(AUNO*).- Estas irregularidades se producen a partir de que el sistema glandular endocrino aún no ha completado su madurez. Esta enfermedad, conocida también como SOP, afecta a entre 80 mil y 320 mil mujeres argentinas en edad fértil, según datos panamericanos de 1994.
Inés de la Parra, integrante y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva y actual vicepresidenta de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción, explicó que la poliquistosis ovárica es una enfermedad de origen genético “que se caracteriza por iniciarse con un aumento de vello en la infancia, entre los 8 ó 9 años, e irregularidades menstruales en la adolescencia, que si viene acompañado de un cuadro de obesidad empeora su pronóstico”.
Según datos oficiales, esta enfermedad afecta a entre el 1 y el 4 por ciento de las mujeres en edad fértil, que se expresa a través de diversos síntomas:
– Amenorrea (ausencia de menstruación) en el 70 a 80 por ciento de los casos .
– Obesidad en el 50 por ciento de los casos.
– Hiperandrogenismo (exceso de hormonas masculinas que se manifiesta como acné, seborrea o hirsutismo exceso de vello y su aparición en localizaciones no habituales para la mujer, como por ejemplo el bozo).
– Disminución de le fertilidad.
La poliquistosis ovárica se diagnostica a través de la sintomatología clínica, la ecografía ginecológica y dosajes hormonales a través del análisis de sangre. Para los médicos, el diagnóstico y tratamiento adecuados resultan “imprescindibles”, ya que esta afección se asocia con otras enfermedades. “A largo plazo, estas pacientes pueden tener problemas de diabetes, hipertensión, problemas coronarios y riesgo de infarto”, alertó de la Parra, quien recomendó “lo importante que es que estas pacientes hagan ejercicios y dieta, ya que esto modula la insulina que actúa sobre el ovario estimulando la producción de andrógenos”.
Ante la existencia de esta enfermedad, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) aprobó recientemente la utilización de la ciproterona en combinación con etinilestradiol, para el tratamiento de las manifestaciones hiperandrogénicas, en mujeres con poliquistosis ovárica y otras enfermedades androgenodependientes en mujeres, tales como el acné, la pérdida de cabello y el hirsutismo.
“En realidad, los médicos especialistas venimos usando la ciproterona desde 1984”, explicó Inés de la Parra, quien señaló que “en la actualidad, lo que más se está utilizando para el tratamiento de este cuadro es el acetato de ciproterona asociado al etinilestradiol en forma de anticonceptivos orales combinados”.
Para la especialista, esta asociación, que además aporta una efectividad anticonceptiva del 99,9 por ciento, cuando se utiliza correctamente, combate efectivamente las manifestaciones del SOP. “Si la paciente tiene acné severo este va a desaparecer con el acetato de ciproterona en tres o cuatro meses como máximo. En el caso del hirsutismo, se necesita más tiempo, y en general se utiliza por tiempos prolongados, incluso se habla de la utilización por cuatro años”, aseguró la especialista.
AUNO 25-3-03 MAR
(*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión)
Universidad Nacional de Lomas de Zamora