Lomas de Zamora, diciembre 29 (AUNO).- El sufrimiento y el miedo ante la posibilidad de descender a la Primera C eran los sentimientos que afloraban en Los Andes al cierre de la temporada pasada. Errores dirigenciales Y decisiones erráticas a la hora de designar entrenadores (hubo seis en una temporada), determinaron la disputa de una Promoción ante Central Córdoba. Pero, finalmente, “El Milrayitas” mantuvo la categoría e inició una nueva etapa.
La asunción de Pablo Paladino como presidente de la institución significó una renovación en el plano político. Un cambio de aire que trajo aparejada una decisión en lo deportivo: la contratación de Raúl Cascini como DT.
En medio de la lucha por recuperar la sede social —explotada de forma irregular por un grupo empresarial—, y con menos de diez jugadores profesionales en el plantel, el club se embarcó en la tarea de revertir un complicado presente.
La comisión directiva entrante debió contratar a 18 futbolistas para encarar una temporada donde el principal objetivo pasaría por espantar los fantasmas del descenso.
Y el elenco de Lomas de Zamora consiguió la primera meta que se planteó en la segunda mitad de 2011: superó la barrera de los 30 puntos y se alejó de la zona de riesgo. Ahora, sueña con la posibilidad de entrar al Reducido, instancia en la cual tendrá la chance de ascender a la B Nacional.
En ese sentido, los primeros seis meses de Raúl Cascini como entrenador tuvieron aspectos positivos y negativos. El técnico potenció a varios jugadores de la divisiones inferiores (como Ham y Corulo) y les dio una oportunidad a otros futbolistas (Ojeda, Leguizamón, Rose, Acosta y Paz), pero no terminó de encontrarle una identidad al equipo y concluyó el año con dos derrotas.
No obstante, el equipo tuvo una excelente performance fuera de Lomas de Zamora, donde ganó cinco partidos, empató dos y perdió tres, convirtiéndose así en el elenco que más puntos acumuló fuera de su cancha en lo que va del campeonato de la Primera B Metropolitana.
Sin embargo, esa aceptable performance en calidad de visitante no pudo ser revalidada en el Eduardo Gallardón, ya que en ese escenario nunca consiguió hacerse fuerte. Un aspecto que debe corregirse en el próximo semestre.
En tanto, en lo que respecta al juego, por momentos, Los Andes exhibió pasajes de buen fútbol, específicamente promediando la mitad del campeonato, donde tuvo sus puntos más altos contra Nueva Chicago, Temperley, Platense y Deportivo Morón.
Sin embargo, el equipo no logró dar el salto de calidad en el momento indicado y terminó sumergido en la irregularidad, pues dejó escapar puntos muy importantes sobre el epílogo de varios partidos (Nueva Chicago, Temperley, Platense y Villa San Carlos), algo que le impidió terminar mejor ubicado en la tabla de posiciones.
Si bien Los Andes terminó a once unidades de los líderes, Brown y Sarmiento, las esperanzas no se pierden porque, a rasgos generales, lo hecho por los dirigidos de Cascini resultó positivo.
Se debe encontrar una identidad, ésa es la premisa fundamental de cara al futuro. Pero más allá de esto, hay un dato a tener presente que no resulta menor: después de varias temporadas, Los Andes comenzó con un torneo con un entrenador que continuará en el segundo semestre. Un dato más que alentador en función de lo que el club vivió durante la temporada 2010/11.
AUNO-29-12-11
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