La soja no solo es un alimento o materia prima para elaborar combustible: también puede usarse parea la elaboración de un pegamento para maderas. Así lo demostraron investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que desarrollaron una sustancia a partir de esa oleaginosa que no contiene sustancias de alta toxicidad, características de los adhesivos a base de urea-formaldehído que se usan en la industria maderera.
Omar Ferré, del INTI Maderas, explicó a AUNO/ Ciencia que “este pegamento, para el que se utiliza Concentrado de Proteínas de Soja (CPS), tiene como destinatarios principales a las empresas que trabajan en la fabricación de aglomerados y en general la industria maderera”.
El objetivo de este desarrollo fue modificar el adhesivo a base de CPS para obtener un producto con valores de adhesión en seco, similares a los de la urea-formaldehído (UF), a un precio competitivo, ya que el CPS es una materia prima natural, renovable, no tóxica pero con valores de readhesión inferiores a los de otros pegamentos.
Según datos aportados por el INTI, para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el formaldehído es un agente cancerígeno. El riesgo de su utilización obedece además a que el producto libera el formaldehído, que es un elemento muy tóxico.
Otro dato a tener en cuenta es que el formaldehído se obtiene del gas o del petróleo, por lo cual termina siendo un producto proveniente de recursos no renovables, mientras que la soja es un elemento renovable y, además, no es tóxica.
La soja es un cultivo utilizado para la obtención de aceites y proteínas. Es el cultivo de mayor importancia en Argentina, que es el tercer productor a nivel mundial.
Las materias primas obtenidas de la soja que resultan adecuadas para la formulación de adhesivos son la harina, el concentrado proteico (CPS) y el aislado proteico (APS). La mayor diferencia entre estos tres subproductos es el contenido de proteína que es del 48, 64 y 92 por ciento, respectivamente.
Para este trabajo se eligió partir del concentrado proteico (CPS), presuponiendo un balance entre buenos valores de adhesión y un precio competitivo.
El desarrollo del producto se realizó en tres etapas: primero se desnaturalizó la fase proteica de la soja y se establecieron los límites de viscosidad de la dispersión; luego se comparó el comportamiento del producto con distintas dosis de un aditivo y finalmente se seleccionó la fórmula que registraba un mejor comportamiento
Sobre el posible uso comercial de este producto, Ferré comentó que “todavía estamos en la etapa del patentamiento, pero como ya hay algunas industrias interesadas en su uso, les estamos transfiriendo los conocimientos, sin la patente”.
“Otra cosa interesante que tiene este elemento para las industrias es que en Europa el formaldehído está prohibido, y en Estados Unidos ya están cerca también de hacerlo, por lo que las industrias que utilicen este pegamento van a poder exportar a estos destinos sin ningún problema”.
AUNO 13-07-10 MS EV