En el marco de la disputa por la aprobación de la ley que permitiría el matrimonio entre personas del mismo sexo, el psicólogo y especialista en vínculos familiares Miguel Espeche consideró que la discusión se trata de una “importación (temática) del primer mundo” y manifestó que el “volumen mediático” que adquirió el tema es “artificial”.
En diálogo con AUNO, el también coordinador General del Programa de Salud Mental Barrial del Hospital Pirovano y autor del libro “Criar sin miedos” criticó la ausencia de debate sobre otros problemas de tipo familiar “más trascendentales” para la sociedad argentina y reprochó la implicancias políticas que tiñeron la discusión sobre la unión civil desde el principio.
Además, resaltó que la insistencia mediática que se generó en torno a esta cuestión es “efímera en comparación con otras situaciones que hacen a lo paterno filial” e hizo hincapié en la “liviandad” y el “clima de crispación y polémica” que caracterizan al discurso de comunicadores sociales.
De esta manera, el psicólogo explicó que aunque no tiene una opinión formada acerca de la situación civil de las parejas homosexuales, a su criterio “ningún profesional argentino dedicado a la salud mental conoce con profundidad la cuestión”.
Es que, a diferencia de lo que sucede en países más desarrollados donde el debate pudo haber adquirido otras características por la existencia de “soluciones” para los temas relativos al vínculo entre individuos del mismo sexo, según Espeche “hay que aceptar que no sabemos mucho (sobre el tema), al menos en este país”.
En este sentido, Espeche manifestó que la “falta de experiencia” dificulta también una evaluación sobre la viabilidad de la adopción de parejas homosexuales y que “la paternidad” no podría tomarse como un criterio de valoración en términos de sexualidad, ya que “los chicos aman a quienes los crían” más allá de las “circunstancias vividas en el hogar”.
“El tema de la adopción es mucho más abarcativo”, resaltó Espeche, porque “los patrones a partir de los cuales se evalúa si es bueno o malo un matrimonio o una persona para ser padre adoptivo es muy significativo y, sin embrago, no se le da tanta importancia”.
Así, el especialista aclaró que más allá de la elección sexual, lo determinante es que los padres sean buenas personas, con lo que “posiblemente los chicos lleguen a buen destino”.
Por otra parte, Espeche indicó que “lo óptimo es educar para la diversidad y lo diverso está en la heterosexualidad” y explicó que quienes elijen y “aceptan lo diferente en el terreno de la erótica” son quienes suscriben a la heterosexualidad.
De esta forma, el psicólogo desmitificó la creencia social que entiende que la homosexualidad apunta a “lo diverso” cuando en la práctica es al revés.
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AUNO-28-05-10