Un nuevo método para promover comportamientos saludables en los diabéticos

Se trata de los denominados «Mapas de conversación sobre diabetes», que actúan como disparadores de discusión y aprendizaje en grupos de pacientes. Se aplica en hospitales porteños, del conurbano y del interior del país. Apunta a mejorar la adhesión al tratamiento y la periodicidad de los controles para evitar cuadros de gravedad.

Martín Silles

Un nuevo mecanismo de aprendizaje de convivencia con la diabetes, denominado “Mapas de conversación sobre diabetes” fue puesto en marcha en diciembre último en hospitales de Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano y el interior del país, con el fin de promover comportamientos saludables para mejorar la calidad de vida de las personas que tienen la enfermedad.

Los mapas consisten en una serie de láminas de 1 por 1,5 metros con ilustraciones que se presentan en grupos de entre tres y diez pacientes y actúan como disparadores de discusiones a partir de la información presentada.

Entre los temas que se presentan en las láminas están el aspecto psicológico de la enfermedad, las causas que la provocan, el plan alimentario para su tratamiento, la prevención de las complicaciones agudas y el tratamiento con las diferentes drogas.

Maria Lidia Ruiz Morosini, médica investigadora asociada a la división Diabetología del Hospital de Clínicas, explicó que la aplicación de este nuevo método obedece a que “de manera constante se están buscando nuevas estrategias para aumentar la adhesión de los pacientes al control y al tratamiento de esta enfermedad”.

En ese sentido, explicó que “desde la Federación Internacional de Diabetes, en conjunto con Healthy Interactions, una empresa de salud y que tiene en patrocinio de un laboratorio, surgió la idea de crear un instrumento que tuviera elementos visuales, de aprendizaje desde el juego y basado en la discusión de los pacientes”.

Morosini dijo a AUNO que “se calcula que aproximadamente el 7 por ciento de la población tiene diabetes, de los cuales el 90 por ciento corresponde a la diabetes de tipo 2 o del adulto, caracterizada por asociarse a la obesidad, hipertensión arterial y síndrome metabólico.” “El otro 10 por ciento —continuó Morosini— corresponde a la diabetes tipo 1, presente desde la niñez, que requiere insulina para su tratamiento.”

La médica señaló que “algunas de las principales causas de esta enfermedad son el aumento del sedentarismo, es stress, la mala alimentación (dietas ricas en comida chatarra e hipergrasas) en la población genéticamente predispuesta”.

Morosini sostuvo que en la población que está predispuesta para contraer la enfermedad, como los que tienen antecedentes de diabetes en su familia, “se ve un aumento en la cantidad de pacientes con la enfermedad, incluso en forma precoz, ya que también se observa en adolescentes la aparición de diabetes de tipo 2 asociada a la obesidad”.

”Es fundamental trabajar en la prevención o detección precoz —recomendó la especialista—. Hay que considerar que todo aquel que tenga antecedentes familiares de diabetes de tipo 2 (antes llamada no insulinodependiente) debe intentar no tener sobrepeso, realizar ejercicio aeróbico al menos dos veces por semana y cuidar el consumo de azúcares y grasas en su plan alimentario. Además, toda mujer que halla tenido un hijo mayor de cuatro kilos debería considerar la posibilidad de haber tenido diabetes gestacional en el embarazo y estar predispuesta para el futuro ”.

El tratamiento de esta enfermedad, según los nuevos esquemas, es integral y Morosini lo fundamenta. “Tiene cuatro pilares fundamentales, el plan alimentario, el ejercicio, la medicación oral o la insulina, y por último, pero lo más importante, la educación diabetológica, ya que un paciente que no está educado es difícil que realice los controles y cuidados que requiere la enfermedad para poder prevenir las complicaciones tan temidas, que se evitan con un buen control”

Los investigadores que recomendaron la utilización de mapas evaluaron que “la retención de temas en educación a través de la lectura o la escucha es del 10 al 20 por ciento mientras que si se ve y se oye y se discute con otros la misma problemática aunque se tengan distintas historias, la retención llega al 70-80 por ciento”, argumentó Morosini.

Aunque los mapas están orientados a pacientes con diabetes de tipo dos, que se da de manera principal en adultos, se pueden adaptar a los chicos y la idea es generar propuestas desde los grupos de pediatría que trabajan con niños y adolescentes para trabajar el impacto de la enfermedad, las creencias y las dudas que les surgen a los jóvenes.

El funcionamiento de los mapas se da, según señaló Morosini “con la capacitación de profesionales de todo el país, involucrando a médicos, enfermeros, nutricionistas, psicólogos, profesores de educación física y también a líderes de asociaciones de diabéticos, que son pacientes o familiares de pacientes que trabajan hace mucho en temas de diabetes”.

Aunque no precisó en que hospitales se aplica, la médica informó que en el Conurbano “hay varios profesionales que ya están utilizando los mapas, sobre todo en hospitales donde existen grupos de diabéticos”.

“Los pacientes —continuó Morosini— deben acercarse a diabetólogos o equipos de diabetes interdisciplinarios y consulten sobre os grupos de utilización de mapas”.

Como los mapas se pusieron en marcha hace poco tiempo todavía no existe una evaluación de resultados de su utilización, pero la especialista explica que “en otros países como Italia, el Reino Unido, Canadá y España, donde se implementaron, los resultados son muy buenos, porque se observan cambios en la conducta y toma de decisiones en los pacientes.”

Por último, Morosini concluyó que “la energía y el entusiasmo que puede generar el aprendizaje entre pares beneficia de manera notable el proceso de educación para las personas con diabetes e impacta en su calidad de vida”.

AUNO 12-03-09 MS EV

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