Lomas de Zamora, junio 19 (AUNO).- Cristian Quiñonez fue el primero. Sebastián Ferreira llegó un rato después. Luego se sumó Nicolás Demaldé, y por último, la incorporación más resonante: el delantero Andrés Montenegro firmó su contrato y se puso la camiseta celeste. Con cuatro refuerzos ya confirmados, el “Gasolero” empieza a construir el plantel que tendrá la dura misión de luchar con el propósito de mantener al equipo del Sur en la Primera B Metropolitana.
Apenas finalizó la temporada 2011-12, “El Gasolero”, que a pesar de pelear por el descenso estuvo al borde de clasificar al torneo Reducido que otorga una Promoción de ascenso contra un equipo de la B Nacional, empezó a gestionar un nuevo proyecto futbolístico de la mano de una nueva dirigencia.
Ya sin José María Bianco en el banco de suplentes —dejó el equipo debido a que había “cumplido el objetivo de salvarlo del descenso”—, pero con Rodolfo Della Pica con el buzo de entrenador, la nueva comisión directiva encabezada por Hernan Lewin, ni lenta ni perezosa, puso manos a la obra y en apenas siete días incorporó cuatro jugadores al plantel.
Lo primero que pidió el flamante DT fue un volante con llegada. Sin vacilar, los directivos recompensaron el pedido. Cristian Quiñonez, zurdo y proveniente de Deportivo Armenio, desechó una oferta de Morón y priorizó llegar al “Celeste”. “Resigno mucho para volver al club. Pero quiero dar una mano en este delicado momento”, consignó el mediocampista, que firmó por dos temporadas.
¿Con eso basta? No para Della Pica, que exigió entre ocho y doce refuerzos para la temporada. Y la defensa fue uno de los aspectos en donde pidió incorporaciones. La CD respondió con velocidad. Primero llegó el central Sebastián Ferreira, y luego el lateral derecho Nicolás Delmaldé.
“Estoy muy alegre por haber llegado a un club grande de la divisional. Ojalá tengamos un buen arranque para entusiasmar a la gente”, señaló Ferreira, proveniente de Estudiantes de Buenos Aires. “Venir a Temperley es un salto de calidad en mi carrera. Estoy seguro que vamos a pelear cosas importantes y no solamente por evitar el descenso”, remarcó por su parte, “El Polaco” Delmaldé, que se sumó proveniente de San Telmo.
Sin embargo, el traspaso que rompió el mercado de pases de la Primera B es el que se oficializó el domingo por la noche. Della Pica había exigido un “tanque” en la delantera, y la dirigencia le dio el gusto. Andrés Montenegro, goleador de Estudiantes en la temporada pasada con 11 goles en 35 partidos y debilidad del actual DT celeste, acordó su arribo al club y se transformó en el cuarto, y por el momento último refuerzo, de “El Gasolero”.
“Es un desafío muy importante para mi carrera. Estoy con muchas expectativas por llegar a un club tan grande del ascenso. Si bien vamos a arrancar peleando el descenso, tengo ilusión de que podemos luchar el título”, indicó entusiasmado “El Lobo”, que reconoció que se inclinó por llega a la institución del Sur del GBA para tener nuevamente como DT a Della Pica, con quien compartió vestuario en Defensores de Belgrano hace dos años.
“Él tuvo mucho que ver para que hoy esté acá. Cuando estuvimos en Defensores de Belgrano se generó un respeto mutuo. Eso posibilitó me pidiera para este equipo. La dirigencia también se interesó en mí y eso provocó mis ganas de tener este desafío”, remarcó el delantero.
De esta forma, con cuatro refuerzos ya abrochados, pero a la espera de “mínimo” cinco o seis más, “El Gasolero”, que en menos de 20 días comenzará su pretemporada, aún sin destino confirmado, ya piensa en su misión en esta temporada: escapar de la zona baja de los promedios. Y con la talla de los refuerzos, la ilusión se acrecienta.
AUNO-19-06-12
MEJ-LDC
