«Entendemos la educación como un bien social»

Pablo Domenichini es el primer estudiante de la UNLZ en presidir la Federación Universitaria Argentina. En una entrevista con AUNO analizó la universidad en el contexto político nacional, habló de la necesidad de igualar las posibilidades de estudio, adelantó cuáles serán los objetivos de su gestión y consideró que «la universidad de Lomas de Zamora tiene una estabilidad política que le permite un crecimiento interesante, muy positivo».

El estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Pablo Domenichini, es el nuevo presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA) luego de ganar las elecciones en el congreso que se celebró en San Luis el pasado 20 de julio y en las que retuvo el liderazgo que desde 1983 tiene Franja Morada —el brazo estudiantil de la Unión Cívica Radical— al frente del movimiento universitario. A sus 26 años se convirtió en el primer estudiante de la UNLZ en presidir el movimiento estudiantil nacional. En dialogo con AUNO cuenta las principales políticas que adoptará en sus dos años de mandato.
—¿Qué supone usted que espera el estudiantado en general de este período que lo tiene como principal referente nacional?
—Creo que el estudiantado espera que podamos repensar la universidad en términos de la época que estamos viviendo. Me parece que el desafío es entender cómo ha cambiado la generación del conocimiento y la necesidad de la formación de profesionales, y llevar a la universidad hacia ese lugar sin perder de vista los reclamos históricos que tienen que ver con cuestiones más básicas, como por ejemplo el presupuesto universitario que obviamente tiene el ahogo presupuestario de los años noventa.
—Cuando revisamos los nefastos años noventa, ¿qué es lo más perverso en cuestión educativa que encuentra y cual será la solución a ello?
—Sin duda, lo peor de la década del noventa fue el intento avasallante de entender a la educación como un bien de mercado. Eso fue lo más perverso. Nosotros, por lo menos desde el movimiento estudiantil y por los principios reformistas que tenemos, entendemos a la educación como un bien social. La época de los noventa, en su marcada tendencia del neoliberalismo de entender a la educación como un bien de mercado susceptible a ser cobrada, a ser arancelada, fue lo más nefasto de las políticas educativas. Nosotros, al entender la educación como un bien social, desde la FUA y hace casi dos años que estamos trabajando en el Plan Integral de Inclusión que, entre otras cosas, plantea la creación de viviendas universitarias, un programa de atención primaria de salud y la creación de comedores.
—Al hablar de comedores, de atención primaria de la salud y viviendas universitarias como cuestiones cotidianas para resolver, ¿no se corre el riesgo de que la FUA actúe como una ONG en lugar de privilegiar otras cuestiones estudiantiles no menores?
—Seguramente hay que trabajar en cuestiones académicas, pero el tema de la igualdad de posibilidades también es importante para los alumnos y no creemos que la FUA corra el riesgo de caer en eso. Además, nosotros lo que hacemos es presentar un proyecto global de inclusión estudiantil y defenderlo ante las autoridades correspondientes, en este caso el Ministerio de Educación y el Estado nacional. La FUA sigue trabajando en muchas otras cosas que sí tienen que ver más puntualmente con todo el estudiantado y con las cuestiones académicas de la universidad.
—¿Cómo se va a parar la FUA frente a la discusión sobre la nueva ley de Educación Superior?
—En principio, a favor de la derogación de la ley de Educación Superior que se dictara en los noventa. Hay que crear una nueva ley y ante esa nueva ley nos vamos a parar con principios históricos discutiendo las cosas básicas. Una ley debe garantizar la autonomía universitaria, la gratuidad de la enseñanza, y también debe haber algún mecanismo para garantizar la calidad educativa. La anterior gestión de la FUA ya estuvo reuniéndose tanto en Diputados como en Senadores con las comisiones de educación y charlando con la secretaria de políticas universitarias en lo que es el armado del documento que ellos están haciendo.
—¿Cómo ve usted la UNLZ respecto a otras universidades nacionales?
—La universidad de Lomas de Zamora tiene una estabilidad política que le permite un crecimiento interesante, muy positivo. Uno ve en otras universidades del país que hay oposición a las iniciativas que se plantean sólo por no ser del mismo color político. En Lomas, en cambio, sucede todo lo contrario. Las iniciativas que son para mejorar la universidad son acompañadas por todos los estamentos sin miramiento de color político. Esto es sumamente positivo y de hecho es significativo que en este momento el rector sea el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y que el presidente de la FUA sea de Lomas también. Para mí no es menor ser el primer estudiante en la historia de la Universidad de Lomas en presidir la FUA porque valoro muchísimo el acompañamiento que tuve de todo el movimiento estudiantil local.
—¿Cuál es su mayor aspiración o ambición a cumplir como nuevo presidente de la FUA?
—Me gustaría poder terminar mi mandato con una representación ante los estudiantes mucho más directa. Si podemos terminar con el estudiante reconociendo el valor de la representación gremial, conociendo cuáles son valores de la universidad toda, terminaré mi mandato en la FUA satisfecho. Esos son los objetivos que nos vamos a proponer en estos años y con los cuales vamos a trabajar. Además, se cumplen 90 años de la Reforma Universitaria y nosotros no tomamos esa fecha sólo como un hecho conmemorativo, creemos que es una oportunidad para revalorizar conceptualmente la importancia que tuvo esa reforma de 1918. Seguramente, vamos a estar realizando antes de fin de año algún evento importante con una estética moderna y directa para que lleguen al estudiante conceptos de la Reforma.

DER-AFD
AUNO-31-07-08
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