Ante la crisis que atraviesa el sistema científico argentino, los fondos y galardones pueden ser un incentivo para las investigaciones de los científicos. En este caso, la Fundación Bunge & Born entregará este año premios a científicos argentinos en Ciencias del Mar y la Atmósfera: el galardón de la Fundación quedó en manos del profesor en Oceanografía, Alberto Piola, y el Premio Estímulo de este año se lo llevó el doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, Juan Rivera.
Desde Bunge & Born aseguraron que “las Ciencias del Mar y la Atmósfera se ocupan de monitorear y pronosticar el comportamiento de los océanos y la atmósfera, una tarea insoslayable y urgente frente a los actuales problemas del cambio climático”.
En tanto, el presidente del jurado, Gustavo Ferreyra, destacó que “la comunidad científica de Argentina que trabaja en estos temas es reconocida internacionalmente por la profundidad y calidad de sus investigaciones”.
La Fundación Bunge & Born es una organización sin fines de lucro fundada en 1963 que busca “promover el conocimiento y la innovación en alianza con organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y científicas, y hacedores de políticas públicas, locales y del exterior”.
La ceremonia de entrega se realizará el 9 de septiembre a las 18 en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner (CCK), en Sarmiento 151, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los recortes al sistema científico argentino
El sistema científico soporta en los últimos meses una restricción presupuestaria que se ve representada en la reducción de las becas doctorales, la no renovación becas posdoctorales, y la caída de los salarios de investigadores y docentes.
La doctora en Antropología y representante de ATE-CONICET, Nuria Giniger, aseguró que la nueva administración del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) despidió entre enero y marzo de este año a 140 administrativos y administrativas del organismo, y redujo en “un 40 por ciento las becas doctorales y en otro 40 por ciento las becas posdoctorales”. Giniger resaltó que la reducción de las becas postdoctorales destruye los equipos de investigación porque se trata de personal que «fue formado durante cinco años y que ahora se va porque no tiene más trabajo”.
Por otra parte, las 900 designaciones a investigadorxs y personal de apoyo que se obtuvieron el año pasado aún no tienen el alta de la nueva gestión del CONICET a cargo de Daniel Salamone. En este sentido, Giniger destacó que es una “situación muy grave” porque están esperando con becas, es decir, «sin derechos laborales, que les den el alta desde hace un año”.
Según Giniger, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), organismo que otorga los subsidios “más importantes del país” para el desarrollo de ciencia y tecnología, está paralizada desde que asumió el gobierno de Javier Milei.
“Estamos esperando que otorguen los fondos del año pasado, y han prorrogado la nueva convocatoria cuatro o cinco veces, con lo cual nadie tiene subsidios para investigaciones. Casi todo lo poco que producimos es con los restos de los subsidios anteriores”, afirmó.
En comunicación con AUNO, Giniger expresó que “el Gobierno Nacional tiene una decisión real y concreta de desmantelar el sistema científico-tecnológico público, no solo en Conicet, sino en todo el sistema. “En los 17 organismos del sistema de ciencia y tecnología hay más de 2.500 despidos, con lo cual hay una definición de mercantilizar la producción de ciencia y tecnología a través del despido, la reducción de salarios, y lo más preocupante: no hay presupuesto para investigar. Por lo tanto, la mayoría de nosotros y nosotras estamos intentando buscar financiamiento en el exterior, pero ese financiamiento externo no se corresponde con la soberanía de nuestro país”, advirtió.
¿Cuál es el valor de un sistema público de ciencia y tecnología?
La doctora en Antropología precisó que “la producción de conocimiento es lo que nos da la posibilidad de conocer todos los aspectos de la vida social, biológica, y natural de nuestro país y de nuestra región”. “Todas las áreas de conocimiento nos permiten producir conocimientos sobre cuáles son las potencialidades de nuestro país en términos industriales, energéticos; nos permiten producir satélites, energía nuclear, o conocimiento sobre el clima. Todo eso y mucho más es lo que nos permite el sistema de ciencia y tecnología”, exclamó.
En este sentido, Giniger sostuvo que “sin ese conocimiento, las decisiones sobre hacia dónde ir, qué rumbos tomar, qué hacer con nuestro suelo, con nuestro mar, con nuestro cielo, las toman otros, particularmente los socios de este gobierno: Estados Unidos e Israel”.
Según la doctora en Antropología, el impacto en términos de soberanía y condiciones de trabajo es “altísimo”, y profundizó: “Realmente es una situación que pone en riesgo real y verdadero la posibilidad de que el pueblo argentino produzca ciencia y tecnología para comprenderse a sí mismo y comprender hacia dónde ir”.
AUNO-28-8-24
EB-SAM