Víctimas del bullying, víctimas del silencio

El bullying es un tipo de violencia escolar que se caracteriza por un maltrato reiterado e intencional de un alumno sobre otro y que puede desembocar en ansiedad, depresiones y hasta el suicidio. Según el equipo Anti Bullying, el 40 por ciento de los chicos que sufre este acoso no lo denuncia.

Guillermo Vidal Quinteiro

Lomas de Zamora, 18 de octubre (AUNO).- Golpes, insultos, intimidación. Algunos miran para el costado, ajenos a lo que sucede, otros ríen ruidosamente y señalan con el dedo. Uno sufre en silencio. El bullying es el maltrato físico, verbal o psicológico intencional y reiterado que ejerce un alumno o un grupo de alumnos sobre otro con el objetivo de someterlo y asustarlo. “Para erradicar el maltrato y el hostigamiento en los colegios es necesario que los adultos intervengan, escuchen a los chicos y actúen en consecuencia. El miedo, la indiferencia y la falta de comunicación son los principales sostenes de la violencia en las escuelas”, explica la psicóloga y cofundadora del equipo Anti Bullying Argentina (ABA) Lucrecia Morgan.

El concepto de “bullying” deviene una palabra inglesa que significa “intimidación” e incluye todas las formas de maltrato deliberado y repetido que adopta un estudiante o un grupo de estudiantes contra otro. Según explican las especialistas del equipo Anti Bullying (una organización privada de psicólogas y terapeutas infantiles que trata casos de abuso escolar en diferentes colegios de todo el país) el acoso puede traer consecuencias muy graves en quien lo padece.

“Cuando el maltrato se extiende en el tiempo, la autoestima de la víctima se deteriora enormemente y es muy común que el chico que padece estos acosos empiece a creerse que se merece todo lo que le pasa. Esto puede desembocar en problemas de ansiedad, cuadros graves de depresión y hasta el suicidio”, advierte Morgan.

No obstante, aclara, existen una serie de síntomas ante a los cuales los padres deben estar atentos a la hora de concebir la posibilidad de que sus hijos puedan víctimas de bullying: “los chicos expresan mucho con el cuerpo lo que les pasa. Es muy probable que un chico que es víctima de acoso escolar manifieste dolores de panza, trastornos en el sueño, miedo de ir al colegio, bajas en el rendimiento académico, cambios repentinos de intereses en sus actividades y alteraciones en la alimentación”.

A la hora de entender el fenómeno del bullying es necesario comprender cuáles son las características particulares que lo individualizan y lo diferencian de otros episodios de violencia en las escuelas. Muchas veces, señala Morgan, “debido a la proliferación de informaciones imprecisas o incompletas en los medios o en las redes sociales, las personas confunden el concepto de bullying y el de violencia escolar. Es muy importante aclarar que no cualquier episodio de violencia en un colegio implica una situación de bullying”.

La violencia escolar es una categoría general que incluye todos los hechos de violencia que suceden dentro de la institución educativa. El bullying, en cambio, es un tipo específico de violencia escolar que se caracteriza por ser intencional y reiterado en el tiempo. “El bullying es un maltrato crónico que siempre presenta un desbalance de poder entre el agresor y la víctima. Este desbalance es usualmente percibido por la víctima, que se posiciona en una situación de inferioridad respecto de su agresor”, detalla la psicóloga.

En la medicina moderna ya no se habla de perfiles que identifiquen a los potenciales agresores o víctimas. Según explican las especialistas del equipo ABA, existe un grupo de “factores de riesgo” que funcionan como elementos que dan la pauta de una predisposición a las situaciones de abuso escolar. Entre éstos, se encuentran las familias disfuncionales, la baja autoestima y las pobres capacidades para relacionarse socialmente.

Por otra parte, además del agresor y de la víctima, existe un tercer actor que juega un rol muy importante en los episodios de bullying: los espectadores. “Pueden participar de manera activa o pasiva en las situaciones de maltrato. Generalmente son quienes, mediante risas o incluso ejecutando las órdenes del ‘líder’ sostienen los actos de violencia”, explica Morgan

Desde Anti Bullying Argentina sostienen que “el 40 por ciento de los chicos víctimas de bullying no denuncia lo que le sucede en el colegio”. “Para acabar definitivamente con la violencia en las escuelas es necesario que todos, adultos y chicos, dejemos de mirar hacia un costado, nos comprometamos e intervengamos activamente. La violencia es una conducta aprendida y, por lo tanto, puede desaprenderse”, concluyen.

Nueva ley contra el bullying y la violencia escolar

Con el objetivo de ponerle un freno a los episodios de violencia en los colegios, el Congreso de la Nación sancionó el 11 de septiembre de este año la ley de “promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad en las instituciones educativas”, que establece un nuevo marco para la atención y el tratamiento de la violencia escolar y reformula la metodología de las sanciones disciplinarias para los alumnos.

Dentro de las medidas más importantes que establece la nueva legislación, se encentra la creación de instancias de participación en las que autoridades, docentes, padres y alumnos podrán trabajar en conjunto para prevenir, tratar y solucionar las situaciones de violencia y abuso escolar.

“Estos espacios servirán para que los alumnos tengan un lugar en el que puedan contar sus problemas y para que los adultos, tanto padres como docentes, puedan intervenir activamente en la resolución de los conflictos”, indicó la diputada Mara Brawer, una de las impulsoras del proyecto de ley.

Por otra parte, la nueva ley propone una nueva metodología de sanciones formativas que tendrán por objetivo que el alumno transgresor se haga “responsable progresivamente de sus actos”. Estas sanciones tendrán un carácter “educativo”, es decir, que buscarán que el alumno comprenda las consecuencias de sus actos y obre en pos de corregir sus acciones.

Asimismo, según la ley, el nuevo régimen de convivencia deberá contemplar “el contexto, los actores y las circunstancias en las que las transgresiones son cometidas”; Los estudiantes tendrán derecho a ser “escuchados y a formular su descargo frente a las autoridades” y se erradicarán todos los castigos que “impidan a los alumnos continuar en el sistema educativo”.

Una vez que se reglamente la ley, el Ministerio de Educación de la Nación tendrá la obligación de crear un grupo de especialistas que intervendrán en las instancias de participación escolar. Se encargará de brindar capacitación a los docentes sobre el abordaje de las situaciones de violencia en los colegios y creará una línea telefónica gratuita para que los alumnos puedan solicitar ayuda o denunciar situaciones de violencia en sus escuelas.

AUNO 18/10/13
GAVQ-AG

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