Un grupo de docentes e historiadores lanzará formalmente el próximo fin de semana el Instituto de Investigaciones Históricas de Esteban Echeverria. Lo hará con una jornada donde se presentarán proyectos hechos por estudiantes, profesores y vecinos, con el propósito divulgar la historia del partido desde una mirada diferente. “Descubrimos cosas que nunca se habían contado de algunos personajes ilustres de la historia echeverriana”, reveló su presidenta, Liliana Matheu.
Entre los hallazgos también reaparecieron historias como la colonia escocesa que estaba instalada cerca de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), la historia del primer comisionado municipal que llegó a vicepresidente de la Nación de facto o el “Montegrandazo” de 1970.
“Nuestra tarea es hacer que las personas descubran lo importante que tiene la historia para conocerse a sí mismos”, afirmó la responsable de la iniciativa que será presentada en las Jornadas de Historia Local el 27 de septiembre a las 17:30, en la Municipalidad de Esteban Echeverria. La exposición de las ponencias tendrá lugar también el 28, al día siguiente, a partir de las 9 de la mañana en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº 35 (ISFDyT N°35) de Monte Grande, ubicado en Alfonso Amat 279.
Habrá 22 exposiciones divididos en comisiones simultáneas por temática. Algunos de los ejes de debate en las jornadas serán: los Orígenes del territorio y la sociedad echeverriana; el Desarrollo económico de Esteban Echeverría; Respuestas ciudadanas al terrorismo de Estado; Cultura, arte y comunicación; Ambiente y territorio; entre otros.
La convocatoria para revisar la historia del distrito estuvo abierta para quienes quisieron contar algo nuevo o interesante de la historia echeverriana. “Un historiador puede ser una persona que tenga estudios superiores o no, simplemente puede ser un cronista”, consideró Liliana durante una charla con AUNO.
El temario de las presentaciones irá desde los tiempos más remotos del territorio de Esteban Echeverría y a partir de su fundación en 1913. En el trabajo previo se exploraron los distintos cambios económicos, sociales y políticos en cada una de las épocas del país y cómo afectaron de una u otra forma al distrito. Por ejemplo, hay un bloque referido a lo ocurrido en el lugar durante la última dictadura militar, en el que hablarán sobrevivientes. Será el sábado 28 en el ISFDyT y estará a cargo de la militante de derechos humanos Alicia Perelló.
HECHOS DE LOS QUE POCO SE SABE
Algunas presentaciones estarán dedicadas a empresas que tuvieron una trayectoria importante en el distrito, como la fábrica textil AMAT o la elaboradora de productos avícolas Cresta Roja. Otras están enfocadas a cuestiones más cotidianas. Son el caso de un grupo de alumnas que abarcó la historia del Monasterio Carmelita, ubicado en Luis Guillón, y el de otro equipo que trabajó sobre la Casa de Primeros Auxilios San José, que fue el primer centro asistencial de la zona.
La agenda de las jornadas se puede encontrar en la página de Facebook de la institución.
Hay investigaciones referidas a las poblaciones que existieron antes de la creación del municipio. “Tenés el caso de la fundación de un pueblo que no se llegó a concretar. Algo muy llamativo que yo realmente desconocía”, contó la presidente de la institución y mencionó también “la famosa colonia escocesa, que estaba entre Echeverría y Lomas, en las proximidades de la universidad”.
También se van a narrar otros hechos de los que poco se sabe. “Descubrimos cosas que nunca se habían contado de algunos personajes ilustres de la historia echeverriana”, afirmó. Uno de ellos es Enrique Santamarina, una figura muy importante en la creación y construcción del municipio, que fue el primer comisionado de la localidad y también vicepresidente del país por un par de semanas tras el golpe de Estado de 1930. En la actualidad varias plazas y monumentos llevan su nombre a pesar de haber sido parte de un gobierno de facto.
“LA HISTORIA NO SE TERMINA DE CONTAR”
El viernes 27, día de apertura, se va a dar una semblanza en relación a la tarea historiográfica de la comisión del instituto. Los miembros organizadores son la presidenta Liliana Matheu, la vicepresidenta Silvia Cebreiro, el secretario Lucas Santamarina, el tesorero Nicolas Henriquez y como vocales las profesoras Rebeca Salazar, Maria Del Carmen, Marcela Maesterra y Jimera Viena. Ellos contarán cómo se fueron acercando a esa tarea desde su lugar de docentes y de vecinos de zona sur.
