Un hombre descubre a su mujer besándose con otro y para vengarse decide secuestrar a su propio hijo y emprender un viaje, así comienza El amor es la más barata de las religiones, una novela polifónica y fragmentaria, en la que sus personajes no necesitan presentación, ellos mismos van contando su historia, sus temores y certezas.
La novela se presenta como un ‘catálogo de voces’, con cambios en el punto de vista, silencios, monólogos y diálogos. Así la definió su autor Ariel Bermani, que en su tercer trabajo recurrió a las líneas argumentales de su escritura anterior: el desplazamiento físico y espiritual de los personajes, la fantasía de cambiar la vida, la supervivencia en la cornisa, la incomunicación.
Compleja y sencilla, en capítulos cortos y con una prosa que se desliza rápidamente, el escritor exploró narrar “sin ninguna clase de voz que rija el relato” para que los personajes se presenten en su vida cotidiana y accionar. Bermani dice que buscó que no se sienta esa complejidad como una “imposibilidad”, sino un estímulo a continuar la lectura.
“Trato de hacer novelas así, formalmente con una clase de complejidad, pero que sean sencillas de leer, que sean historias simples, cotidianas, que los lectores se metan en las historias y no tengan problema para vivirla”, explicó su autor en diálogo con AUNO, luego de la presentación del libro en la Casa de la Cultura de Almirante Browm.
Esas pautas marcan su estilo que él mismo define como “un acercamiento a la vida de los otros”, de los personajes que modela para que parezcan humanos, porque busca crearlo de forma que “los lectores se queden con la sensación de que están vivos, con la idea de que se metieron en la vida de alguien y conocieron algo de otro”.
Su literatura también se puede explicar como un mecanismo de “dejarse llevar”, porque cuando empieza a escribir Bermani no se condiciona previamente a llegar a un punto establecido, sino que por el contrario, se deja llevar por la historia, explicó.
El método parece ser “crear novelas chiquitas que parezcan grandes”, que permitan un “viaje” hacía personajes desconocidos a los cuales se siente que “no se termina de conocer del todo”, coincidieron en comentar algunos que se hallaban allí en calidad de público.
Sus lectores también encuentran en su escritura una relación con el guión de cine que Bermani reconoce, al afirmar: “Cuando escribo pienso en el cine, no puedo evitarlo. Me encantaría ser cineasta”.
En un auditorio completo, el escritor presentó su última novela editada por HUM y respondió preguntas.
Por otra parte, hubo una disertación a cargo del escritor Damián Ríos, una lectura de fragmentos de la novela a cargo de la directora de la Biblioteca Municipal, Alicia Pepa, y el acompañamiento musical del Cuarteto de los Arcos.
El encuentro se realizó en el contexto del noveno encuentro del ciclo ‘Las letras y las voces’ organizado por la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Almirante Brown y la Biblioteca Popular Esteban Adrogué, dentro del programa ‘Lunas Suburbanas’, de promoción de autores locales.
Bermani también escribió la novela Leer y Escribir, por la que recibió la Segunda Mención en el Premio Clarín de Novela 2003; por su libro Mercado, la Segunda Mención Honorífica en el Concurso de Novela Corta ‘Julio Cortázar’, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en noviembre de 2004 y `por Veneno el Premio Emecé de novela 2006.
AUNO 29-11-09
SAM-HRC
