Lomas de Zamora, noviembre 7 (AUNO).- Después de dos años de silencio, el imputado por el asesinato de Melisa Tuffner, Oscar Sosa, declaró que es “inocente” durante los alegatos en el cierre del juicio oral en su contra, en tanto que el fiscal Pablo Pando pidió que se lo condene a 25 años de prisión.
Al finalizar la exposición del fiscal de la causa y del abogado defensor del acusado, Pablo Nessi, Sosa tuvo la posibilidad de tener la última palabra y defendió su inocencia, luego de dos años en los que no hizo ninguna declaración respecto al día del crimen.
Sosa está imputado por homicidio simple de Melisa Tuffner, la joven de 22 años de Glew, partido de Almirante Brown, que fue apuñalada en la sien el 19 de julio de 2015 mientras caminaba por la calle. La chica murió tres días después por la severa hemorragia que provocó en su cabeza.
La jornada de hoy fue la última instancia del juicio oral, que empezó el jueves 26 de octubre, y el paso previo al veredicto de los jueces, quienes el martes próximo por la mañana dictarán la sentencia.
Por el crimen, el fiscal Pando pidió que se lo condene a 25 años de prisión, la pena máxima prevista para la carátula de homicidio simple. El abogado defensor de Sosa pidió la absolución total del imputado por “falta de pruebas” que lo incriminen.
El abogado Nessi aseveró que “no hay elemento alguno que permita aseverar certeza positiva de la participación de Sosa” en referencia a las pruebas que presentó Pando para intentar demostrar la culpabilidad del imputado.
El abogado defensor cuestionó que las únicas pruebas de la Fiscalía sean los videos de cámaras de seguridad de comercios que muestran a Melisa caminando con paso apurado y a Sosa detrás, como “acechando”, según lo describió Pando, la familia Tuffner y los testigos que declararon en contra del imputado.
Sin embargo, a pesar de que no se ve el momento del crimen, Pando aseguró que por lo captado en las filmaciones no pudo haberla matado nadie más que Sosa ya que ellos dos eran los únicos caminando por esa cuadra en aquel momento, y el acusado trataba de mantener pegado a la línea municipal “para no ser visto con la sombra”. Mientras, cuando le daba la luz, apuraba el paso.
Sosa, que se reconoció a sí mismo como el hombre de lo videos, “conocía muy bien a la familia y a Melisa”, por lo que debió reconocerla mientras caminaba detrás de ella, argumentó el fiscal.
Pando también recurrió a las declaraciones de los 15 testigos, entre los que están los profesionales que realizaron las pericias psiquiátricas y psicológicas, y que coinciden en que Sosa es “antisocial”, “psicópata o sociópata”, “manipulador”, “mujeriego” y “acosador”.
Esto último, declarado por Lorena, la hermana de Melisa, y otras testigos que aseguran que sufrieron situaciones de intimidación o acoso sexual por parte del acusado, toma más seriedad con la declaración de una prima del hombre. Esta mujer lo denunció hace 13 años por haber acosado a su hija, sobrina de él, cuando la chica tenía nueve años.
En su momento, Sosa ni siquiera fue imputado por haber subido a la habitación de la nena, taparle la boca, tocarla y amenazar con matar a sus padres si contaba algo, aunque sí se le aplicó una perimetral cuando su ex pareja lo denunció por violencia de género hace algunos años.
El fiscal Pando tomó estos dos casos como agravantes, junto con la corta edad de Melisa, el lugar solitario y oscuro, y la contextura física mucho mayor a la de la chica.
“La conclusión es: si iba detrás de Melisa, la conocía de toda la vida, dobló en el mismo lugar que ella y no fue él, entonces sería un testigo privilegiado de su asesinato y sin embargo nunca declaró nada y desapareció durante un mes”, justificó Pando.
A pesar de que no pudo ser demostrado con pruebas materiales, la familia asegura que Sosa “intentó abusar de Melisa” y la mató cuando ella lo reconoció y se defendió. Por las heridas en la cara de la chica, quedó demostrado que hubo una lucha pero no pudo obtenerse material genético ya que ella llevaba guantes. El fiscal lamenta que no se haya podido obtener una condena por femicidio.
Los familiares y amigos de Melisa mantienen las esperanzas y esperan que se lo condene a la mayor pena posible por el asesinato de la chica.
AUNO-7-11-17
MJ-SAM