Justamente esto tiene que ver con uno de sus principales propósitos, que es invitar a participar a todo aquel que se interese por la historia local. “Todos pueden acercarse y seguir contando la historia porque la historia no se termina de contar nunca. Permanentemente la estamos revisando e reinterpretando. Eso es lo que más queremos dejar en claro”, remarcó Liliana.
“Tenemos un enfoque revisionista en el verdadero sentido. Revisar lo que otros dijeron a ver si es realmente todo así o si se le pueden agregar algunas cuestiones que no han sido tomadas en cuenta y que podrían cambiar la condición al hecho histórico y a los protagonistas”, señaló la presidente.
Además de lo hecho, tienen varios proyectos para concretar. La presentación del próximo fin de semana fue idea de los miembros más jóvenes y posiblemente “se va a reeditar cada dos años” para presentar las investigaciones con regularidad.
Por otro lado, los socios del instituto pueden participar de las actividades e iniciativas que son realizadas de forma voluntaria. Las reuniones son en la biblioteca popular “El Principito”, ubicada en la calle Chacabuco 480 en Monte Grande. Generalmente el primer viernes de cada mes a las 16. “Nos reunimos para seguir elaborando proyectos. Si algún vecino se quiere acercar es bienvenido”, indicó.
EL ORIGEN DEL INSTITUTO
Liliana Matheu era docente en el ISFDyT N°35. Ahí conoció a Silvia Cebreiro, quien también era profesora. Juntas realizaron un experimento educativo en Facebook -cuando recién comenzaba el auge de la plataforma- que consistió en publicar en una página temas de historia y pedir a sus alumnos que interactúen con la publicación. Un criterio de enseñanza y aprendizaje novedoso en ese momento.
Para el bicentenario de la Revolución de Mayo hicieron una experiencia similar de contar brevemente en entregas lo que había pasado y que los alumnos comentaran, recomendaran y agregaran en información en relación a eso. “Fue muy enriquecedor”, evaluó Liliana.
Al poco tiempo, para el centenario de Esteban Echeverria en 2013, desde la Municipalidad les propusieron hacer algo parecido pero con la historia de la localidad. “Eso fue aún mejor. No solo era lo que uno había leído o visto en un video. Ahí estaba lo que les contaba el abuelo, el vecino. Fueron aportes mucho más vivenciales de la gente”, señaló.
Ese mismo año las historiadoras Liliana y Silvia publicaron un libro llamado “Crónicas de un siglo”, que narra los distintos momentos de la comunidad echeverriana en relación a la coyuntura nacional y tuvo tanto éxito que les permitió dar seminarios y charlas al respecto.
“Todo empezó ahí. Hicimos una experiencia nueva en lo que son historias de las localidades de la que salieron cosas que nunca se habían contado”, afirmó la presidente del instituto.
Al cabo de los años, cuando se cumplieron los 110 años del municipio, evaluaron la posibilidad de expandir la obra debido a que recibieron mucha información para sumar al libro por parte de la gente y así lo hicieron.
Agregaron esos diez años más de historias. Esta vez con entrevistas inclusive, la ampliación fue nombrada “Crónicas de un siglo: 110 años de historia echeverriana” y se publicó el mismo día en que a través de un decreto municipal se creó oficialmente el Instituto de Investigaciones Históricas de Esteban Echeverría.
Sin embargo, como los libros fueron un proyecto del municipio solo se hicieron para las fechas conmemorativas, por lo que únicamente se pueden encontrar en las escuelas y las bibliotecas locales. No salieron a la venta.
Liliana y Silvia son las principales impulsoras de la iniciativa. Ambas con una amplia trayectoria en todos los niveles educativos, tanto el primario, secundario como el superior. Se jubilaron casi al mismo tiempo y decidieron dedicarse a la investigación histórica ya sin las obligaciones del trabajo docente, las cuales demandaban mucho de su tiempo.
“Esto es más gratificante, porque uno no está poniendo notas, no está tomando exámenes, simplemente trabaja para aquellos a los que les interesa el tema”, concluyó.
SSC-AFD
AUNO-23-09-2024