Leeb y Portell fumaron la pipa de la paz

Tras una reunión en la que limaron asperezas, el presidente del club sureño le renovó la confianza al entrenador, que mantendrá su puesto de trabajo. «Ahora, borrón y cuenta nueva», aseguró el ‘Gato’. Atrás quedaron los fuertes entredichos, la polémica carta de respaldo, las amenazas cruzadas y el insólito y poco feliz cruce en un programa televisivo.

El presidente de Banfield, Carlos Portell, ratificó en el cargo al entrenador Carlos Leeb, luego de protagonizar una serie de desencuentros que puso al borde del grotesco al club del Sur del Gran Buenos Aires.
Tras el entrenamiento matutino en el predio polideportivo de la localidad bonaerense de Luis Guillón, Portell y Leeb mantuvieron una breve reunión en la que zanjaron diferencias y acordaron “olvidar los entredichos para tirar juntos hacia adelante por el bien de Banfield”.
“Tuvimos una reunión a solas y nos dijimos todo lo que nos teníamos que decir. Limamos asperezas y tomamos la mejor decisión para Banfield, que es mantener a Leeb como DT”, sostuvo Portell en una improvisada conferencia de prensa que ofreció junto con Leeb.
Y siguió: “Con Carlos (Leeb) hubo un malentendido telefónico y nunca nos habíamos sentado a hablar mano a mano. En Banfield estamos acostumbrados a darle continuidad a los procesos y si venía otro técnico tenía que empezar de cero”.
Por su parte, Leeb ofreció disculpas generalizadas por lo sucedido e insistió: “Ya lo dije muchas veces. De este barco no me bajo ni en pedo. Aquí queda todo en el olvido. Ahora, borrón y cuenta nueva. A Carlos (Portell), más allá de los que dije en un momento de calentura, lo apreció un montón. Hace ocho años que nos conocemos”.
La semana pasada trascendió que Portell le había sugerido al entrenador que su ciclo había terminado como consecuencia de la pobre campaña cumplida por el ‘Taladro’, que hasta entonces sumaba nueve presentaciones sin victorias en la presente temporada —siete por el Apertura y dos por la Copa Sudamericana—.
El fuerte rumor motivó que la Comisión Directiva publicara un comunicado que respaldaba el trabajo de Leeb, pero que a su vez responsabilizaba al entrenador por el armado del plantel y la contratación de los refuerzos.
Esta dicotomía sacó de las casillas al ‘Gato’, que confesó que Portell le había ofrecido dinero para rescindir el contrato. Como contrapartida, Leeb le exigió al mandamás del ‘Taladro’ que le pidiera la rescisión del vínculo “por escrito”. Y avisó que, pese a todo, dirigiría al equipo frente a Godoy Cruz, en Mendoza.
Después del salvador 3-1 en tierras cuyanas, una especie de tubo de oxígeno, Leeb dejo entrever que no continuaría en el cargo, aunque adelantó que se presentaría al primer entrenamiento de la semana.
Lejos de calmarse las aguas, el conflicto devino el lunes en un escándalo mediático, cuando Leeb y Portell cruzaron duras acusaciones en un programa televisivo a través de una tirante conversación telefónica, en la que el entrenador manifestó que se consideraba “despedido de palabra”.
La conciliación de las partes parecía imposible. No obstante, el cónclave de ayer le puso final a la serie de desencuentros y Leeb seguirá al frente del plantel profesional como “si nada hubiese pasado”.
Atrás quedaron los fuertes entredichos, la polémica carta de respaldo y la insólita discusión por televisión. También, como por arte de magia, se desmaterializó la ecléctica lista de candidatos para suceder al ‘Gato’, que incluía los nombres de Carlos Ramacciotti, Francisco Ferraro, Leonardo Astrada, Héctor Veira y Rubén Insúa. Una semana de furia y a puro dislate en el ‘Taladro’
Leeb se mantuvo en el cargo, pero se sabe que en el fútbol mandan los resultados. ¿Qué pasará si el triunfo sobre Godoy Cruz apenas fue un espejismo? ¿La novela tendrá un segundo capítulo?

AUNO 26-09-06 MFV

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