Lanús, diciembre 2 (AUNO).- Con un juego que lo caracteriza y lo distingue y sin las pompas que acompañan a otros equipos, Lanús se convirtió en el gran protagonista del fútbol argentino luego de instalarse en la final de la Copa Sudamericana y de ser el responsable de que el suspenso en la definición del Torneo Inicial se estirara al menos hasta el 15 de diciembre próximo.
Después del heroico 2-2 con el inerme Boca de Carlos Bianchi, pese a presentar una formación alternativa repleta de juveniles y terminar el partido con nueve jugadores, el ‘Granate’ se convirtió en uno de los cuatro contendientes que irá por el título en el torneo local junto con San Lorenzo de Almagro, Vélez Sarsfield y Newell’s Old Boys de Rosario.
El azar quiso que el póquer de candidatos se cruzara en dos mano a mano en la última fecha del certamen, aunque el conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto dependerá de terceros para quedarse con el trofeo: no sólo deberá ganar en su excursión a Rosario, sino que también deberá esperar que el Ciclón no se quede con los tres puntos en su partido contra Vélez.
Pero antes de aquella definición (apasionante por lo cerrada, aunque poco lucida por el pobre juego que vienen exhibiendo algunos equipos) que se demoró por pedido expreso de Lanús –-hizo valer el reglamento—, irá a la caza de su segunda coronación internacional cuando se mida con Ponte Preta de Brasil por la final de la Sudamericana.
Será la tercera definición continental para el ‘Granate’, que se coronó campeón de la Copa Conmebol en 1996 al vencer a Independiente Santa Fe de Colombia y que un año más tarde, en la misma instancia, cayó frente Atlético Mineiro de Brasil.
El conjunto del Sur del Gran Buenos Aires irá primero al estadio Pacaembú de San Pablo para medirse este miércoles con el sorprendente Ponte Preta —acaba de perder la categoría en su país— y una semana más tarde definirá la historia en La Fortaleza de Guidi y Arias.
Serán dos semanas de súper acción para Lanús, que puede duplicar su inventario de estrellas si consuma la arremetida final en el Inicial y confirma su favoritismo en la Sudamericana –en caso de ganarla, accederá al derecho de ir por la Recopa Sudamericana y la Copa Suruga Bank-.
“Nos ponen el árbitro que quieren, la hora. Tenemos que cambiar mientras jugamos la Copa. Ahora, nos ajustaremos al reglamento y pediremos no jugar la próxima fecha. Así no se puede. Nos ponen dos días y medio después…”, bramó el ‘Mellizo’ Barros Schelotto luego del 2-2 contra Boca.
Y también tiró dardos contra el árbitro Diego Ceballos, pese a que acertó en las expulsiones de Jorge Ortiz y Víctor Ayala: “Que no nos dirija más. Nos predispone mal a todos, hinchas, dirigentes, jugadores”.
No obstante, tras sacarse de encima las tensiones, el DT elogió largamente el rol de sus dirigidos ante un Boca, que se despidió del campeonato luego de dejar una pálida imagen en Guidi y Arias.
“Fundamentalmente en el primer tiempo fuimos superiores. Pudimos manejar la pelota, tener profundidad, situaciones de gol. Estábamos para el segundo, el palo dos veces nos dijo que no. A partir de la expulsión de Ortiz y aún con diez y algo replegados, llegó el gol, fuimos a apretar a Orion, el Cata y Ribair. Era parejo aún con uno menos, aunque manejaban más y llegaban más, pero la actitud sostenía el resultado, pudimos meter el tercero”.
Y cerró: “Con la roja a Ayala dependía de la actitud de Lanús, que igualaron la de los 11 de Boca, creo que el empate tiene que ver con la actitud. Era emocionante ver cómo corrían y cómo trataban de seguir con chances de pelear el campeonato. Nos queda el sabor amargo de no haber ganado, que 11 contra 11 merecíamos. Ahora viene la Copa y luego el torneo local”.
AUNO 02-12-13
MFV