En un intento por optimizar la producción de seda natural en el país, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrolló una máquina devanadora de ese producto elaborado por gusanos, la cual permitirá agregar valor a lo producido de manera artesanal en siete provincias.
En la Argentina hay producción de seda artesanal en las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Mendoza, La Pampa, San Juan y Misiones —en algunos casos desde hace más de 50 años— pero hasta ahora los productores debían procesar la seda de manera artesanal para poder vender su producto.
El equipo desarrollado por el INTI ya está funcionando en la localidad de Realicó, provincia de La Pampa, mientras que en el mes de junio se pondrá marcha otra máquina devanadora de seda en la ciudad de Posadas.
El país forma parte de la Red Andina de la Seda que nuclea a productores locales y a los de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Paraguay, Guatemala y Cuba.
El gusano que produce los capullos de seda se alimenta de la hoja tierna de la morera blanca y negra y es criado, de modo artificial, en piletones para luego extraer el capullo con la seda.
Una hectárea con 3 mil plantas de morera soporta 25 módulos por los que se obtienen setecientos cincuenta kilogramos de capullos frescos. Esos módulos, denominados telanios, tienen aproximadamente 20 mil huevos o gusanos, que consumen 450 kilogramos de hojas de morera y produce 30 kilogramos de capullo fresco, que equivalen a 10 kilogramos de seda cruda.
Cuando se tiene el capullo seco se puede devanar y obtener la madeja de seda cruda. Otra opción es abrir el capullo e hilar como fibra cortada pura o en mezcla.
Hugo Carlos Enciso, integrante del Laboratorio de Textiles del INTI, explicó que “uno de los intereses que tiene el INTI es que se aprovechen la producción de la seda y de otros elementos de alto valor como lo son las lanas de oveja, llama o vicuña y aprovechar el alto valor de estos elementos para el desarrollo de distintos lugares del país”.
Enciso señaló, además, que “en junio se va a poner en funcionamiento otra máquina devanadora de capullos en Posadas para permitir que los productores de las zonas cercanas puedan realizar toda la cadena de valor de este producto”.
Un dato a tener en cuenta es que la producción de este elemento se realiza entre los meses de septiembre y marzo debido a que es la época en la que la morera tiene sus hojas más tiernas.
“El objetivo que tenemos desde el INTI es mejorar la producción de esta industria a nivel nacional, pero si nuestra máquina puede ser usada por otros integrantes de la Red Andina de la Seda va a ser muy bueno para nosotros”, concluyó Enciso.