En Argentina, el uso de la nanotecnología, ciencia que estudia la materia a una escala muy pequeña, encuentra soluciones en campos multidisciplinarios, desde la agricultura hasta en la medicina, donde por ejemplo, se utilizan “nanomateriales” como agentes reactivos para el cambio de color en los test de embarazo.
Empresas, instituciones privadas y públicas, grupos de investigación y profesionales conforman un diverso ecosistema de trabajo en el que generan innovaciones dentro del universo nanotecnológico.
Más de dos mil investigadores e investigadoras integran esta red de trabajo en el que se destacan Galo Soller Illia y María Alejandra Molina, ganadores del premio Fundación Bunge y Born 2022 y el galardón Estímulo 2022 respectivamente -que se entregan desde 1964 y han sido otorgados al Premio Nobel argentino de Química, Luis Federico Leloir, Roberto Salvarezza y Gabriel Rabinovich, entre otrxs.
Este tipo de proyectos posibilita trabajar en escalas tan pequeñas que «permite incorporar tecnologías en elementos donde antes no era posible” y así “cambiar la manera de ver la materia y controlarla de una forma sin precedentes”, explica la Fundación.
Qué se estudia en el país
El decano del instituto de Nanosistemas de la Escuela de Bio y Nanotecnologías de la Universidad Nacional de San Martín (INS EEyN UNSAM), Galo Soller Illia, realizó el diseño y la producción de “nanosistemas con arquitecturas inteligentes y propiedades a medida” donde utiliza “materiales nanoporosos con aplicaciones en salud, ambiente y energías renovables”.
El avance de estas técnicas ayuda a “la recuperación inteligente de metales preciosos en la minería urbana” que impide los efectos contaminantes y, por otro lado, consigue “la recuperación y uso de sustancias estratégicas para el desarrollo tecnológico”.
En conversación con AUNO, el doctor en Ciencias Químicas explicó que “los materiales mesoporosos son como pequeñas esponjas con poros muy diminutos” que absorben y recuperan metales contaminantes desechos por empresas mineras en “lagunas o diques de cola”.
Además, destacó que “sirven como una pequeña esponja en la cual guardar otras sustancias químicas que después se liberan controladamente” tales como fertilizantes o herbicidas para el agro o repelentes de insectos.
Otra de sus funciones es la de “colador para dejar pasar determinadas moléculas” y de esta manera utilizarlas como “sensor” para detectar ciertos tipos de “biomoléculas”.
María Alejandra Molina, investigadora independiente del CONICET, desarrolló nanogeles que sirven para la aplicación de “terapias avanzadas en biomedicina y veterinaria”, y que reaccionan a estímulos como la luz y la temperatura.
La experta llevó adelante el proceso a través de tres líneas de investigación: la primera hace foco en las bacterias resistentes a los antibióticos que lograron “eliminar de manera efectiva” viejas infecciones que se creían erradicadas.
Por otra parte, estudió la utilización de nanogeles termo y fotosensibles en terapias anticancerígenas lo que aumentó “la eficacia” y redujo los “efectos adversos» en tratamientos contra el cáncer. Y además, los empleó como sistemas de liberación controlada de principios activos lo que mejoró las vacunas veterinarias.
En diálogo con AUNO, la investigadora comentó que la metodología de selección del certamen es “una de las cosas más interesantes de la premiación” ya que no se postuló sino que fue “elegida por sus colegas”.
«Que me reconozcan como una persona merecedora de un premio en el área de nanociencias es un honor y un orgullo”, señaló y destacó que la deja en una “situación de compromiso para seguir avanzando en el tema”.
Cuáles son los desafíos de la nanotecnología en Argentina
Soller Illia subrayó a AUNO que “hoy en día la comunidad de las nanociencias en Argentina está bastante consolidada” y que los retos que atraviesa la nanotecnología en el país “son mantener conocimientos y crear nuevos”. Sin embargo, hay un desafío muy grande de “generar infraestructura” y aclaró que “faltan microscopios electrónicos; técnicas sofisticadas” para el correcto desarrollo y funcionamiento de las investigaciones.
En los próximos años llegará un reactor de neutrones al Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN) en el cual realizarán la “caracterización de materiales”, valoró el doctor en Ciencias Químicas y consideró que será “una gran oportunidad”.
Por otra parte, remarcó la falta de comunicación que existe entre las carreras científicas, al denominarlas “rígidas”, y remarcó que “no es fácil tener estudiantes de ciencias que puedan trabajar de manera interdisciplinaria”.
Por esto mismo, planteó que es necesario “rediscutir” el sistema universitario y las carreras académicas; “rediscutir el sistema científico y hacer que entren más privados a las inversiones”, para que la disciplina tenga un futuro próspero.
¿Nanotecnología en lo cotidiano?
Soller Illia expresó que “hay muchas aplicaciones hechas en Argentina como en sensores de enfermedades; los barbijos del Conicet y también hay usos en antibacterianos”, en relación a las diferentes utilidades que tiene la nanotecnología.
El impacto en su uso cotidiano puede verse al encender autos modernos en los cuales hay un “catalizador en el tubo de escape que purifica moléculas contaminantes” o en “los barbijos del Conicet” que eliminan microorganismos mediante “pequeñas partículas de plata”, entre otros.
Además, el investigador manifestó que hubo “desarrollos nacionales” muy importantes durante la pandemia que muestran “el impacto que pueden tener los avances nanotecnológicos” para generar soluciones en la comunidad “frente a situaciones de emergencia”.
Nanotecnología y COVID-19
La pandemia por la covid-19 trajo muchos retos para científicxs de todo el mundo pero el avance y la rapidez con la que se alcanzaron objetivos tuvo que ver -además- con el desarrollo de soluciones nanotecnológicas.
Un suero hiperinmune, nanopartículas en barbijos y kits de diagnóstico son algunos de los casos de trabajo que se realizaron en el país con la ayuda de las nanociencias para ayudar a detectar y prevenir el virus.
Los kits de diagnóstico, por ejemplo, utilizan nanomateriales que funcionan como agentes reactivos frente la presencia del virus o el “ARN viral amplificado” -es decir, la génesis del virus-, utilizando la misma lógica que los test de embarazo.
El progreso escalado de las vacunas contra el SARs-CoV-2, que permitieron “codificar” el ARN -componente necesario para generar anticuerpos-, estuvo íntimamente relacionado a indagaciones previas en el mundo nanotecnológico, según informes científicos.
La ceremonia de entrega de premios se realizará el 20 de septiembre en el Centro Cultural de la Ciencia y serán transmitidos a través de www.fundacionbyb.org