareas, reclutan un voluntariado de civiles, médicos o no, licenciados en materias específicas como arquitectos, licenciados de Trabajo Social, psicólogos, entre otros profesionales.
El organismo cumple con otras funciones. En ese sentido, “la red de voluntariados de Cascos Blancos de todo el país reunieron a los ex combatientes de Malvinas y a los familiares de los caídos en batalla para visitar las Islas Malvinas y el cementerio de Darwin”, informó Gardiol en la charla.
“Fue una ardua negociación diplomática, porque el Reino Unido dejaba ingresar un familiar por caído en guerra”, aseguró Zaballa.
“Nos llaman”, afirmó Lorena Rivero en referencia al modo de colaboración a las regiones afectadas en situaciones de crisis ambientales, sanitarias o bélicas.
El organismo trabaja con la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) a nivel internacional. En estos casos, respetan una normativa de la ONU que consiste en ser “neutrales e imparciales con respecto a las políticas y aspectos socioculturales de cada lugar”, expresó el abogado.
“En la Franja de Gaza se trabaja en equipo con nuestros voluntarios y el equipo de allá. Se necesitaba cirujanos pediátricos para operar a los niños mutilados por los misiles. Trabajamos cuando era el cese de fuego”, explicó el miembro del organismo a este medio.
El voluntariado de Cascos Blancos tiene un curso específico de una semana que es intensivo en Campo de Mayo, donde aprenden todo tipo de tácticas para aplicarlas en situaciones de crisis.
La inscripción al voluntariado de este año ya cerró pero se vuelve a abrir en 2015, por lo que los interesados pueden completar la planilla de inscripción disponible en www.cascosblancos.gob.ar.
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