Aseguran que las adicciones figuran entre las causas de violencia familiar

En Lomas, las víctimas de violencia familiar son atendidas por especialistas del Municipio. Un Centro de Orientación Familiar se dedica a dictar talleres en los barrios para atender casos. Profesionales consultados por Auno explicaron que quienes piden ayuda son mayoritariamente de clase media.

La drogadicción, el alcoholismo y la pobreza, figuran entre las causas de la generación de violencia familiar, explicó María Palermo, psicóloga de la Dirección de Promoción Familiar y Comunitaria del municipio lomense.
Sin embargo, la profesional aclaró que a esa oficina comunal asisten mayoritariamente personas de clase media porque –explicó- “las personas de menos recursos no cuentan con los medios para informarse del tema o incluso para llegar hasta este centro”.
“En los casos que se tratan, muestran que hay un deterioro en los casos presentados, respecto a años anteriores, en los que influyen factores sociales y económicos”, aseguró Palermo, en diálogo con la Agencia Auno.
Según la profesional, el deterioro económico y social que presentante quienes realizan consultas en esa oficina municipal está relacionado con la pobreza y los factores que se desprenden de esta problemática como el alcoholismo, la drogadicción y la marginalidad.
Los casos son tratados en esa oficina pública de Lomas por psicólogos y asistentes sociales que proveen un asesoramiento legal a las víctimas de malos tratos que mayoritariamente son mujeres y menores de edad.
Asimismo, el Centro de Orientación Familiar de Temperley (COF) comenzó a realizar talleres de capacitación en atención y prevención de la violencia familiar destinados a alfabetizadores y referentes comunitarios.
El COF es un proyecto de la Dirección de Psicología y Asistencia Social Escolar de Lomas de Zamora, que tiene como meta realizar aportes profesionales a las necesidades que pueden existir en una comunidad, con el fin de que los referentes de cada una de ellas cuenten con los medios para actuar frente a casos de violencia familiar.
Además, trata de generar un dispositivo para que los referentes comunitarios sepan dónde dirigirse en los casos que sean denunciados, y tienen un proyecto para trabajar conjuntamente con el centro de atención a la víctima y las fiscalías locales.
Al frente del proyecto se hallan una psicóloga y tres asistentes sociales que trabajan en los barrios de Villa Albertina, Santa Marta, Fiorito, San José y próximamente en Llavallol, como orientadoras sociales, en sociedades de fomento, comedores comunitarios o casas de familia.
Lidia Vega, integrante del COF, explicó que “la violencia familiar es un delito, no es un tema privado” por eso es tratada en los talleres, en los que se manejan casos de maltratos conyugales, a ancianos, a discapacitados y maltrato infantil.
Por otra parte, y aunque trabajan en mayoría con sectores populares, la profesional advirtió que “la violencia traspasa todas las clases sociales”, pero que a veces en las clases altas la problemática “esta más oculta”. Este dato lo atribuyen a que las cifras se basan en datos que difunden instituciones públicas y las personas de clase alta concurren a lugares privados.

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