Emplazaron las piezas de material en recuerdo de Marta Alonso, Bonifacio Díaz y Victoria Borelli, trabajadores ceramistas e integrantes de las comisiones gremiales de la Fábrica Argentina de Porcelana Armanino (FAPA) de la ciudad echeverriana, quienes fueron secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.
La jornada conmemorativa tuvo lugar el 2 de junio en la vereda de la empresa, ubicada en Carlos Pellegrini y Mariano Acosta. Allí, los familiares de las víctimas descubrieron las baldosas junto a la presencia de militantes de Derechos Humanos y miembros de la comunidad; así como del intendente municipal, Fernando Gray, el secretario de Desarrollo Social, Emiliano Valentino; y el director general de Derechos Humanos, Matías Barranza.
“Esto es el resultado de todas las organizaciones, sindicatos y familias que empujamos para llegar hasta aquí”, destacó María del Carmen Ojea, representante del Colectivo de Educación por la Memoria, Verdad y Justicia, en alusión a la suspensión del primer acto, que no pudo concretarse debido a la negativa de la fábrica.
[ESTA TARDE] Se realizó en #MonteGrande el homenaje a los desaparecidos de la Fábrica Armanino👇
👥Participaron organismos de #DDHH locales, familiares de las víctimas y el intendente de #EstebanEcheverría, Fernando Gray. pic.twitter.com/hQU9mvhtD3— Agencia AUNO (@AgenciaAUNO) June 2, 2023
En esa línea, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, enfatizó que la señalización del sitio “está en el lugar que tiene que estar”, porque los derechos “no se negocian” y los delitos de lesa humanidad “se condenan en el lugar donde corresponde”.
En diálogo con AUNO, el mandatario municipal afirmó: “El municipio restablece un derecho al colocar las baldosas», y agregó: «Hay que fortalecer la conciencia colectiva y seguir trabajando, porque de repente te encontrás con una situación así, inimaginable, donde alguien no quiere que se señalice un sitio de la verdad”.
Por su parte, Liliana Depetris, representante del Colectivo de DD.HH, explicó a AUNO: “Nosotros insistimos, nuestro posicionamiento siempre fue: ‘lo hacemos igual’. A partir de eso logramos la adhesión de muchas organizaciones, el hecho creció y se desarrolló mucho más de lo que esperábamos”.
“Es la respuesta de la comunidad ante el avasallamiento del derecho a señalizar un sitio y, por sobre todo, ante la impunidad de la empresa, que después de tantos años, aunque parezca insignificante la instalación de las baldosas, evidentemente tienen un valor simbólico enorme”, sostuvo Liliana sobre las piezas confeccionadas en el marco del 24 de marzo en la Plaza de la Memoria.
El recuerdo de los familiares y la memoria de lo que pasó
Hugo Alonso, el hermano de Marta Alonso, lamentó no poder velar los restos de su hermana, a la vez que recordó la persecución de los años dictatoriales y la desesperación de su madre por encontrarla. “Mi madre se fue a Chaco, porque una vidente le dijo que estaba en una cárcel de allá. Después de que se la llevaron había un flan que le gustaba a ella arriba de la mesa todas las noches, porque pensaba que iba a volver”, revivió.
Marta tenía 24 años y estaba a punto de casarse, cuando el 20 de agosto de 1976 fue secuestrada de su domicilio paterno, ubicado en Deán Funes y Tucumán, del partido de Ezeiza.
Mariana Borelli, sobrina de Victoria Borelli, aseguró, en conversación con AUNO, sentirse “muy emocionada” por el homenaje, ya que mencionó que se suma al monumento de la Plaza de la Memoria, a la colocación de un árbol y a una muestra fotográfica en Entre Ríos, provincia natal de su tía. “Me hubiera gustado que lo vean mis tíos. Yo pienso que lo deben estar mirando ahora desde el cielo”, expresó.
Victoria tenía 32 años, era casada y se cree que estaba embarazada de su primer hijo al momento de su secuestro, el 1º de agosto de 1976 en su casa ubicada en General Güemes y Esquina Rocha, de Monte Grande.
En cuanto a Bonifacio Díaz, tenía 47 años, estaba casado y era padre de hijos pequeños, cuando el 20 de agosto de 1976 fue raptado de su casa, perteneciente también de esa ciudad echeverriana.
Debido a la coincidencia temporal y espacial que mantienen con la desaparición de Carlos Felipe Ochoa, delegado gremial de Banco Nación de Monte Grande, se cree que los tres pasaron por el centro clandestino “El Infierno” de Avellaneda.
NR-MEM
4-6-2023