Lomas de Zamora, junio 5 (AUNO).- No hay nada de virtual, más allá de la virtualidad del juego, en representar al país en la máxima competencia de su actividad. Aunque poco tiene de juego ser el mejor del mundo en cualquier actividad que uno haga. ¿O sí? Este es el caso de Pablo Castiñeira, oriundo de Lomas de Zamora, que el pasado fin de semana fue el crédito argentino en el PES League Road to Cardiff, el Mundial de Pro Evolution Soccer, uno de los más populares simuladores de fútbol, que organiza anualmente la empresa japonesa Konami.
Cuando Castiñeira se tomó el avión que lo llevaría Europa no hubo una muchedumbre para despedirlo en el Aeropuerto de Ezeiza. Tampoco se armó revuelo mediático cuando se ganó su lugar en el Mundial para representar el país en Cardiff, Gales, luego de sortear las exigentes eliminatorias regionales. Él siempre supo que no la tendría fácil, pero la confianza nunca le faltó: “No sólo vengo a jugar, vengo a intentar ganar y para eso me preparé”, aseguró en diálogo con AUNO en los días previos al debut.
Tenía, como motivación adicional, la posibilidad de presenciar la final de la Liga de Campeones que coronó a Real Madrid de España tras golear 4-1 a Juventus de Italia. Pero Castiñeira no había ido simplemente a ver de cerca al portugués Cristiano Ronaldo. Había llegado a Gran Bretaña con la ilusión de quedarse con todo. Quería ganar los 200 mil dólares reservados al ganador. Sin embargo, la suerte no lo acompañó: no pudo sortear la primera ronda del certamen.
Igual, a sus 19 años, Castiñeira ya es uno de los 16 mejores jugadores del mundo. Había logrado la clasificación después de un arduo recorrido en el que tuvo que eliminar a casi 300 competidores. “Primero tuvimos que clasificarnos entre más de 200 chicos de Argentina para luego competir contra los 20 mejores de América en un torneo que se celebró el 28 de abril en el Monumental. Y sólo los 4 primeros llegamos a Cardiff”, explicó el gamer, quien dejó en el camino a experimentados jugadores como Lautaro Raris y Reinaldo Molina, representante argentino en el Mundial de Milán 2016.
“Ya no es el pasatiempo de antes de un domingo de Play con amigos. Hay mucha plata en juego”, explica Castiñeira, que se entrena “varias horas al día para poder competir con los mejores”.
El jueves 1º de junio se realizó el sorteo. Quedó el Grupo B con los representantes de Italia, Francia y Japón. “Me tocó con el mejor jugador de Europa”, se lamentó Pablo en referencia al italiano Ettorito97.
En su debut, Castiñeira se recuperó de un 0-2 y derrotó por 4-3 al japonés Jo. El triunfo heroico no convocó gente al Obelisco, pero le dio mucha confianza Pero la ajustada derrota, también por 4-3, contra el italiano, que sería el subcampeón, y el 2-2 ante Tiomiit, el representante de Francia, lo dejarían al margen de los octavos de final.
Luego de la competencia y con la consagración de su amigo, el brasileño Guilherme Fonseca, llegó el broche de oro: ver en vivo y en directo la final de la Liga de Campeones. “Presenciar un partido como Real Madrid-Juventus, ver semejante espectáculo, los goles de Ronaldo y Mandzukic fue algo soñado, algo increíble que no me voy a olvidar nunca”, recordó Pablo, más relajado y esperanzado de tener revancha el año próximo.
“Vivimos una experiencia hermosa. La ciudad, la gente, el ambiente… La verdad es que fue algo increíble. Ahora sólo queda entrenar y prepararse para dentro de un año buscar la revancha. Viví un sueño que empezó con un domingo de Play con amigos”, sintetizó.
Ya con la experiencia de un Mundial, tras haber convivido con personas de diferentes países y haber vivido en vivo y en directo la máxima competencia mundial a nivel clubes, Castiñeira emprendió la vuelta a Lomas de Zamora. “Ahora a seguir jugando”, afirmó ya despidiéndose de un sueño. Y pensar que todo arrancó con un “equis” pasa, “cuadrado” patea.
AUNO 05-06-17
GD-MFV