Bajo la consigna “Educar en la diversidad”, una encuesta realizada en Capital Federal por la Fundación Par y el grupo de sociólogos Intus reveló que es “posible llevar a la práctica una educación inclusiva en el mediano plazo”. El relevamiento registró un 70 por ciento de los mil ciudadanos consultados a favor de esa opción: en su mayoría aseguraron que este proyecto “favorecería la integración y la socialización y evitaría la discriminación”
El proyecto de educación inclusiva consiste en “la posibilidad de que todas las instituciones educativas estén preparadas para incorporar a personas con Necesidades Educativas Especiales (NEE)”, explicó a AUNO- Tercer Sector la responsable de prensa de la Fundación Par, Luciana Mantero. Esta categoría comprende a toda aquella persona que posea alguna característica de orden biológico o cultural diferente y por ello requiera una atención especial por parte del sistema educativo.
La tendencia que reveló el estudio indica que las opiniones favorables de docentes, padres y vecinos porteños respecto de una política de educación inclusiva “aumentan según crece la frecuencia y la intensidad de los espacios compartidos con personas con NEE”. Es decir, aseguraron que “la forma más efectiva de integración es a través del sistema educativo”. De esta manera se estaría fomentando la construcción de espacios comunes de interacción.
“La escuela y el trabajo, se piensan como vehículos fructíferos para mejorar la comunicación y el entendimiento. Lo interesante es que ambos espacios no tienen características asistencialistas, sino que hacen a la construcción de la individualidad y de la autonomía”, puntualizó la directora ejecutiva de Fundación Par, Marina Klemensiewicz.
En tanto, existe una opinión negativa de un 20 por ciento de consultados sobre la actitud del sistema educativo. Con respecto a la diversidad, sostienen que el ámbito “es indiferente, evasivo o excluyente“, y aseguraron que “aún hay muchísimo que mejorar”.
El objetivo del estudio fue indagar sobre “el nivel de conocimiento, preparación, prejuicios y opiniones en torno de la inclusión de la diversidad”, indicó Mantero. El trabajo se llevó a cabo a través de una encuesta cuantitativa con la ayuda de más de 50 voluntarios y se desarrolló en dos etapas. La primera, en diciembre de 2006, incluyó una muestra de 400 personas representando a los 16 Centros de Gestión y Participación Comunal de la Ciudad. La segunda se realizó entre septiembre y octubre de este año en 20 escuelas comunes porteñas públicas y privada de varios barrios, seleccionadas al azar, e indagó la opinión de 200 docentes y 750 padres.
Los resultados de la encuesta fueron presentados la semana pasada en la Legislatura porteña. El acto contó con la participación de representantes de las distintas organizaciones, la diputada y vicejefa electa de la Ciudad, Gabriela Michetti, coautora además de un proyecto de ley sobre educación inclusiva (www.cedom.gov.ar, proyecto 2704, año 2006) y el presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura, Marcos Peña. Además el resultado de la encuesta esta publicado en www.fundacionpar.org.ar y en www.grupointus.com.ar.
La iniciativa también contó con el apoyo de la Asociación Civil para el Desarrollo de la Educación Especial y la Integración (ADEEI), la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) y la Fundación para el Desarrollo Autónomo y Laboral (FUNDAL).
Según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad, del Indec, que contiene datos de 2002 y 2003, sólo el 15 por ciento del alumnado está integrado en escuelas comunes, en nivel inicial y primario. En tanto, de acuerdo a la Dirección de Educación Especial porteña, hay 8022 personas con discapacidad asistiendo hoy a escuelas especiales públicas y privadas. Y cerca de 1520 alumnos están integrados en escuelas comunes.
Cómo contactarse:
www.fundacionpar.org.ar
www.grupointus.com.ar
www.adeei.org.ar
www.asdra.org.ar