Buenos muchachos, para los amantes del cine

El ciclo de cine-debate organizados por un centro cultural de Monte Grande pretende dar una alternativa al cine comercial y recuperar un espacio para la reflexión de una educación para la imagen. Scorsese, Kubrick, Saura, Boyle, Stagnano y Caetano son los directores elegidos para estos encuentros.

Emmanuel Videla

Lomas de Zamora, junio 19 (AUNO).- El teatro le abre sus puertas al séptimo arte y con una cartelera que ningún cinéfilo querrá perderse. Martín Scorsese, Stanley Kubrick, Carlos Saura, Danny Boyle y los argentinos Sergio Stagnano y Adrián Caetano son nombres de directores que crean algo más que una simple película. Esta propuesta de cinco encuentros denominada “Ciclo de cine: Buenos Muchachos”, se desarrolla en la sala teatral La Casona del Teatro de Monte Grande de la mano de un presentador: Adrián Galvagno, quien introduce en época la película, comenta las técnicas empleadas para la realización y coordina los comentarios de los participantes.

El ciclo está en marcha desde abril y ya pasaron Scorsese y Kubrick. La próxima reunión es para “Trainspotting”, de Danny Boyle, este sábado 23 a las 20:30 y promete la misma dinámica que las primeras dos proyecciones: cortos del director, debate y preguntas de reflexión.

Minutos antes de comenzar el film que abrió la temporada del ciclo “Buenos Muchachos”, de Martín Scorsese, una de las responsables de La Casona, Laura Casamayor, relató a AUNO cómo son los encuentros.

Animada y con energías propias de una artista del teatro independiente deslizó: “No pasamos una película por el solo hecho de pasarla, sino que además de proyectarla, le damos una introducción a la estética, a la construcción general de la película, a la visión del director. Por eso tenemos dos coordinadores excepcionales: René Muller y Adrián Galvagno”.

El ciclo no sólo se propone introducir directores de la talla de Kubrick, por cierto tarea laboriosa, sino que también enfoca los encuentros desde el eje temático. Todas las películas relatan historias de jóvenes marginados, de “Buenos muchachos”, que transgreden un orden social establecido a través de diferentes maneras de ejercer la agresión. Así, La Casona abre las puertas también para reflexionar sobre los grados de violencia (psicofísica o simbólica) que hipotéticamente pueden existir en diferentes sociedades.

La mirada aguda
El cine es absoluto. Es un arte. Es una dimensión donde cada vez que se posa el ojo sobre algún plano se pueden dar sentidos diferentes. De alguna u otra manera desde La Casona buscan impactar al ojo, a la mirada del espectador, a generar diferentes formas de ver.

Así, la anécdota de Laura resume el porqué de los encuentros: “Me pasó algo muy simple si se quiere. En un lugar (donde se realizaba una filmación) había una pareja de enamorados. Se veían muy enamorados. La persona que estaba filmando me dijo que a través del ojo de la cámara se podría ver cuándo sería el momento que irían a fracasar (como pareja). Y me invitó a ver a través de la cámara a la misma pareja que yo estaba viendo desde un ángulo directo y que parecía feliz. Pero, desde ese ojo se podía ver ese incipiente fracaso, que muy pronto llegó, por cierto.”

De fondo aún se escuchaba la música de Joan Manuel Serrat. El ciclo no comenzaba aún y fue cuando continuó la escritora y responsable de la sala teatral: “Podemos ver desde otro lugar, desde otra forma, desde otra estética, otro lenguaje, otros tiempos”. “Es necesario –añadió-, porque salas comerciales hay muchísimas y (lo que faltan son) espacios donde el vecino pueda venir, compartir una película, comentar y decir algo interesante. Se perdió el comentar después de la película, de dialogar, el ‘te quedás a charlar después de la peli y ver qué pasa’.”

El cine y el ritual
El ritual es una serie de prácticas realizadas fundamentalmente por su valor simbólico. Allí, se puede ofrendar a un dios, a una idea y también a una manifestación artística. La Casona del Teatro busca generar ese ámbito para con el cine. Laura se arriesga a sostener: “El cine es un entretenimiento, pero también hay joyas que uno dice: “Esto es un ritual”. Y entonces el ritual no pasa por “de pasada ya que estoy voy al cine”, sino que me preparo, me encuentro, me reencuentro con otro”.

Además, este reencuentro, este ritual tiene otro objetivo, más que el de reunir a una comunidad, sino que busca que exista un espectador de cine que pueda fundamentar la pantalla grande que mira, observa, que sea meticuloso.

Antes de entrar a la sala Alejandro Musante, donde se proyectó “Good Fellas” (“Buenos Muchachos”, en su traducción al español), Casamayor sostuvo que le parecía “genial” que hubiera un entrenamiento del espectador de cine, como tamibién es “fantástico” cuando se forma a un espectador de teatro y puede determinar la estética. Así, concretó: “Saber que algo me conmueve está buenísimo, pero mejor es saber por qué me conmueve y poder traducirlo a una explicación para llevar al arte”.

A todo cine en el aniversario
El 22 de mayo fue el aniversario del centro cultural La Casona del Teatro: ¿Cómo lo festejan? Con la esperada inauguración de una sala denominada “La Décima Parte”, que estará ambientada, en especial, para el disfrute del cine, pero no reniega que otras artes hermanas como las escénicas participen, en especial, el teatro.

Entusiasmada de que el día llegue, o al menos, se aproxime más la finalización de las obras, Laura Casamayor contó a AUNO: “Es una sala que está adelantadísima. Estamos empujando el aniversario para poder estrenar esa salita en junio. Fundamentalmente nace para el cine y va tener todo su sistema acomodado para el sonido y la disposición”.

La Casona del Teatro se encuentra en Sarmiento 256 Monte Grande, a pocas cuadras de la estación de trenes. Cada encuentro tiene un costo de 15 pesos e incluye una consumición. Se puede reservar el espacio al teléfono 4290-9887 o vía mail: lacasonadelteatro@hotmail.com.ar.

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AUNO-19-06-12

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