Lanús, septiembre 25 (AUNO).- Y un día volvió Diego Valeri en todo su esplendor. Eso es lo que podría pensar hoy el hincha de Lanús al ver que uno de sus máximos ídolos, tras algunas fechas fuera de la cancha por bajo rendimiento —según la consideración del entrenador Guillermo Barros Schelotto—, retornó y fue la figura del triunfo de “El Granate” sobre Boca por 2-0.
“Necesitaba una actuación así. Me brinda confianza y me permite ganar tranquilidad para poder demostrar que no me había olvidado de jugar”, afirmó el mediocampista, que no es titular en el elenco de la Zona Sur del Conurbano bonaerense desde la segunda jornada del Torneo Inicial cuando su elenco cayó por la mínima diferencia con Newell’s, en condición de local.
El domingo, una maniobra fortuita sacó del campo en la “Fortaleza” de Guidi y Arias a Mauricio Pereyra. El uruguayo había recibido un pelotazo de Walter Erviti a la media hora de partido. El Conde ingresó y a partir de sus toques, el dueño de casa ganó claridad, precisión y gol. Así superó el Xeneize y lo bajó de la cima.
“Tuvimos unos muy buenos 90 minutos. Era importante cosechar los tres puntos porque no nos aleja de lo más alto de la tabla. Nos da la posibilidad de seguir en la lucha”, aseguró.
Y agregó, consciente del potencial del rival de turno al que se venció: “Boca va a estar en la pelea constante por la vuelta olímpica, y entonces esta victoria despeja dudas y nos habilita a medirnos con una vara más alta para lo que viene. Lo mismo ocurrió cuando se le ganó a Vélez”.
Aquel festejo que señala Valeri en Liniers no lo tuvo como participante dentro de la cancha. Fue, justamente, el primer eslabón de una cadena de duelos en los que estuvo sentado en el banco de suplentes. Desde allí pasaron seis compromisos en los que ingresó cada vez más tiempo.
En el empate con Racing disputó sólo diez minutos; en el triunfo sobre Godoy Cruz 15 y jugó los últimos 20 del 0- 0 en el clásico sureño con Quilmes. Contra Boca, el trámite le demandó una hora. Y eso le alcanzó para volver a ponerse en la palestra. Unicamente en el choque con Arsenal, con derrota incluida, no tocó la pelota ni un segundo.
“Siempre quiero estar. A un futbolista lo que le interesa es jugar, entrar a la cancha la mayor cantidad de tiempo posible. Una actuación como la del fin de semana me ilusiona para lo que sigue y para confirmar que el trabajo en la semana sirve un montón”, sentenció.
Sobre su gol, expuso: “me descargué porque veníamos muy presionados, con uno menos y en los últimos minutos Boca nos llevaba para nuestro arco. Si bien, sin ideas, lo hacía por impulso. Al convertir el segundo tanto, ya la historia se definía”.
El calendario indica que el próximo escollo es All Boys. Adversario complejo que se hace fuerte en Floresta. “Hay que estar tranquilos y saber que debemos jugar con la misma intensidad si pretendemos crecer en la tabla”, sostuvo.
AUNO-25-09-12
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