Una marea celeste y blanca acompañó a Javier Milei en el inicio de la era libertaria

La multitud siguió al líder de La Libertad Avanza desde el Congreso a la Casa Rosada. AUNO dialogó con los militantes. Cómo se vivió la histórica asunción del líder de La Libertad Avanza.

Entre las banderas argentinas y las camisetas albicelestes aparecía cada tanto la cara de Javier Milei. Son sus simpatizantes los que habían llevado máscaras cartón del líder de La Libertad Avanza, que asumió la presidencia varias horas después en una ceremonia que rompió con los protocolos en 40 años de democracia. El flamante Jefe de Estado no brindó el tradicional discurso ante la Asamblea Legislativa en el Congreso y eligió hablar ante su militancia. Tampoco permitió que la jura de sus ministros sea pública.

En la estación cabecera de Plaza Constitución hay festejo. La marea celeste y blanca baja de los trenes y camina apurada hacia las paradas de colectivos para llegar al Parlamento. En menos de diez minutos, la caravana recorre la Avenida Belgrano entre los micros y algunos de sus integrantes paran en los puestos de venta para sumar a la congregación remeras, toallones y banderas de leones, con dólares y con las consignas «No hay plata» y «Viva la libertad carajo». Estaban también los tradicionales puestos de choripán, hamburguesas, bondiola y gaseosas.

Había cánticos, gritos y reclamos entre los militantes, pero también había banderas de otros países, como Brasil, Venezuela y Bolivia. De éste último país son oriundos Franz Torrejón y Andrea Mariscal, que flameaban su insignia roja, amarilla y verde con euforia. Vinieron exclusivamente desde su Patria para festejar la victoria de Milei.

Para el hombre, el libertario «es una esperanza para la región». «Miro todo lo que era Argentina (con el peronismo) y me generaba mucha melancolía y tristeza, por eso vinimos. En mi país lastimosamente gobierna la izquierda y quisiera que de verdad se acabe eso”, contó a AUNO.

Con la banda presidencial calzada, Milei dedicó su primer discurso como presidente a sus simpatizantes, que acompañaron las pausas de su discurso con el canto Milei querido, el pueblo está contigo e insultos al peronismo. Un murmullo siguió al Presidente al citar 1 Macabeos 3:19. De memoria y al unísono, el público repitió ese pasaje del discurso de su líder.

«La victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados sino de las fuerzas que vienen del cielo.»

Una vez concluido el acto de asunción, los libertarios juntaron la basura en bolsas negras de residuos y la dejaron en los tachos de basura más cercanos. La multitud siguió su camino hacia la Casa Rosada y copó la Avenida de Mayo a la espera del saludo de su líder. De las ventanas de los micros flameaban banderas amarillas y violentas, mientras que aquellos que habían llevado sus vehículos respondían con bocinazos.

Son las tres de la tarde frente a la Casa de Gobierno y el calor es intenso. El público pide por Milei. Cantaron el himno nacional y cerraron con fuertes aplausos. El Presidente apareció 20 minutos después. «Hola a todos, yo soy el león«, saludó. Junto al público eufórico cantaron Panic Show, la canción que fue símbolo de su campaña. “Vamos a tener que soportar un período de dureza, pero vamos a salir adelante”, advirtió. Desde el público le responden con bombos y bengalas amarillas.

AUNO-10-12-23
ANV-MB

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