Piden cambiar el paisaje de la principal calle comercial de Echeverría

Se trata de la calle Alem. El oficialismo y la oposición dicen tener proyectos para revitalizarla. Los dueños de los bares se quejan porque de noche se tornó insegura y la gente la evita por ese mismo motivo.

Andrea es empleada del Aeropuerto de Ezeiza. Está cansada y no tiene ganas de caminar a trancos apurados cuando regresa a su casa. Por eso mira la calle que debe tomar y duda, porque –aunque es de noche y fin de semana- está oscura, sucia y solitaria. En definitiva: desolada. ¿Son cuadras de una cortada en la periferia de la ciudad? No. Se trata nada menos que de Alem, la calle principal de Monte Grande.
Así se ven las cuatro cuadras que conforman la calle más céntrica de la cabecera de Esteban Echeverría cualquier noche de fin de semana, cuando otras zonas comerciales del Conurbano sur son un hervidero.
A la hora de buscarle una explicación a la nula actividad nocturna en que cayó Alem en los últimos años, los pocos comerciantes vinculados a actividades de ocio que quedan en el lugar apuntan a dos temas: la inseguridad y lo obsoleto de la organización del tránsito en la zona.
“La verdad, es que cerramos temprano por la inseguridad. No solamente por el temor a un robo, sino a los disturbios que más de una vez terminaron con vidrios rotos de los negocios”, recuerda Richar, del Stratus bar.
Otrora paseo ineludible de viernes y sábados por la noche para amigos y parejas, Alem fue perdiendo poco a poco su encanto, y actualmente la mayoría busca eludir cualquier contacto con esa calle pasadas las 21.
Además, quien ose adentrarse en su oscuridad le será prácticamente imposible sentarse a comer o tomar algo porque los escasos bares no se animan a dejar sus persianas abiertas cuando el resto de los negocios termina su actividad.
Ramón, dueño del bar Stratus, grafica la situación: “A mí no me sirve quedarme después de las 21 ó 21:30 porque esto se muere. Nosotros nos movemos mayoritariamente con el público que pasea mirando vidrieras. Cuando estas se cierran, se acaba el día”.
El otro motivo que esgrimen los habitantes de la zona céntrica es un ejido urbano que no invita a la gente de otras ciudades a acercarse al centro de Monte Grande.
La superpoblación de líneas de colectivos que pasan por Alem, lo complicado que se hace llegar desde otras ciudades y los problemas con el estacionamiento que se producen durante el día son los ítems a los que apuntan a la hora de reclamar una reorganización.
Para Carlos, propietario de la heladería y bar Vía Giardino, “son las autoridades las que no fomentan la vida nocturna en esta calle. En ese sentido, la ciudad se quedó en la prehistoria”.
“Durante el día, los autos deberían estacionar en una sola mano y a 45 grados, y además, se deben mejorar las vías de acceso a la ciudad. Se debe motivar a los pequeños empresarios a que inviertan en ocio en Monte Grande, porque estamos a pocos kilómetros de una zona de countries, y muchos de sus habitantes podrían venir acá a comer o tomar algo”, reclama Carlos, en diálogo con la Agencia Auno.
Al respecto, el Gobierno municipal y varios ediles se trenzaron en las últimas semanas en una discusión sobre las medidas a tomar para revitalizar Alem. Mientras el oficialismo se muestra más conservador, desde la oposición piden cambios de fondo.
Lo cierto es que el propio secretario de Políticas Públicas del municipio, Mauricio Taján, reconoció la última semana que todavía no está definido qué área del Ejecutivo tomará a cargo el tema.
En realidad, el encargado iba a ser Taján, pero tras la controversia que plantearon los planes que presentó para Alem en una reunión con ciudadanos y ediles, el intendente Alberto Groppi ordenó retirarle la tarea.
“Alem se puede mejorar muchísimo, pero los grandes cambios hay que realizarlos de manera paulatina. Hay que evaluar todas las opiniones”, explicó Taján, en declaraciones a la Agencia Auno.
Finalmente, Andrea tomó coraje, apuró el paso y llegó a su departamento. Igual, lejos estuvo Alem de motivarla a dejar de lado su cansancio y animarse a entrar a un bar. Se va a dormir. Otro fin de semana sin noche.
La decadente realidad que presenta la calle céntrica de Monte Grande también se puede observar en otras ciudades cabeceras, como la siempre mugrienta peatonal Laprida de Lomas de Zamora o la principal calle comercial del centro de Lanús.

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