Los testimonios de las víctimas del horror en los ex Centros Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda en el Conurbano sur son plasmados en el Diario del Juicio, un proyecto periodístico colaborativo, que busca dar visibilidad al juicio oral y público que investiga los crímenes que cometieron los represores en esos lugares durante la última dictadura cívico-militar.
Un equipo de comunicadores de las universidades nacionales de Avellaneda, Lanús, Quilmes y Lomas de Zamora realiza el registro periodístico de las audiencias del debate oral y público. En el sitio web se puede acceder a las crónicas de cada audiencia, artículos, entrevistas y materiales multimedia que dan cuenta del proceso a través del cual se juzgan los delitos cometidos en los ex CCDTyE que pertenecían al denominado Circuito Camps.
La universidad lomense se sumó al proyecto con el fin de seguir profundizando en términos pedagógicos el conocimiento de los hechos históricos, y continuar con «la tarea de sembrar memoria y trabajar los derechos humanos de manera transversal a las carreras”, señaló la secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ, Agustina Pan, en diálogo con AUNO.
Este año un grupo de estudiantes de comunicación y periodismo de la UNLZ empezó a escribir las coberturas de las audiencias. La periodista Sofía Parcesepe, integrante del proyecto y graduada de la UNLZ, destacó que el proyecto haya creado un espacio colectivo para «garantizar la visibilidad de las audiencias” y se siente orgullosa de que la casa de estudios haya tenido en cuenta a los alumnos avanzados para la iniciativa.
“Me parecen importante estos juicios que se investigan en los centros clandestinos de zona sur, porque son parte del conurbano donde vivimos muchos de los estudiantes que asistimos a la universidad y son espacios cercanos donde estudiamos y trabajamos”, detalló la joven.
A la hora de cubrir las audiencias, la periodista comentó que no es una “tarea fácil” porque está relacionado con un “proceso identitario, histórico y emocional” y en el juicio “hay relatos que son terribles”. Desde lo periodístico es una “experiencia muy buena y un privilegio», porque le permitió escuchar los testimonios de las personas que sufrieron esas violencias.
En ese sentido, la importancia que tienen estas audiencias “es darle visibilidad” a los juicios que investigan crímenes que fueron cometidos hace 45 años, que «es la única manera de seguir construyendo memoria, además de tener conocimiento de los hechos para no volverlos a repetirlo”, enfatizó Parcesepe.
En diálogo con AUNO, Pan remarcó que hace bastante vienen desde Extensión Universitaria y la cátedra Derechos Humanos llevando adelante iniciativas, a pesar de que a veces cuesta encontrar al público estudiantil en la temática. En esta ocasión, el proyecto tuvo repercusión con estudiantes que querían llevar adelante el lado periodístico, con las crónicas, y con otros que querían profundizar el tema de los Derechos Humanos.
AUNO-14-4-21
MC-SAM