El intendente de Lanús, el kirchnerista Darío Díaz Pérez, admitió que la construcción del nuevo puente de la localidad de Remedios de Escalda quedará postergada y aseguró que ellos se debe a que recibió “una situación calamitosa” de manos de su antecesor, el veterano caudillo Manuel Quindimil.
Díaz Pérez señaló que “nuestra administración se hizo cargo de algo calamitoso” y destacó que “nunca me imaginé que las cosas estaban como ahora las veo”.
El intendente realizó esas declaraciones esta semana durante una charla con vecinos del barrio de Monte Chingolo, en Lanús Este.
“La falta de gestión que hubo durante estos últimos años lo ha marginado a Lanús de las grandes inversiones que los Gobiernos nacional y provincial venía y vienen efectuando”, se quejó el intendente, que de esa forma culpó a las varias décadas de gestión de Quindimil.
“Así podemos observar cómo tanto en Avellaneda y Lomas de Zamora se hicieron obras de envergadura que superan los 600 millones de pesos y, sin embrago, aquí en Lanús no se llegó ni a la décima parte de esa suma”, puntualizó.
Según el jefe comunal, “ahora decidimos no continuar con las obras que se venía encarando para remplazar el viejo puente de Remedios de Escalada”.
Acotó que esa obra tiene un costo de 40 millones de pesos y señaló que “la verdad es que esa plata hace falta para otras urgencias”.
“Estamos trabajando duro, sin descuidar las gestiones que nos lleven a un equilibrio y de esa forma salir de esta situación calamitosa”, subrayó.
Esa obra es un reclamo de los vecinos de Lanús y de otros distritos del Gran Buenos Aires que transitan por esa zona. Se trata un puente que tiene casi un siglo, que se encuentra deteriorado y cuyo reemplazo por una nueva obra se viene prometiendo desde hace quince años.
El último gran acto donde se anunció la construcción de un nuevo puente –que cruza las vías de la Línea General Roca, fue cuando Néstor Kirchner era presidente de la Nación.
AUNO 19-6-08
MS-HRC