Lomas de Zamora, noviembre 5 (AUNO).- El juicio por la detención ilegal de Walter Bulacio, el adolescente torturado y asesinado en 1991 llegará al final cuando este viernes en el Tribunal Oral en lo Criminal 29 de la Ciudad de Buenos Aires se lea la condena al único imputado, el ex comisario Miguel Ángel Espósito.
En octubre se realizaron los alegatos en los que las partes expusieron sus argumentos y le pidieron al tribunal integrado por los jueces Rodolfo Gustavo Goerner, María Cristina Deluca Giacobini y Alejandro Litvack, penas que van desde la absolución hasta seis años de prisión para Espósito.
Si bien la querella cuestionó desde el comienzo el cargo por el que es imputado el ex comisario (“privación ilegal de la libertad”) y reclamó que se lo acuse de “tortura seguida de muerte”, resaltó en su alegato los agravante en la causa como el rango del ex policía y la condición de menor de Walter, y exigió que el acusado reciba seis años de prisión efectiva.
En cambio, la fiscalía no incluyó en su exposición ninguno de los agravantes mencionados por la querella y pidió que el imputado reciba dos años de cárcel.
En la vereda de enfrente, la defensa, que fue encabezada por el abogado Pablo Argibay Molina, pidió la absolución para Espósito y la nulidad de la causa, según comunicó el portal Infojus.
Familiares de Walter Bulacio y varias organizaciones de derechos humanos convocaron a una concentración el viernes a las 11 en Callao y Paraguay para luego marchar hasta el tribunal, ubicado a dos cuadras.
El ex comisario Miguel Ángel Espósito, que no presenció hasta ahora ninguna de las audiencias, tendrá la oportunidad de decir sus últimas palabras minutos antes de la lectura de la sentencia.
La audiencia será en el TOC 29 de la ciudad de Buenos Aires que queda en Paraguay 1536 y será trasmitida en vivo por el portal cij.gov.ar.
Walter Bulacio tenía 17 años cuando falleció el 26 de abril de 1991 en el sanatorio Mitre por un “aneurisma no traumático”, cuatro días más tarde de que la Policía Federal lo detuviera amparándose en el “Memorando 40” (que permitía detenciones policiales por averiguación de antecedentes) en las inmediaciones del estadio Obras Sanitarias, donde los Redonditos de Ricota estaban por tocar, y lo torturaron en la comisaría 35, de la que Espósito era comisario.
El juicio que finalizará el viernes llegó 22 años después del asesinato del adolescente y no contempla la muerte provocada por las torturas porque esa figura prescribió en 2002, un año antes de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) obligue al Estado argentino a condenar a los culpables y modificar la legislación para evitar nuevos casos.
JIL-AFD
AUNO-05-11-13