Ya sea como una herramienta más de lucha para romper con los cánones machistas, terminar con la discriminación o para instalar una nueva versión de la lengua, el lenguaje inclusivo ya ganó terreno en las calles para visibilizar la diversidad de género a través de la dicción. Gracias a los movimientos feministas y al impulso del colectivo LGBTIQ, en distintos ámbitos se reemplaza el género masculino de las palabras por una ‘e’ que se aplica como neutral y contempla a la población de mujeres y otros géneros que quedan excluidos de la norma.
Las primeras versiones de este tipo de lenguaje se representaban con el símbolo de arroba (@) o una x, pero eran impronunciables. Con la propuesta de la e se soluciona la problemática de la enunciación, pero surgen nuevos interrogantes: por ejemplo, qué pasa con aquellos términos que finalizan en “e” para referirse al femenino y al masculino por igual. Es el caso de ‘cantante’, ‘inmigrante’, entre otros. La lengua española sólo contempla el sistema de género binario para las palabras, por lo que la aparición de una nueva posibilidad debería reformular la norma, señalan desde los movimientos en defensa de la diversidad de géneros.
La Real Academia Española (RAE) descartó del diccionario esta alternativa, y consideró como “artificiosa” la implementación de términos surgidos del ingenio popular. “Al decir ‘todos’ no quedan excluidas de la referencia las mujeres. Si se tiene en cuenta esto, se ve que son innecesarias y artificiosas las propuestas de uso de signos como la ‘@’, la ‘x’ o la ‘e’ como fórmulas para un uso inclusivo del lenguaje”, posteó el organismo en su cuenta oficial de Twitter.
Sin embargo, Ana Virkel, integrante de la Academia Argentina de Letras, institución de referencia nacional que oficia como una sucursal de la RAE, reconoció el paulatino cambio que se está generando: “Esta exposición se sustenta en una concepción del lenguaje como hecho social. Supone reconocer que el lenguaje es tan dinámico y cambiante como la sociedad misma”, explicó durante un debate por el uso de la ‘E’ organizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Lo que se cuestiona es que cuando los sustantivos refieren a personas, el sufijo no solo funciona como marcador de género masculino sino que tiene ese valor inclusivo que designa a todos los individuos de una misma clase, sean del sexo femenino o masculino. Virkel explicó que *si bien el nivel “más permeable” para introducir nuevas formas de expresión en los géneros de las palabras es el léxico, la sustitución de la ‘e’ como genérico y neutral “tendría un impacto sustancial en todo el sistema morfológico. No se trata de un mero cambio de una letra por otra sino de la creación de un tercer género, por lo cual se tendría que reconfigurar la estructura morfológica del español”.
Para la periodista Mariana Carbajal el lenguaje inclusivo es “un discurso político del espacio público”. Especialista en género, consideró durante la charla en Flacso que “el uso de la ‘e’ denuncia la desigualdad histórica que viven las mujeres invisibilizadas y el colectivo trans”. En sintonía con sus palabras, Ana Virkel sentenció que “no existe lo que no se nombra”.
Mariana Carbajal sumó: “El ‘todes’ va a ir tomando su camino en la medida que lo transiten quienes quieran transitarlo para usarlo como denuncia y tal vez se incorpore a nuestra habla cotidiana si logramos sortear el debate lingüístico necesario para hacerlo”.
El lenguaje, como espejo de la sociedad
Colectivos sociales y feministas comenzaron a instalar una nueva forma de habla y de escritura para visibilizar que los sustantivos masculinos no son suficientes y que no se identifican cuando se habla de “todos”. La aparición del lenguaje inclusivo despertó el rechazo de sectores conservadores; en cambio la mayoría de los jóvenes y adolescentes lo están incorporando en su cotidianidad.
En una primaria porteña, los alumnos y alumnas del último año decidieron estampar el típico buzo de fin de curso con una reversión de la consigna: Egresades 2018. La docente Sabrina Flax, orgullosa por esta iniciativa, compartió en redes sociales una foto de la prenda y rápido se viralizó con comentarios dispares. El nombre de la institución no fue divulgado para resguardar la identidad de los chicos y chicas.
“Al momento de decidir qué poner en el buzo fue como natural, obvio, que los escribiéramos con la e”, aseguró consultada por AUNO la profesora de Ciencias Sociales y Prácticas del Lenguaje. La idea tuvo más repercusión en las redes sociales que dentro de la institución. Las autoridades, las familias y el resto del estudiantado tomaron la iniciativa con la misma “naturalidad” que les egresades, explicó la docente. “Es un colegio que trabaja muy fuerte y con responsabilidad la Educación Sexual Integral” desde donde se abordó la presentación del lenguaje inclusivo como opción para aplicar en la currícula, explicó.
En esta escuela de la ciudad de Buenos Aires la alternativa se expresa como “la posibilidad de generar una mínima grieta en el sistema binario de la lengua”, sostuvo la docente Flax a la par de reflexionar que “tiene que ver con un mundo de representaciones que los alumnos y alumnas tienen”.
“La información con que se les presenta el mundo a través del lenguaje es binaria, cuando en realidad existen otras formas que no son binarias y que al hablar uno puede interiorizarlas y tomarlas dentro de sus marcos de referencia”, explicó.
En coincidencia, la doctora en lingüística Silvia Gelvez sostuvo durante el debate sobre el uso de la ‘E’ que se trata de “un fenómeno social sobre el empoderamiento y la victimización de géneros que nunca habían tenido la posibilidad de hacerse visibles” y en ese sentido completó: “El lenguaje es muy potente porque funciona como un verdadero espejo de la sociedad”.
AUNO-8-10-18
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